El técnico más ganador de la historia de Boca dio su opinión en el diario Olé sobre el gran momento de Román.
Lo veo muy bien a Román, en un gran nivel, y me da placer que así sea porque fue muy criticado hasta hace no tanto: se decía que jugaba poco o le cuestionaban que se lesionaba y siempre, invariablemente, le encontraban algún pero a sus actuaciones.
Gracias a sus grandes condiciones, Román está mostrando todo lo que sabe. Y desde la madurez, maneja los tiempos del partido tácticamente. A veces, de joven se hace un mayor desgaste: uno corre más porque sabe que tiene resto para hacerlo. Pero llega un momento en el cual, por más que se esté muy bien físicamente -como lo veo a él en este momento- hay que saber administrar la energía. Y él lo hace. Hoy Román corre y sabe prefectamente dónde tiene que estar para que sus compañeros lo encuentren rápido, para estar desmarcado cuando lo necesitan. Así, buscando su lugar en la cancha, ubicándose en un espacio donde no lo asfixie una marca, se genera esos segundos necesarios para pensar y decidir qué destino darle a la pelota cuando le llega, cómo seguir la acción.
También es un punto a favor, por supuesto, que no juegue todos los partidos: no es lo mismo uno por semana que tres, y entonces él puede prepararlos desde lo físico y desde lo mental también porque cuenta con la recuperación necesaria.
No puedo compararlo con el del 2007 porque yo no estaba acá y no pude seguir todos sus partidos, pero sí está claro que lleva muy bien sus casi 34 años (los cumple en junio) y en eso es fundamental que respira placer jugando al fútbol cuando a muchos otros les resulta un suplicio.
