En el primer Súperclasico por Torneos de la AFA, las Gallinas hicieron todo lo posible por suspender el partido cuando iba empatado. Hace más de ochenta años comenzaba un camino de vergüenza de los Núñez ante Boca Juniors.
La previa ya dio un marco que no era el habitual al de otros partidos. Boca y River se cruzaban por primera vez en un torneo de la AFA en la fecha 17 del campeonato de 1931. El encuentro se disputó en la vieja cancha Xeneize y ya en la Reserva se demostró que no iba a ser un día más: los azul y oro ganaban por 2-1 que terminó en una batalla campal con suspensión incluida.
La gente había llegado desde temprano y había observado el encuentro de la Reserva contagiándose del clima tenso. Ante la reacción popular, el partido principal adelantó su horario de inicio, algo que demuestra la precaridad de la organización del fútbol argentino en sus inicios.
El partido comenzó y River arrancó con el pie derecho al encontrarse ganador gracias a un gol de Peucelle cuando apenas había pasado un cuarto de hora. Boca se llenó del aliento de su gente y fue con todo por el empate . A los 30 minutos llegó el momento que generó el bochorno de las Gallinas: un penal para el Xeneize.
Los jugadores de River Plate nerviosos, descontrolados, comenzaron su exhibición patética en la protesta por la sanción del árbitro Escola del penal. Tras varios minutos de reclamos, Varallo fue y ejecutó el disparo, pero Irribarren, arquero rival, se lo tapó. Como buen goleador, Pancho no se quedó estático ante su falla, fue con todo y marcó de rebote el empate de Boca ante la explosión de felicidad del público.
Aquel grito de alegría volvió a desatar la furia en los jugadores de River Plate, quienes en un acto de locura le protestaron violentamente al árbitro por la sanción del penal y por creer que Varallo cometió infracción sobre Irribarren en el gol. Tanto descontrol tuvo sus consecuencias, Escola expulsó a Belvidares, Bonelli y Lago dejando al visitante con tres jugadores menos.
River, lejos de tranquilizarse ante el castigo justo del árbitro, inició una actitud infantil y caprichosa. Los jugadores expulsados se negaron a dejar el campo de juego, y tras muchos minutos de un show patético, el partido terminó suspendido. El tribunal terminó dándole el triunfo al Xeneize por 1-0 y las Gallinas comenzaron un historial de bochorno que continuaría hasta la actualidad.
Ese Boca formó: Fossatti, Ludovico Bidoglio, Mutis, Moreyras, Spitale, Suárez, Penella, Varallo, Vargas, Cherro y Alberino.
Varallo recuerda aquél penal:
cristina sikos
21 septiembre, 2013 at 12:43
y la organizacion actual ?