Un repaso de la actualidad de Boca Juniors. Un año, 365 días y mil sucesos. Lo bueno, lo malo y lo que debe recuperarse.
Corría el mes de diciembre de 2011 y Boca se encontraba presto a ser otra vez campeón del fútbol doméstico. Esta vez con varios récords en su haber: invicto, valla menos vencida y mayor diferencia para con el segundo. Boca tenía un equipo altamente competitivo. Paralelamente, River perdía 1 a 0 con Boca Unidos, con gol de Núñez y su ascenso a primera no estaba asegurado. La mancha crecía y crecía.
Ese día se llevaron a cabo las elecciones en Boca. Kimonos, geishas, pasaportes, globos amarillos y acusaciones falsas (lo referido a La Cámpora) fueron suficientes para que Angelici gane una elección. Se dio otro récord: el de asistencia de votantes. Los socios de Boca (pues así lo decidió la mayoría) nos equivocamos. No alcanza con decir “yo no lo voté”, como podría hacer, sino asumir que no se hizo todo lo que se podía para evitar algo previsible. Ameal es un tipo honesto e hincha de Boca y además posee una extraña virtud para estos tiempos que corren: sigue yendo a la cancha a ver a Boca, sin custodia, sin hacer alardes de ello y no es agraviado. Si miramos a nuestros costados, son varios los expresidentes de los demás equipos que no pueden o desean volver a ver a sus equipos. Repasemos sino a los últimos presidentes de los restantes cinco grandes (incluyo a Huracán) y averigüemos si siguen yendo a la cancha y/o si serían bien recibidos. Tal vez Vélez o Lanús sean las únicas excepciones a esta regla que, hasta en la futbolera Ciudad de Rosario, se cumple a raja tabla. Ni siquiera Macri va seguido a ver a Boca, y cuando lo hace, tiene cámaras televisivas que nos obligan a que todos nos enteremos de ello.
No caben dudas que Angelici asumió en el mejor escenario posible: equipo campeón, Copa Libertadores por delante, mayor cantidad de votantes, club con superávit varias veces millonario. Todo en orden real. Pero Angelici no es Macri. Y si algunos cuestionan a Macri -sobran motivos para hacerlo-, poco les costará cuestionar al actual presidente de Boca. En menos de tres años, Boca perdió en todos los rubros. Resumir la debacle en lo deportivo/futbolístico es un grosero error. El déficit deportivo es consecuencia de los desaciertos reiterados de la CD. Y por ello, voy a dejar el fútbol para el final.
La pérdida de identidad es gravísima y se refleja en el campo de juego. Desde lo institucional, Boca está cada vez más lejos del socio: desde que te abran el baúl en la Bombonera (como si fuese un barrio cerrado) un día de semana hasta llevar adelante una obra en Ezeiza para inferiores con premeditada exclusión de la actividad social, son dos de los varios ejemplos sobre este tema. Basta con entrevistarse con las asociaciones barriales de la Boca para ver como hoy ven al club y cómo lo veían en 2011. Los chicos del barrio no pueden jugar en La Bombonera, salvo que ocupen cargos jerárquicos en las empresas que patrocinan al club. Eso sí, como juegan fuera de temporada, se demoran las obras del drenaje de la Bombonera y cada vez que llueve, hay que rezar para que se juegue. Vimos fotos de pasillos sin luz, inundaciones y demás en una Bombonera que evidentemente no parece estar mantenida como corresponde. Eso sí, se construyeron palcos VIP debajo de los palcos nuevos y en las torres de iluminación. Estos últimos impiden la vista de parte de la platea K y de la tercera bandeja sur (hoy ocupada por socios adherentes, mañana podría serlo por visitantes, con los adherentes afuera). Para ser adherente de Boca no precisás ser hincha, sino tener tarjeta de crédito. De paso, Boca paga fortunas en comisiones por el cobro vía tarjeta. No lo digo yo, lo dice el balance. Hablando de balancearse, no olvido el alambre de púa en la tribuna de socios sur.
