Daniel Angelici, presidente del club de la Ribera, se negaría a que su equipo juegue si la AFA no modifica el horario de las 21.30 de la próxima fecha.
Cuando la política se mete en el fútbol, las cosas se vuelven turbias. La AFA anunció que se retrasarían los horarios de los partidos del Torneo Final (el más tarde se jugaba a las 20.30), los rumores de que la decisión sería para tapar el programa de Lanata y así quitarle raiting(Lo que estaría pésimo de ser cierto), comenzaron a circular con mucha fuerza.
Inmediatamente, desde Boca y River surgieron informaciones que apuntaban a que los dos clubes más grandes de Argentina se juntarían para quejarse ante el ente máximo del fútbol argentino e impedi que se concrete el nuevo horario de las 21.30.
Al principio los reclamos parecían lógicos: por el frio; el tiempo que deben esperar los hinchas después de terminados los partidos, debido a que la seguridad hace retrasar una hora más las salidas de los estadios para los locales; por las dificultades de transporte para la vuelta a casa y, que todo esto se agrava, porque, sobre todo en el domingo, al otro día se trabaja.
Pero esta noche, en Rock And Clos (Rock And Pop) informaron que el presidente de Boca Juniors, Daniel Angelici, llevaría aún más lejos su protesta. Ya que si la AFA no cambia el horario, el Xeneize no se presentaría a jugar contra Newell’s.
Desde su campaña que lo catapultó a la presidencia de Boca, estuvo claro que Angelici tiene un vínculo más que cercano con Mauricio Macri. Quien a su vez mantiene en ese momento una estrecha relación con el Grupo Clarín, dueños del aire en el que se televisa el programa Periodismo Para Todos (PPT) de Jorge Lanata.
Ante una movida tan severa, que podría llegar a costarle mucho más que tres puntos a Boca Juniors. Y cuando el Xeneize en Copa Libertadores – este mismo jueves lo hará a las 21.00 contra Newell’s – suele jugar en la previa de un día laboral en horarios nocturnos, sin queja alguna. La asociación de que la supuesta medida que tomaría Angelici, es por un pedido de Macrí, resulta obvia.
La protesta es justa por la gente, que es la que se somete al frio y al sufrimiento que genera el desorganizado fútbol local. Pero la no presentación del equipo para lograr que la AFA revea su decisión, para excesiva y con objetivos políticos.
Los rumores invaden al fútbol argentino: cambios de horario para hacerle frente a un programa de televisión opositor, la no presentación de un equipo para contrarrestar esa medida aún en desmedro de deportivo que puede tener ese club. La política cuando rodea al deporte lo suele transformar en un circo y, en esta oportunidad, no es la excepción.
Fuente: Terra