La defensa, el punto más débil

Analizamos las incorporaciones defensivas durante la gestión de Daniel Angelici que sirve para explicar por qué el equipo tiene tantos problemas en ese sector.

La actual dirigencia de Boca, que asumió a principios del año 2012, es conocida por invertir grandes cantidades de dinero en cada mercado de fichajes. La particularidad, es que en aproximadamente 5 años de gestión, llegaron al club solo 20 jugadores que ocuparon la última línea defensiva, siendo el gran déficit del Xeneize en toda la era Angelici.

Mientras se debate si Boca debe comprar ahora o en junio un central, te dejamos un repaso de los nombres y rendimientos de cada uno de los defensores que fueron incorporados durante la era Angelici. ¿El problema es actual o de años? Mirá los datos y sacá tus propias conclusiones:

Inicial 2012

 

Guillermo Burdisso: el hermano menor de Nicolás llegó al club tras buenos pasos por Rosario Central y Arsenal de Sarandí. La dirigencia le ganó en una pulseada a River Plate por hacerse de sus servicios. El cordobés disputó 41 partidos entre 2012 y 2015, marcando 3 goles (con una cesión de 6 meses al Gatasaray en 2014). Fue titular con Falcioni y en el inicio de Bianchi, pero su bajo rendimiento lo hizo perder su lugar. A pesar de que casi no era tenido en cuenta durante el ciclo Arruabarrena, sorpresivamente jugó los octavos de final de la Copa Libertadores para estar de titular en la vuelta del Superclásico. Acabó yéndose libre al León de México, a pesar de que el club buscó retenerlo.

Lisandro Magallán: fue comprado a Gimnasia de La Plata como una apuesta a futuro, pero nunca pudo asentarse en la primera de Boca. Fue cedido en 2013 a Rosario Central, y en 2015 a Defensa y Justicia. Disputó 24 partidos con la camiseta Xeneize y anotó un gol en el Monumental ante River Plate. Continúa en el club.

Emiliano Albín: arribó a Boca tras un gran paso por Peñarol y como una promesa. Sólo se mantuvo un año en el club, disputando 21 partidos sin anotar goles. Tras flojísimas actuaciones, y algunos problemas con Carlos Bianchi y Agustín Orión, acabó volviendo al aurinegro uruguayo.

Final 2012

Claudio Pérez: el Chiqui, quién se hizo conocido tras el ascenso de Belgrano en el año 2011, fue el primer elegido por Carlos Bianchi para reforzar la defensa tras la ida de Rolando Schiavi y luego de no poder incorporar a Goltz ni al Cata Díaz. Con una carrera en clubes del ascenso y en el Pirata cordobés, el Xeneize era el primer paso grande en su vida. A pesar de ser la elección del Virrey, el defensor central no tuvo buenos partidos con la camiseta de Boca, sumado a algunas lesiones musculares y una clara falta de estado físico, algo que generó que volviera al cuadro celeste. En una temporada y media con la camiseta Xeneize, disputó 38 partidos y marcó 2 goles.

Ribair Rodríguez: otro que se hizo conocido por la promoción 2011 llegaba al club, en su caso lo hizo proveniente del Siena de Italia. A pesar de que Bianchi lo contrató para cumplir el rol de volante defensivo luego de no poder traer a Guido Pizarro, su falta de claridad con la pelota y el bajo rendimiento de los defensores lo hicieron bajar a ocupar el puesto de marcador central. Si bien tuvo algunos partidos interesantes en esa posición, su rendimiento bajó y fue vendido en 2014 al Santos Laguna. Jugó 26 partidos y anotó un tanto con la camiseta azul y oro.

Inicial 2013

Daniel Díaz: el Cata, que ya había ganado todo con la camiseta Xeneize, retornó al club luego de una importante carrera en el Getafe y en el Atlético Madrid. Apenas llegó logró quedarse con un lugar entre los once y ser una de las voces fuertes dentro del equipo. Titular indiscutido con los tres entrenadores por los que fue dirigido en esta segunda etapa, el central disputó 106 partidos, marcó 6 goles y ganó dos títulos. Tras la fatídica semi contra Independiente del Valle, Guillermo Barros Schelotto decidió no tenerlo en cuenta en el futuro, por lo que el defensor acabó volviendo al club español. Fue uno de los pocos aciertos de la dirigencia en esta posición.

Final 2014

Juan Forlín: llegó a préstamo por un año desde el Al-Rayyan de Qatar. Formó una sólida dupla con Daniel Díaz, pero insólitamente el club decidió no hacer uso de la opción de compra y se fue tras finalizar la cesión. Disputó 20 partidos y anotó un tanto. Sin dudas fue otro de los aciertos en el puesto.

Hernán Grana: el lateral derecho llegó procedente de Belgrano y fue otro pedido de Carlos Bianchi al no poder traer a Araujo de Lanús. Su nivel fue muy malo y acabó perdiendo el puesto con Leandro Marín. Con la camiseta de Boca jugó 21 partidos y no anotó goles. Acabó yéndose al Columbus Crew de Estados Unidos tras solo una temporada en el Xeneize.

Primera División 2014

José Pedro Fuenzalida: el chileno arribó al club desde Colo Colo. Comenzó jugando como volante por derecha con Carlos Bianchi, pero ocupó muchas veces la posición de lateral derecho con Arruabarrena y hasta fue improvisado como lateral izquierdo en alguna ocasión. Si bien tuvo minutos con ambos entrenadores, casi siempre entraba desde el banco de suplentes o estaba en un segundo equipo, por lo que en 2015 decidió marcharse a Católica de su país. Marcó un gol en 36 encuentros con la camiseta azul y oro.