Algunas actividades amateurs juegan casi de milagro. El vóley femenino y el masculino casi no arrancan y, a pulmón, a lo Boca, después terminan siendo exitosas. Mientras se duplica el gasto en vigilancia, el básquet no recibe aumento alguno. Y por escasísimos dólares, casi quedamos afuera de la competencia sudamericana. Nuevamente merced al esfuerzo de jugadores y DT, el resultado deportivo fue muy bueno, cuando el apoyo institucional es casi nulo. En el fútbol Femenino multicampeón hubo problemas en el pago de premios y se fue la goleadora. Me hablan bien del Futsal, entonces hay algo bueno.
Se dieron dos circunstancias tan tristes como lamentables: Boca Juniors decidió privatizar su Museo (su historia) por diez años a su ex concesionario, una sociedad de TyC y Santa Mónica (relacionada con la AFA). Tres miembros de una UTE que cumplen roles claves para evaluar a Boca desde otros lugares (prensa y AFA). Esa asamblea terminó a los sillazos limpios entre socios, hecho indefendible. ¿Qué hizo la CD? ¿Reflexionó sobre el daño que esa decisión le genera al hincha? No, sancionó a 12 socios y la siguiente asamblea se llevó a cabo con el socio detrás de una reja. Es más, siendo uno de los tres museos más visitados del país, estuvo cerrado en la noche de los Museos. Gratis nada, aunque lo hagan todos los demás. Club cerrado y listo, lleno de seguridad privada.
Sigamos: como todos saben, inclusive el estatuto en su primer artículo así lo define específicamente: Boca es azul y oro, azul y amarillo. Casacas violetas, verde flúo o rosa fueron parte de estos años. Daño irreparable e innecesario a la identidad xeneize. Si venden el pasto de la Bombonera, vender los colores parece hasta sensato. Eso sí, como dicen los chicos, “pónganle onda” a la presentación del producto.
Del tema entradas se puede escribir una columna entera, pero nombrar entradas a dólar blue para jugar con Nacional de Montevideo, a la forma en que fueron vendidas con Corinthians en la final de la Copa Libertadores 2012 –hasta hubo acusaciones (no me consta su veracidad) que en el Hotel Boca se conseguían, y/o vía de paquetes turísticos o chárters a costos impagables- para llegar al bochorno del último Boca-River copero, con menos entradas vendidas y cientos de socios estupefactos por quedar afuera tras escasas diez horas de venta de unas 27.000 entradas aproximadamente. Desde 1989 que no falto a un Boca-River en la Bombonera, y casi quedo afuera por tener que trabajar y no poder sacar la entrada. Me salvó mi hermano. Recuerdo que la cuenta de Twitter oficial decía que no había más entradas a eso de las 19.30 pero aparecían las fotos de socios sacando entradas luego de ello.
El tema de la Fundación Boca Social también pasó desapercibido para varios, pero sus consecuencias pudieron ser más nefastas de lo que podrán serlo en el futuro. Angelici, Aguas, Pagani y Moscariello crearon una Fundación (Boca en realidad) para seguir pegados al nombre de Boca hasta el 2018. Una denuncia de Juntos por Boca les hizo dar marcha atrás en ello, y sirvió también para que Pagani y Moscariello se acuerden que son personas políticamente expuestas (al ser legisladores porteños) y cambien su declaración jurada.
Vayamos ahora al fútbol y empecemos desde las inferiores: Inicialmente Angelici presentó un proyecto revolucionario -pero altamente negativo-: dejar de lado a Boca Juniors e imitar al Barcelona. Ello implicó cientos de miles de dólares, dejar Casa Amarilla, perder identidad y vaya uno a saber qué más y quiénes ganaron. La realidad es que la misma gente que trajo ese proyecto, en menos de dos años votó todo lo contrario, se rescindió el convenio con Barcelona (que también es presentado como algo favorable para el club, es decir, es beneficioso hacerlo y luego deshacerlo. Mientras lo escribo me río) y Boca está construyendo contrarreloj un predio en Ezeiza sólo para juveniles.
