Boca fue goleado por Aldosivi y perdió en La Bombonera el invicto del campeonato. El equipo se mostró afectado y sin reacción tras la eliminación por escritorio.
Falta de liderazgo, de carácter, de rebeldía, de personalidad. Una vez más, este plantel dotado de grandes futbolistas, exhibió su gran falencia mental para reponerse de un golpe. La caída en la Copa Libertadores, teñida de polémica y decisiones que generan desesperanza, tuvo su efecto rebote en el campeonato local. Boca fue preso de sus demonios y perdió el invicto ante Aldosivi por 3-0 en una Bombonera vacía por un capricho de la AFA.
Descontextualizando cómo llegó Boca a este partido, en lo futbolístico el equipo de Arruabarrena falló en dos características básicas para ganar un partido. Primero en la definición, errando hasta un penal en el que Osvaldo no le acertó al arco. En segundo término está los engranajes defensivos cuando el equipo se encontraba atacando, ahí Aldosivi siempre aprovechó de los espacios para atacar directo a los centrales y lastima – en transiciones rápidas – a Agustín Orion.
Los goles de Aldosivi, el primero rápido de Lequi tras un tiro de esquina. El segundo de Martínez cuando Boca buscaba en el complemento el empate, fueron determinantes para ir hundiendo la moral de un plantel golpeado y sin capacidad de reacción ante las piñas. El tercero, de Vildozo, sólo fue para decorar con más dolor una derrota vibra desde hace más de 90 minutos en los jugadores xeneizes.
Se viene la Copa Argentina, dos fechas por el torneo, un insólito amistoso contra River y el receso por la Copa Argentina. Boca necesita llegar a ese momento para volver a acomodarse y cortar con la apatía.