Diario Xeneize te detalle cuáles son las virtudes de este joven delantero que tiene todo para transformarse en un verdadero crack.
Jonathan Calleri es el gran proyecto de delantero que tiene el fútbol argentino. Con apenas 21 años, y luego de sólo seis meses en el club más grande del país, ya demostró condiciones para creer que su futuro no tiene límites. Entrega, conocimiento del juego, técnica de traslado, cabezazo, capacidad rebotera y un sobresaliente juego de espaldas, son algunos de sus puntos más fuertes. Hoy es el jugador al que Rodolfo Arruabarrena tiene que apuntar para aprovechar y darle herramientas que lo transformen en ese crack que todos sueñan que sea.
La poca generación de juego que por momentos tiene Boca podría exponerlo, ubicándolo en la lista de los nueve de área que pasaron sin pena ni gloria por el club. Pero en vez de lograr eso, el efecto es totalmente el contrario: su extraordinaria capacidad para aguantar la pelota y conseguir posesiones de la nada, sirven para ocultar las falencias de creación del equipo, convirtiéndolo el verdadero sostén del ataque.
Jonathan Calleri no sólo se consigue armar sus propias situaciones por cómo presiona arriba, también es un generador de posesiones que parecían perdidas. Es normal verlo luchar contra uno o dos rivales, convirtiendo los pelotazos sin sentido en opciones de ataque para Boca. Esto se debe a que tiene una gran fuerza mental para no deprimirse ante la soledad provocada por la distancia entre líneas. También porque es un jugador que maneja muy bien el cuerpo, balanceando su peso para defenderse de los embates de los defensores. Pero en especial tiene que ver con su virtuosismo a la hora de pivotear, eligiendo casi siempre bien cómo aprovechar la llegada desde atrás de sus compañeros. Es para el destaque su valentía, esa que usa para pedirle a su compañeros que jueguen con él en los momentos más difíciles, aún cuando se encuentra de espaldas y muy marcado.
Nueve fueron los goles que marcó en el primer semestre, transformándolo en el goleador del equipo. En este año ya anotó ante Racing, para dejar en claro que lo otro no fue sólo una racha positiva. La realidad es que hoy son sus compañeros los que están en deuda con él, ya que no sólo lo acompañan como debería, sino que no suelen asistirlo con la eficacia y constancia que se merece. Claro, también es cierto que Calleri tiene que buscar mejorar ciertos movimientos en el área, para pueda volverse más decisivo.
Jonathan Calleri, el hombre de las mil y un posesiones. El diamante en bruto que Boca debe pulir, cuidar y disfrutar.