Te contamos cómo les fue a los otros futbolistas de esta nacionalidad que han representado a la institución en el pasado.
Jorman Campuzano se transformó en el decimoctavo colombiano en vestir la camiseta de Boca Juniors. El volante central de 22 años llega con la esperanza de ser otro de los grandes referentes de su país en el Xeneize. Mirá cómo les fue a sus compatriotas llevando la azul y oro.
Un inicio de ensueño. El primer colombiano en jugar en Boca Juniors fue Carlos Fernando Navarro Montoya, quien es a su vez uno de los máximos ídolos del puesto de arquero en el club. El Mono, cuyo padre es argentino, vino de muy chico a la Argentina para jugar en Vélez y, tras un breve paso en el fútbol de su país, ser transferido al Xeneize. En 1988 inició un ciclo con la azul y oro, teniendo que reemplazar a Hugo Gatti, y lo culminó en 1996. En total disputó 400 partidos oficiales en los que solo recibió 369 goles en contra y con los que logró cinco títulos. Tiene el récord de más minutos sin recibir tantos en la institución y el de haber jugado 180 encuentros consecutivos sin faltar.
En 1988, cuando llegó el Mono a Boca, también vino Walter Perazzo, delantero nacido en Colombia y que luego representó a la Argentina por herencia familiar. En su primer Superclásico marcó el primero de los dos tantos de la victoria por 2-0 y generó ilusión, pero su paso terminó siendo menos de lo esperado. 66 partidos, 14 gritos y la obtención de 2 títulos es lo que los números reflejaron de su estadía.
El primer colombiano puro, sin familiares directos nacido en Argentina, fue John Jairo Trellez. El delantero arribó en 1994 generando una enorme expectativa debido a sus grandes condiciones, pero lamentablemente su paso fue muy fallido y la gente suele recordarlo como uno de los peores refuerzos de los últimos tiempos. Solo jugó 19 partidos y marcó 2 goles.
La santa trinidad. Jorge Bermúdez, Oscar Córdoba y Mauricio Serna son quizás los grandes referentes del fútbol colombiano en Boca Juniors. El central y el arquero arribaron juntos en 1997, mientras que el volante lo hizo al año siguiente. Fueron parte fundamental del ciclo dorado de Carlos Bianchi en el que lograron todos los títulos posibles, incluyendo la gran final contra el Real Madrid en Japón. Muchos de los hinchas los tienen a cada uno de ellos como los mejores en su puesto dentro de toda la historia. Ellos generaron que la mayoría de la gente de su país tenga un fanatismo por el Xeneize. La Pantera acumuló 162 encuentros (recibió solo 167 tantos) y sumó 6 títulos debajo de los tres palos; el Patrón acumuló la misma cantidad de campeonatos en 165 juegos (anotó 16 gritos). Por su parte, Chicho sumó 5 trofeos en 123 partidos (marcó 2 goles).
En medio de los dos ciclos exitosos de Carlos Bianchi estuvo un correcto regreso del Maestro Tabárez, quien sumó al colombiano Iarley Dinas como un refuerzo express para la Copa Sudamericana del 2002. Pesado, y mostrando un estado físico cuestionable que hacía que su apodo de «Bombon» pareciera una ironía, el marcado central solo jugó un partido y medio en la eliminación que sufrió el Xeneize ante Gimnasia de La Plata en esa competición.
La vuelta de Carlos Bianchi en el 2003 sirvió para volver a poner a Boca Juniors en lo más alto del mundo. Tras sumar su tercera Copa Libertadores, el Virrey decidió que dos de sus refuerzos para la segunda mitad del año sean los cafeteros Luis Amaranto Perea y Fabián Vargas. El lateral o central solo jugó una temporada, sumando 29 partidos (0 goles) y 2 títulos; si bien su paso fue breve, dejó una gran imagen y un enorme recuerdo debido a la impresionante velocidad que tenía. Por su parte, el volante completó un total 145 partidos (marcó 4 tantos) en los que consiguió ser el colombiano más ganador de la historia del Xeneize con 8 títulos; eso lo consiguió en dos ciclos, ya que fue cedido durante una temporada al Inter de Porto Alegre.