Ya se perdió la explotación del Museo por la urgencia en presentar esa obra, se le pide plata al hincha y tantos disparates más por algo que puede ser construido en tiempo y forma. Vuelvo a mencionar a Ameal: el proyecto del saliente presidente era en otro predio y con lugares exclusivos para los socios. Para esta CD, el socio sirve para elecciones y consumir, nada más. Hoy el Departamento de Socios pertenece al de Marketing: el socio es un producto, un consumidor. Y los contratos con BBVA y Citroën incluyen el entregar el padrón de socios para que nos lleguen publicidades de los main sponsors del club.
En pocos días se fue raudamente la que se conocía como la mayor promesa del club: Suárez, con segunditos en primera. Siguieron el mismo camino Pochettino, Guerra, Chicco y tantos otros. Monteseirin apareció en Lanús, Cassosola fue comprado y vendido sin jugar. Al mismo tiempo, Boca compraba jugadores en otros clubes (Instituto, Colón, Talleres, etc). Me contaron, no sé si es cierto, que Boca no hace más pruebas en el interior, por ello compra jugadores de Córdoba y Santa Fe, lugares que nos han dado grandes jugadores como Burdisso, Battaglia o Banega por mencionar sólo tres. Ojalá no sea cierto y sigan las pruebas por todo el país, no sólo en las escuelitas de Capital Federal y Gran Buenos Aires. Hablando de escuelas de fútbol, no tengo palabras para definir que Boca haya abierto una escuela de fútbol en Nueva York, Estados Unidos. Claro, se hizo este año, donde casi todo se hizo mal. Como decir que Boca es grande por la cantidad de seguidores en twitter o Factbook. No Angelici, la grandeza de Boca es otra. Ayer jugó a cancha llena y alentó todo el partido, salvo los minutitos que se acordaron de usted y de Riquelme. Esa es la grandeza.
Vayamos al fútbol profesional: asumen en diciembre de 2011 y en el primer partido de Copa Libertadores, Falcioni se quiso cargar a Riquelme en Barinas, Venezuela. La jugada -muy extraña- le salió mal. Schiavi, traído para “nivelar” el vestuario defendió al 10, Cvitanich también y Ervitti tímidamente asumió la responsabilidad de haber desdicho al DT. Los jugadores del riñón de Falcioni (Ervitti dando la instrucción y Cvitanich) generaron que Falcioni acuse al enganche. Cuatro meses después Riquelme se va del club y los dirigentes de Boca se fueron meses de vacaciones en su primer semestre en el club. Angelici se hizo famoso por decirle que no a Román, Ameal se la jugó por él, viéndose obligado a desempatar y luego ceder los departamentos de socios y peñas. Arriesgó un futuro mandato por Riquelme. Eso es anteponer la necesidad del club sobre los hombres/nombres; la antítesis de lo que ocurre hoy.
Una ridícula gira sin TV ni público por Venezuela y Colombia se hizo con Angelici en Europa y los jugadores viviendo en un hotel conjuntamente con los de All Boys, destino siguiente de Falcioni. Así arrancamos, mientras la prensa era un gran sostén de ese papelón y Schiavi hablaba de comida de ratas. Pero los papelones mayores se dieron cuando Cvitanich, Schiavi, Mouche, Sosa y otros jugaron la final en un estadio de metegol ante el ex virgen copero Corinthians. La figura del rival (Leandro Castán) había sido vendido a la Roma pero jugó ambos partidos, Boca no pudo cerrar con Roncaglia, quien anotó el único gol de Boca en los dos partidos. Encima el Timao nos puso referís y nos hizo jugar en un campo estadual, pequeño y fuera del reglamento. Hablando de referís, bueno es recordar los pitos en Boca Newell ́s por la Copa 2013. ¿Qué hizo Boca? Nada. La culpa fue siempre de Bianchi o de Riquelme. Esa llave es parte de un Martino en Barcelona y la selección, pero Boca lo superó táctica y futbolísticamente en ambos cotejos. Vigliano no cobró una alevosa mano en el área de Maxi Rodríguez pero luego inventó una de Gago en el Monumental.
