El Apache pisó La Bombonera tras más de diez años y el equipo lo acompañó para derrotar a Quilmes y seguir en lo más alto de la tabla.
La fiesta volvió al barrio de La Boca. Carlos Tevez fue el protagonista de una de esas tardes que se transformarán en anécdotas durante generaciones. Con la 10 en la espalda, el último gran ídolo vigente que tiene el Xeneize, hizo delirar a una Bombonera que se llenó al extremo. Con él en cancha el equipo se vio súper motivado y logró derrotar a Quilmes por 2-1 para quedar como el único líder del campeonato.
Tevez en su primer contacto con la pelota ya demostró que volvió intacto. Primero chocó con el defensor, haciéndole sentir su potencia, luego tiró un sombrero bárbaro para sacarse una marca y demostrar su jerarquía individual. Pese a su presencia, el equipo en el primer tiempo sufrió el juego de Quilmes, atacando poco y encontrando el gol a los 25 minutos luego de un gran pase de Pérez en el que Palacios erró el mano a mano, pero después anotó su propio rebote.
Boca mejoró mucho en el segundo tiempo y llegó al segundo con un golazo sensacional de Jonathan Calleri. El delantero quiso tocar al medio para que anote Tevez tras una contra que inició Palacios, pero Uglesich cortó el pase y se la dejó nuevamente al 27 de Boca, que se la pinchó a Benítez con una rabona antológica haciendo delirar a la gente.
El unico susto del partido llegó tras un descuento de Quilmes en pelota quieta. Canelo se aprovechó de que Peruzzi se distrajo y de que Orion se quedó en la línea para poner el 1-2 de cabeza. Aún así, y pese a que se acercó en el resultado, el Cervecero nunca hizo peligrar la victoria.
Benítez con sus atajadas, el travesaño a la chilena del Cata Díaz y el poste a Tevez, fueron las claves que evitaron que Boca gane con mayor diferencia y tranquilidad.
Volvió Tevez y Boca está en lo más alto del campeonato. La próxima fecha será una prueba real para el Apache y el equipo, ya que hay que visitar Córdoba para enfrentar a Belgrano, otro de los candidatos al título.