Frustración clásica

El plantel comandado por Rodolfo Arruabarrena volvió a sumar una nueva derrota ante uno de los rivales con los que no se debe caer.

La historia se repite una vez más. Boca Juniors no tuvo ideas ni juego y se fue sin sumar puntos de un clásico. En Avellaneda, Rodolfo Arruabarrena sumó otra derrota en frente a un Racing que con muy poco volvió a exponer su falta de preparación para estos partidos.

Pérez de enganche o falso nueve. Tevez casi de doble cinco en el círculo central. El reino del revés gobernó a Boca Juniors durante la primera parte; período en el que con esos cambios de posiciones, sumada a la imprecisión de los dos jugadores que mejor debían pasar la pelota, culminó con un Racing aprovechando al máximo una de las contras que tuvo. Roger Martínez con un taco de lujo decretó un 1-0 que sería definitivo.

En el segundo tiempo el ingreso de Chávez generó cierta expectativa en Boca. Pero fue sólo por dos jugadas individuales del Comandante, una por un pelotazo de Meli y otra que se armó él luego de quedar en evidencia que no tiene remate de derecha, y no por juego colectivo. Arruabarrena, más allá de sus planteos tácticos y decisiones de a quién poner y a quién no, sigue evidenciando un problema que es esencial para cualquier equipo: no hay un patrón de juego.

Esta derrota exagera la ya mala estadística del Vasco frente a los grandes. Pero además, aleja a Boca Juniors de los punteros en un campeonato demasiado corto y que es vital para la clasificación a la Libertadores del año próximo.

El próximo jueves habrá chance de revancha frente a Racing por la Copa Libertadores. Luego, el domingo, llegará el Superclásico contra River Plate. Es momento de que este plantel reaccione y empiece a devolverle a los hinchas de Boca Juniors parte del tremendo apoyo con alegrías en estos encuentros decisivos.