Riquelme había pedido la renovación de los jugadores del campeón 2011, pero todos se fueron y Albín, Sosa, Cellay, Marín ni Grana pudieron reemplazar a Roncaglia. Los millones de dólares invertidos en Martínez, Silva y Acosta no taparon a Cvitanich. Costó suplir a Schiavi e Insaurralde, pero Forlín tal vez no siga. Sosa es arquero titular de Vélez, Orion sigue sin suplente (competencia real) y sin salir en los centros ni sacar de arco largo a un compañero. La flamante y muy costosa Secretaría Técnica (de la cual Ribolzi se fue apenas llegó) recomendó a Cassasola, Albín, Riaño y Perotti entre otros. Paredes se quedaba afuera de Boca por una patada de entrenamiento y luego fue prestado a Europa. Basta con ver el plantel campeón recibido y el actual.
Pero vayamos sólo al 2014: Bianchi DT, Riquelme en cancha. River recién llegado de la B, San Lorenzo sin jamás ganar una copa, Racing sumando nuevos años sin salir campeón, Huracán con sus eternos problemas y compitiendo con Independiente en la B. Todo parecía indicar que era el año de Boca, pero no. Arrancamos mal en el verano. La dirigencia se pasó todo el semestre poniendo a prueba a Riquelme, mientras el 10 y el DT eran ovacionados en cada partido. Ledesma contaba que había un buchón en el plantel y habría sido golpeado por el arquero. Riquelme, con Bianchi atrás, dijo que Boca no hablaría más con la prensa si no marcaban al buchón. Al poquísimo tiempo, Martínez da una larga nota exclusiva. En pocos meses dijo que hay vida después de Boca, que era campeón del mundo (como suplente del Corinthians) y que estaba grande para que le tiren las orejas.
Gago y Orion eran citados constantemente para la selección. El equipo arrancó mal y tuvo una notable remontada, con un invicto impensado, terminando segundo y como el mejor equipo de la temporada 2013-14. Pero el odio hacia Riquelme pudo más. La CD quiso instalar a Orion, Martínez y Gago como referentes. En el pasado, lo hicieron con Barros Schelotto y les fue bien porque Guillermo es un prócer de la historia de Boca, no así éstos tres antes nombrados, sobre todo porque Gago no era ni el 10% de aquel crack vendido a Europa por decenas de millones de dólares o Euros, según quien dé las cifras. Los gestos desaprobatorios de Gago para con sus compañeros tampoco ayudaban.
Bianchi le da la cinta al multi-campeón Cata Díaz, y siguen las internas. Llegan casi todos jugadores de un mismo representante. Es más, para traer a Meli hubo que adquirir a otro jugador del mismo empresario y prestarlo a Colón. Siempre llegaba la tercera o cuarta opción, como en los mercados de pases anteriores con Bianchi de DT, pero se decía que se hacía todo lo que pedía. Las preguntas de los periodistas sobre Caruzzo, Martínez y Burdisso eran llamativas y estaban siempre a la orden del día. No son comparables con Bermúdez, Barros Schelotto o Schiavi, desde ya.
Sin Román, el equipo pierde la brújula, parece que pierde hasta en los entrenamientos. En el primer partido, Orion se lesiona, tiene responsabilidad en los dos goles recibidos y sale a minutos del final del partido con Huracán por la Copa Argentina. Huracán termina ganando la Copa, pero Bianchi perdió contra nadie. De las cinco fechas jugadas con el Boca dirigido por Bianchi, no encuentro más de dos atajadas buenas de Orion y escasísimo nivel de juego. Tuvo mala suerte Orion, le pateaban tan bien que casi todas iban adentro. La eficacia de los rivales mermó luego. Bianchi es confirmado en el cargo luego de la tristísima derrota con Estudiantes, que incluyó gol con más de tres metros en offside, con los jugadores de Boca aceptándolo sin decir nada. Los arbitrajes en este año para con Boca han sido escandalosos, pero para Angelici, el único errado fue Merlos por favorecer a Lanús y perjudicar a Arsenal e indirectamente a River. Ya llegaremos a este punto. Antes de jugarse ese partido, el periodista Gustavo López llegó a culpar a Margarita (esposa del DT) porque los dirigentes de Boca querían suspender la fecha. Tiempo más tarde, los mismos dirigentes de Boca volvieron a querer suspender un partido, pero López esa vez no señaló que Margarita Bianchi quería ir al cine como lo hizo antes. Tras confirmarlo en el cargo, y prometerle una placa por llegar a los 350 partidos como director técnico del club ese mediodía, al DT más ganador de la historia de Boca es expulsado por la CD en conferencia de prensa. Algo pasó en esas seis horas. ¿Algún llamado telefónico?