Gerardo Bedoya tuvo un breve paso por Boca Juniors en el 2005, ya que fue refuerzo exclusivamente para la Copa Libertadores, en la que llegó a disputar solo 3 partidos. Su paso por Racing había dejado una buena imagen y lamentablemente no tuvo chance de seguir jugando en el Xeneize. Otro que estuvo poco tiempo fue Freddy Guarín, volante que llegó de Envigado para reforzar las inferiores y que actuó 2 partidos en el equipo campeón del Clausura 2006. Tras irse del Xeneize hizo una gran carrera en Europa y en su selección, siendo ahora uno de los mejores pagos en el fútbol de China. El que cierra este tridente de estadías cortas es Breyner Bonilla, marcador central recomendado por el Patrón Bermúdez y que solo llegó a disputar 3 encuentros oficiales en el 2010; se fue denunciando discriminación de sus rivales luego de pegar una patada épica ante Bertoglio que le costó la roja en un duelo frente a Colón de Santa Fe.
Frank Fabra llegó a Boca a principio del 2016 y aún persiste dentro del plantel titular. El lateral por izquierda, que vuelve este semestre tras recuperarse de una ruptura de ligamentos, suma 63 partidos, 7 goles y 2 títulos. En ese mismo año, pero seis meses después, arribaron Wilmar Barrios y Sebastián Pérez. El primero es uno de los jugadores más queridos por parte de los hinchas y se teme que se vaya al fútbol europeo; en total acumula 66 encuentros (1 grito) y 2 campeonatos. El segundo sigue perteneciendo al Xeneize, pero se encuentra cedido a préstamo en el Barcelona de Guayaquil tras un mal paso por el Pachuca de México. Se esperaba mucho de él tras haber sido figura por mucho tiempo de Atlético Nacional y por ser probado por el Arsenal de Inglaterra. Lamentablemente Guillermo nunca lo puso en su puesto con continuidad y una lesión dura en su rodilla lo perjudicó; hasta ahora disputó 19 juegos con el Xeneize (sin tantos) en los que sumó 2 trofeos.
Edwin Cardona es un jugador que divide las aguas. El enganche arribó en el 2017 y alternó grandes actuaciones con otras muy deslucidas en sus 46 partidos. Anotó 11 goles, siendo los más recordados los que le hizo a River y a Independiente; pero también porque mantuvo el récord curioso de que cada vez que él gritaba Boca ganaba. Guillermo siempre insistió en utilizarlo de extremo, aislándolo del juego y obligándolo a retroceder, algo que claramente lo perjudicó y hasta lo dejó fuera del Mundial cuando era una fija para Colombia. Su ausencia en el banco en la final en Madrid aún sigue sin entenderse. La dirigencia no utilizó la opción de compra y regresó al fútbol mexicano para jugar con el Pachuca.
Sebastián Villa era, hasta la llegada de Jorman Campuzano, el último colombiano en llegar a Boca. El extremo arribó en la segunda mitad del 2018 tras brillar en el Deportivo Tolima campeón de su país. Joven, veloz, es una apuesta a futuro al igual que el reciente refuerzo del Xeneize. El delantero acumula 18 partidos y 2 goles en el club.
Jorman Campuzano tiene el talento para brillar en Boca y de ser otro más dentro del grupo de grandes colombianos que brillaron con la azul y oro. Depende de él, tiene la historia ahí para agarrarla y hacerla suya.
Los colombianos que jugaron en Boca:
1 -Carlos Navarro Montoya (1988-1996)
2- Wálter Perazzo (1988-1990)
3 – John Jairo Tréllez (1994)
4 – Óscar Córdoba (1997-2001)
5 – Jorge Bermúdez (1997-2001)
6 – Mauricio Serna (1998-2002)
7 – Arley Dinas (2002)
8 – Luis Amaranto Perea (2003-2004)
9 – Fabián Vargas (2003-2006, 2007-2009)
10 – Gerardo Bedoya (2005)
11 – Freddy Guarín (2005-2006)
12 – Breyner Bonilla (2009-2010)
13 – Frank Fabra (2016-Presente)
14 – Sebastián Pérez (2016-2018)
15 – Wilmar Barrios (2016-Presente)
16 – Edwin Cardona (2017-2018)
17 – Sebastián Villa (2018 -Presente)
Pingback: Jorman Campuzano: “Llegué al más grande de Argentina” – Diario Xeneize