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Editorial

Un sueño atemporal

Emanuel Trípodi hizo inferiores en el Xeneize pero nunca llegó a debutar, este domingo, con 32 años, por fin logrará aquello que anheló desde que era chiquito: atajará en un partido oficial con Boca Juniors.

En 1998 el club tenía en sus inferiores un gran equipo que daba exhibición en cada uno de los partidos que le tocaba disputar. Más allá de los talentos de Burdisso, el Chaco Giménez o el Pollo Herrera. Había dos arqueros de gran categoría que se disputaban los tres palos del Xeneize y la Selección Juvenil. Uno era Wilfredo Cabellero, quién en la actualidad defiende la valla del Málaga de España con gran calidad. El otro era Emanuel Trípodi, un chico alto, flaco que llegaba hace poco de Cómodo Rivadavia por pedido de Jorge Griffa y que, pese a esto, comenzaba a ganarse un lugar. Pese a sus condiciones, e incluso habiendo llegado a estar bajo la mirada de Bianchi en alguna práctica de la Primera contra la Reserva, nunca llegó a tener el bautismo sagrado en la institución. Por lo que tuvo que sacrificar sus deseos para buscar la continuidad en otros destinos  como Unión de Santa Fe, la CAI y Quilmes. Este domingo, con 32 años y una carrera ya conformada, cumplirá su sueño: atajará con el buzo de Boca por primera vez.

Como sucede siempre, es en estos momentos es cuando hay que recordar todo el esfuerzo que se hizo hasta acá; el propio, el de la familia y de todos los que uno tiene cerca. Valorarlo y poner todo para que salgan las cosas bien.

Así Trípodi se refirió al suceso que le cambiará la vida y que tachará una de las grandes cuentas pendientes que tenía en su carrera. La convocatoria de Agustín Orion a la Selección Argentina le abrió las puertas de su sueño y del arco de Boca Juniors.

El arquero llegó como refuerzo en este receso debido a la ida de Oscar Ustari a España. Con el pase libre y por pedido de Bianchi, fue elegido entre una extensa lista de posibles candidatos a ocupar los tres palos del Xeneize, por su personalidad. De gran físico, atajador, con un correcto uso del pie que incluso le sirvió para marcar un gol de arco a arco cuando atajaba en la CAI. Trípodi tiene características más similares a las de Orion o al Pato,  que a las que tuvo Navarro Montoya u Gatti. Es decir, sobrio y fuerte sobre la línea, pero con ciertas dificultadas a la hora de salir del área chica.

Llegó la hora de cumplir el sueño, ahora todo ya depende de él. Trípodi está ante la gran oportunidad de demostrarle al mundo del fútbol, toda su calidad.

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