Llega pocos minutos después Arruabarrena y todos los jugadores –más varios cambios del Vasco- enderezan al equipo, que termina jugando mejor, con una defensa sólida, cuando antes Boca defendía mal. Meli, Colazo y Calleri ganan minutos y el equipo lo siente. Ayudó mucho el cambio de lugar a los mismos centrales. Hasta Orion ataja bolas y Gago se tira a barrer. Hay contagio del bueno. Del positivo. El equipo juega su mejor partido en Paraguay, contra Cerro Porteño, pero todo lo que ocurre en el campo de juego se pierde antes de jugar la llave de semifinales. Como en los 6 de 8 clásicos jugados en el año, incluyendo los 4 oficiales, Boca fue perjudicado por referís distintos. Vigliano venía de perjudicar a Boca con Newells en la Copa 2013 y algunos días antes del clásico, permitir a Central patear un tiro libre fuera de tiempo reglamentario (primera ronda de Copa Sudamericana). Por un gol fuera de tiempo, a Merlos lo mataron y a Vigliano parece que lo premiaron, pues fue el referí de la final de la Copa Argentina. Es más, Orion sufrió un corte en Arroyito, tras recibir un proyectil pero jugó igual y nada pasó.
River molió a patadas a los jugadores de Boca sin que nadie diga nada. Ni en el campo de juego, ni antes ni después del partido. Sólo Martínez declaró bien y remarcó ello. La revancha dejó otra vez a Ponzio con licencia para pegar y con prohibición de expulsarlo, y otra vez un línea se equivoca para River (como en el Pitanazo) y a Gigiotti le anulan un gol necesario, sobre todo por el penal errado –y la forma que fuera shoteado-. El segundo tiempo de Boca fue tristísimo, mientras Ledesma miraba por TV. Orion no tuvo que rendir pruebas y llegar a 37 años no pareció ser un escollo. Le renuevan el contrato por 3 años a uno de su vencimiento. La próxima CD tendrá arquero asegurado, pero no podrá opinar sobre principales sponsors ni Museo, ello también está acordado.
Boca finaliza con un punto menos que el Boca de Bianchi, con una derrota y otra vez Abal cometiendo un error grosero. Desde admitir un gol con dos pelotas en el verano a no cobrar el penal de ayer contra Gimnasia. No sorprende. Angelici sólo habló de Merlos. Y sobre final de año, Moscariello ingresa en la Legislatura Porteña un proyecto para jubilar la Bombonera, hecho que ayuda a seguir dividiendo cada vez más al hincha de Boca. Como con los colores, los ídolos, el Museo y tantos temas.
En resumidas cuentas, si Racing sale campeón, se dará algo insólito: Boca será el único grande sin festejar en el 2014: no lo hizo en los 8 clásicos, perdió a Riquelme (ascendió con AAAJ, jugó casi todos los partidos y nadie lo enloqueció como lo hacían en Boca) y a Bianchi, y puede perder la Bombonera. Hasta los pibes de las inferiores se van. Y eso que no que sabemos cómo están los números, pero el mangazo a hinchas para hacer las obras de Ezeiza no parecen ser un buen augurio.
