Te contamos los detalles detrás de lo que fue otra gran actuación del único grande.
Boca igualó sin goles ante Lanús en La Bombonera y terminó pasando a los cuartos de final del Torneo Apertura 2025 al ganar por penales la serie. Con este resultado el Xeneize consiguió superar una nueva instancia y ahora espera por el vencedor de Independiente Rivadavia contra su par de Avellaneda, duelo que también se disputará en casa.
Mariano Herrón sólo dispuso del ingreso de Lucas Blondel por lesionado Luis Advincula en el lateral derecho. El Xeneize salió a presionar alto y buscó dominar desde el inicio, aunque sin lograr generar mucho peligro. Aún así, tuvo la más clara en el arranque, con un centro de Velasco que Merentiel anticipó desviado en el primer palo.
Por su parte, Lanús salió de contra y trató de aprovechar la velocidad de Salvio, Bou, Carrera y Moreno. Ellos tampoco estuvieron finos en los últimos metros, pero asustaron con un remate al lado del palo del Toto que vino de una distracción de Boca en un lateral. Afortunadamente, en esta ocasión el error infantil no costó caro.
Pese a que el desarrollo del partido estaba claro y Boca, sin profundidad, era mejor. Lo más importante de la primera parte estuvo en la polémica arbitral, porque el arbitraje de Leandro Rey Hilfer fue escandaloso, no por omitir penales o acciones flagrantes, si no por su criterio a la hora de sancionar el juego brusco de Lanús. El ejemplo perfecto estuvo en el uruguayo Méndez, que recién fue amonestado tras su tercer infracción severa.
Esta jugada sería determinante, porque en el complemento, porque el jugador de Lanús bajó con un tacle a Velasco sobre la línea y el árbitro ni sanción la falta sólo para evitar la roja por doble amarilla. De hecho, el colmo vino cuando amonestó a Rojo por protestar una tarjeta sobre el segundo central de Lanús, que recién tras todo lo que recriminó el capitán de Boca se dignó a sancionar.
Fuera de un nuevo arbitraje lamentable, Boca en el complemento apostó por los ingresos de Alarcón, Giménez, Saracchi y Zeballos. El Xeneize tuvo un par con disparos de Blondel y el Chango, haciendo figura al arquero. Pero Lanús tuvo las suyas con una que bloqueó Rojo en el punto del penal y una posterior tapada de Marchesín.
Llegaron los penales, pero antes el momentos más tenso. Porque si bien durante gran parte del encuentro los jugadores fueron los apuntados por la cancha, justo antes de los remates desde los doce pasos le llegó a la dirigencia, con insultos en general y sin ir en particular a Riquelme, y con el pedido de que «se vayan todos». Más allá de que el enojo es totalmente entendible por lo que viene siendo el último año y medio del club, lo curioso fue el momento, ya que se venía la definición de un partido trascendental y se vivió con un clima muy tenso.
Ya en los remates, Marchesín tapó el primero y Lanús desvió su tercero, por lo que la efectividad de Boca fue clave para el pasaje a cuartos. Ahí marcaron Rojo, Zeballos, Alarcón y Giménez, quien fue el héroe que anotó el desenlace. Ahora, como se dijo arriba, se vendrá alguno de los Independiente. La gente, más enojada que contenta, mandó un mensaje que deberá retumbar en cada una de las paredes de un estadio que necesita latir para, entre todos, sacar adelante esto y terminar festejando.
