Es mediodía se juntaron Carlos Bianchi y el brasileño Tite en las instalaciones de la Bombonera. Dos de los entrenador más ganadores de los últimos tiempos se reunieron en un encuentro único.
Adenor Leonardo Bacchi, más conocido como Tite (53 años), técnico brasileño campeón con el Inter de Porto Alegre y Corinthians, vino a Buenos Aires para ver la final de la Copa Libertadores y aprovechó para darse una vuelta por La Boca y tener un almuerzo a puro fútbol con Carlos Bianchi, quien alguna vez lo señaló como candidato a dirigir la selección de Brasil. El Virrey le abrió las puertas del complejo Pedro Pompilio en un cálido encuentro.
“Siempre es un placer venir a Buenos Aires, es una ciudad que me gusta mucho, además porque los gauchos tenemos una manera de ser parecida a los rioplatenses. Y sobre todo es un placer tener la posibilidad de hablar de fútbol con un técnico de la jerarquía de Carlos Bianchi. Estoy muy agradecido por el tiempo, los obsequios y la hospitalidad”, señaló Tite, quien ganó la Sudamericana y la Suruga Bank con el Inter de Porto Alegre y luego vivió el ciclo más exitoso de la historia de Corinthians, que incluyó Copa Libertadores 2012 (final ante Boca), Mundial de Clubes y Recopa.
Tite llegó al club acompañado de su ayudante Cléber Xavier, fiel escudero del DT brasileño con 15 años de trabajo juntos, y al almuerzo se sumaron también los ayudantes del Virrey para una charla a puro fútbol, táctica, sistemas y pelotas. Una mesa que reunió 13 copas internacionales entre las 8 del entrenador argentino (3 en Vélez) y las 5 del brasileño.
Por supuesto, no faltó el agradecimiento personal de Tite para Bianchi por haber dicho públicamente que tenía que dirigir la Selección, y tampoco el reconocimiento del Virrey sobre aquel duelo en la Copa del 2013 que los puso frente a frente por única vez: “Corinthians era el mejor equipo de la Copa”. Aquella serie de octavos terminó con triunfo de Boca en la Bombonera 1-0 y empate 1-1 en Pacaembú para que el Virrey extendiera a ocho su invicto en duelos de Copa ante brasileños. Curiosamente, ésa en la Bombonera fue la única derrota de Tite en 14 partidos ante equipos argentinos.
Tras el almuerzo, los obsequios y las fotos de rigor, Tite y Cléber siguieron la recorrida por la Bombonera y el Museo de la Pasión, donde muchos compatriotas lo reconocieron y le pidieron fotos, y luego posó con esa Copa Libertadores que alguna vez tuvo en sus manos y es pasión en Sudamérica.
Fuente y foto: Boca prensa.