Mariano Echeverría: el central fichó como agente libre. Tuvo minutos con Bianchi con actuaciones irregulares, pero no fue tenido en cuenta por Rodolfo Arruabarrena. Solo seis meses en Boca y acabó volviendo a Tigre, su actual club. Disputó 16 partidos y anotó 2 tantos en el club de La Ribera.

Primera Divisón 2015

Alexis Rolín: llegó a Boca un día después de recibir una goleada ante Racing en un amistoso de verano, donde la línea defensiva fue desastrosa. Da la sensación que su fichaje fue para calmar las aguas tras las críticas recibidas a los centrales, ya que venía de muchas lesiones en el Catania y su rendimiento era una incógnita. No pasó la revisión médica, pero igualmente decidieron que fuera refuerzo. El uruguayo firmó un préstamo por 18 meses, terminó yéndose libre a Olimpia de Paraguay. Disputó 15 encuentros, no marcó goles y ganó dos títulos.

Gino Peruzzi: el club adquirió al lateral derecho también proveniente del Catania. Sin tener actuaciones desorbitantes, le bastó para quedarse con una posición que hacía años no tenía un dueño definido, aunque para muchos sigue siendo cuestionado. Disputó 55 partidos con la camiseta Xeneize, marcó 3 goles y ganó dos títulos.

Marco Torsiglieri: tras pasar por algunos clubes de Europa, el central surgido en Vélez Sarfield arribó a Boca en condición de cedido con opción de compra. Fue uno de los puntos más altos de la era Arruabarrena, formando una gran dupla con Daniel Díaz. Increíblemente, el Vasco lo dejó en el banco durante la eliminatoria con River en la Copa Libertadores, lo que generó un malestar en el jugador que acabó rescindiendo su contrato 6 meses antes para irse al fútbol mexicano. Con la camiseta Xeneize jugó 15 partidos y no hizo goles.

Luciano Monzón: el lateral izquierdo surgido en las inferiores de Boca retornó por segunda vez al club tras su paso por Europa. A pesar de no tener competidor natural en el puesto, ya que Nicolás Colazo era improvisado como defensor, ninguno de los dos terminó de ganarse un lugar en el equipo titular. Tras un año en el Xeneize acabó yéndose a la U de Chile como agente libre. Disputó 24 partidos, marcó dos goles y ganó dos campeonatos.

Segundo semestre 2015

Fernando Tobio: el defensor central llegó a préstamo del Palmeiras y mantuvo un nivel regular durante su primer año, dónde se ganó un lugar haciendo dupla con Daniel Díaz. Boca se negó a comprarle el pase debido a su precio, pero después de algunas idas y vueltas bastantes desprolijas de la dirigencia, el ex Vélez Sarfield acabó renovando su cesión y resignando dinero para seguir jugando con la camiseta Xeneize. Ganó dos títulos, disputó 39 partidos y no anotó goles.

Primera División 2016

Jonathan Silva: llegó a préstamo por seis meses desde el Sporting de Portugal. Conocido en el país por su rápido y buen paso por la primera división de Estudiantes de La Plata, el lateral izquierdo no logró quedarse con la titularidad en Boca, a pesar de ser del gusto de Guillermo Barros Schelotto. A mediados de 2016, Boca llegó a un acuerdo con el club luso para extender su cesión por un año más. Disputó 28 partidos y marcó un gol con la casaca azul y oro.

Leonardo Jara: Boca adquirió al ex Estudiantes de La Plata y lo utilizó en muchas posiciones. Cuando parecía que se asentaba como titular en la mitad de cancha Xeneize, perdió su lugar previo a la eliminación de la Copa Libertadores. Actualmente es la alternativa de Gino Peruzzi en el sector derecho de la defensa. Jugó 24 partidos e hizo un gol en el club de La Ribera.

Frank Fabra: el colombiano, que llegó desde Independiente Medellín, fue uno de los pocos aciertos en las incorporaciones defensivas. A pesar de no ser 100% del gusto del actual cuerpo técnico, su jerarquía en el ataque hicieron que se gane un puesto en la defensa. Cosecha 3 goles en 24 partidos con el Xeneize.

Juan Manuel Insaurralde: el chaco retornó al club después de un buen paso durante la era Falcioni y tras jugar en Rusia y en México. Tuvo actuaciones irregulares, sobre todo debido a la manera en la que defiende el equipo, que por su estilo no lo favorece. A pesar de esto, el central logró hacerse un lugar entre los titulares en la mayoría de los partidos. En su última etapa lleva 35 partidos jugados con un tanto.

Segundo Semestre 2016

Santiago Vergini: el defensor llegó pensando en la Copa Libertadores, pero como no pasó la revisión médica el pase se dilató. Luego no terminó jugando por un problema físico. Con un paso por Inglaterra y España, y tras algunos partidos en la selección durante la era Martino, el ex Newells llegó libre a Boca. Actualmente es titular indiscutido para Guillermo Barros Schelotto, a pesar de no demostrar nunca seguridad en la defensa. Con la camiseta azul y oro disputó 17 partidos y no anotó goles.

Durante estos 5 años de mandato, llegaron al club 11 centrales, 6 laterales y 3 volantes que fueron improvisados en la línea defensiva. La falta de jerarquía, las lesiones, el mal funcionamiento, o la incongruencia entre las características de los refuerzos y el estilo de juego buscado, lograron que la mayoría de estos defensores tuvieran un triste paso por la institución más grande de la Argentina. Lo más insólito, es que los pocos que rindieron no fueron retenidos por la dirigencia. ¿Cuánto dinero se ahorraba el club si se retenía a Forlín o a Torsiglieri en su momento?

Hoy este sector sigue siendo el más vulnerable; Guillermo no quiere incorporar y Angelici aceptaría su decisión. ¿Le costará a Boca el seguir sin valorar una parte decisiva dentro de cualquier equipo?