Boca Juniors se jugaba más que un partido. Por todo lo que se habló en la semana, al conjunto Xeneize no le quedaba otra que ganar. Enfrente tenía a Deportivo Capiatá, club fundado en 2008 que venía de hacer historia. Sin ideas, el equipo de La Ribera se llevó una dura derrota de local.
Deportivo Capiatá es el rival de Boca por octavos de final de la Copa Sudamericana. Un joven equipo fundado hace apenas seis años viene de hacer historia tras dejar fuera del certamen a Caracas (Venezuela).
Tras una semana de muchas polémicas en los medios por las declaraciones de Echeverría y de Irrazábal, Boca se jugaba mucho más que un partido. De ganar, sería lo lógico. Si Boca perdía, se venía la noche.
El partido, con un margen increíble de público Xeneize, comenzó favorable para Boca. Pese a no tener ideas muy claras -lo que se observó durante todo el encuentro-, el conjunto de La Ribera tenía el dominio de la pelota. Sin embargo, luego de un tiro de esquina y un rebote en Magallán, llegó el gol del conjunto visitante.
Luego del gol llegó un penal no cobrado para Boca -que de todos modos no justifica la mala actuación del equipo- y en la segunda parte fueron constantes arremetidas del Xeneize, tratando de atropellar al rival que se supo defender de manera excelente con una gran actuación de su arquero Franco.
La revancha será el jueves próximo en Paraguay. ¿Podrá el Xeneize ser fiel a su historia y revertir la mala imagen para pasar a una nueva fase del certamen? Esperemos que el sí, que el equipo pueda encontrar buen juego y poner a Boca donde debe estar.