Le pregunto a quien lea esta columna… ¿Cuántas veces había escuchado en el mundo Boca nombrarse a los Martucci, Rhode, Pagani, Aguas, Ben, Moscariello, y tantos dirigentes que ocupan cargos clave en la CD? Más allá que varios de ellos siquiera son de Boca y la mayoría viene del PRO (de la política partidaria), antes de decirle que no a Riquelme, ¿Conocían a Angelici? Si hasta Sánchez Córdoba quiso imitarlo y se presentó una predatada renuncia como tesorero a la firma de una renovación de contrato con Riquelme.
Les pedimos entonces a la CD que -en vísperas navideñas- tengan misericordia con el hincha y el socio de Boca. Nos han lastimado en todos los rubros y frentes, y no nos dejan nada positivo en tres años. O muy poco para tanto daño. Dejen al Club en paz al concluir su mandato (nada de golpes de estado, desde ya) dando marcha atrás con el proyecto de jubilar La Bombonera, traigan a jugadores del riñón del club sin importar quien lo representa, renuévenle a Forlín, cuiden a Boca en AFA con los referís, dejen de parecer falderos de D ́Onofrio y Tinelli, apoyen al Vasco Arruabarrena, protejan la identidad de Boca (o dejen de hacer todo para estropearla), dedíquense sólo a Ezeiza y basta de actos que dividan al hincha.
Lo que se vive en la Bombonera no pasó nunca, el ambiente no es el mejor y temo que pase a mayores. Detesto la violencia, nunca es el camino, colaboren solamente con dejar de generarla y tiren para el lado de esa hermosa pasión nacida en La Boca, un club popular, con identidad y cultura propia. Distinto a todo y a todos. Con estos valores somos los máximos campeones del mundo, tenemos la mayor cantidad de hinchas (y tuiteros). Que Barcelona nos copie, no nosotros a ellos. Nosotros no tenemos que copiar a nadie. Hablen con gente de Boca, con la Subcomisión de historia y mamen nuestra historia.
Ni un pesimista nato podía augurar este 2014 con tantos golpes simbólicos, a la identidad, al corazón, a los ídolos. Los resultados deportivos y el rendimiento en partidos clave son consecuencia de esto.
Boca precisa volver a sus fuentes, seguir siendo el gran campeón del balompié, nada más y nada menos que eso.
Por Leandro Valdés, autor del libro Los Verdaderos Mellizos de La Boca.
gaston perla
8 diciembre, 2014 at 23:50
Mas de acuerdo imposible! Es increible el daño que esta gente le hizo al club!!!
jose gerstner
9 diciembre, 2014 at 10:15
Es terrible como con un desacierto tras otro hay cosas que parezcan enterradas. Bienvenida esta columna para refrescar la memoria.
Esteban
9 diciembre, 2014 at 11:55
Muy buena nota, comparto 100%, inedito un equipo campeon, echamos a un presidente y trajimos esto.. lamentable. Nunca mas Macri el Pro en boca.
Sant
9 diciembre, 2014 at 13:11
Es tal cual lo q escribís. Esta dirigencai es la más anti-Boca de la historia de Boca. Angelici NUNCA MÁS!
Agustín
9 diciembre, 2014 at 14:11
Del Futsal Femenino te puedo contar algo… La 4ta juega con las medias llenas de agujeros, las camisetas del 2010. Les prometieron dar la vuelta olímpica en La Bombonera después de haber sido campeonas en su categoría, es el segundo título del futsal femenino en la historia del club. Hace aproximadamente un mes y medio que pasó esto, todavía están esperando… De un lado te dicen que es problema de «la barra», de otro que depende de AFA y se mando el permiso ni bien salieron campeonas… muchos ya dieron la vuelta en la cancha entre medio, ellas no.
alfredo
9 diciembre, 2014 at 16:02
Es realmente lamentable , en lo unico que piensa esta dirigencia es en negocios , lejos de la pasion del hincha , es bueno concientizar a los hinchas para que a la hora de votar no solo piense en los resultados !!!
Fernando
11 diciembre, 2014 at 01:19
Realmente.. ganas de llorar, como se pueden cagar tanto en el hincha.
Vamos boca que es hora de levantar!!
Vic.
11 diciembre, 2014 at 11:04
Pensé que era el único loco que veía eso.