Con esta declaración en la previa del partido, el DT del Xeneize anunció su salida del club tras el partido frente al conjunto rosarino.
Antes de que comience el encuentro frente a Rosario Central, Gustavo Alfaro reconoció que dejará su cargo, al declarar que «Es el final de un proceso. Trataremos de dejar a Boca puntero», y en esta nota te mostramos sus números en su ciclo como entrenador de Boca.
En diciembre de 2018, y tras la derrota en la final de la Copa Libertadores, Nicolás Burdisso asumió como director deportivo de Boca Juniors. Su primera decisión fuerte, fue la elección de DT, y el apuntado por él fue Gustavo Alfaro, convenciendo incluso al propio Angelici, que tenía decidido contratar a Mohamed. Tras varias gestiones para arreglar su desvinculación de Huracán, Alfaro asumió y estuvo al cargo de la pretemporada desde el inicio de la misma, el 3 de enero del 2019.
El ex técnico de Arsenal pidió para reforzar al equipo a varios de sus ex dirigidos en el conjunto de Sarandí, como fueron Iván Marcone y Lisandro López. Ya desde los partidos de preparación, su impronta se vio reflejada en el esquema táctico: 4-4-2, incluso cuando las características de su plantel no eran las propicias para esa formación. A falta de un jugador cuya posición natural sea la de volante por izquierda, una de las decisiones fuertes del entrenador fue incluir a un relegado Bebelo Reynoso en el equipo titular para ocupar el puesto de volante por izquierda. ¿Otra de las decisiones fuertes? Su banca a Tevez desde el primer día, marcándolo como «la bandera» del club, y dejando en claro que se alinearía detrás de él para el armado del equipo.
Para el primer semestre, tenía 3 objetivos claros: salir campeón de la Superliga y la Supercopa, y clasificar a octavos de final de la Copa Libertadores. En Superliga, Boca tuvo algunas buenas actuaciones, pero perdió puntos en el camino y no pudo evitar que Racing se corone. En la Supercopa frente a Central, Boca tuvo una actuación discreta, pero pudo coronarse en la tanda de penales, gracias al penal atajado por Esteban Andrada. En la Copa, sin embargo, tuvo un comienzo flojo: empate en Bolivia frente a Jorge Wilstermann, y derrota 3-0 frente a Paranaense, con una victoria 3-0 frente a Deportes Tolima en el medio. A pesar de ello, se pudo reponer y en la segunda vuelta de la fase de grupos, Boca obtuvo 3 victorias y clasificó como primero de su grupo, cumpliendo el objetivo. Adicionalmente, se jugó la Copa de la Superliga, algo que no estaba en los planes desde un principio. A base de grandes actuaciones de la defensa y de Esteban Andrada, Boca llegó a la final pero no pudo derrotar a un ya descendido Tigre, en lo que fue la primera derrota importante del ciclo Alfaro.
Para el segundo semestre, Boca perdió a su 9 titular y se decidió por traer a Franco Soldano, en una decisión que le costaría muy caro al club. Además, tampoco se trajo al tan necesario volante por izquierda, adaptando a otros jugadores a ese puesto, al igual que en el primer semestre del año. A pesar de eso, el comienzo fue auspicioso, con una victoria clara en la fase de octavos de final frente a Athletico Paranaense. Sin embargo, hubo otro gran tropiezo: en el debut de Daniele De Rossi, Boca cayó derrotado frente a un equipo muy inferior como Almagro, en 32avos de final de la Copa Argentina. En las dos semanas posteriores, Boca se impuso con claridad a Liga de Quito, y consiguió su pase a semifinales de la Copa Libertadores.
Un par de días después, llegaría el primer Superclásico del ciclo Alfaro: con un planteo extremadamente defensivo (que incluyó a Franco Soldano de volante por derecha), el Xeneize fue al Monumental a refugiarse, y consiguió un punto tras empatar 0-0. Los próximos clásicos, serían para definir al finalista de la Libertadores, y para el partido de ida, el entrenador decidió realizar el mismo planteo que había hecho a nivel doméstico, otra vez con Soldano de volante. Sin embargo, con ayuda del VAR, River se adelantó en el marcador en el inicio del partido y complicó los planes del Xeneize. En la vuelta, Boca cambió rotundamente la forma de jugar y pasó por arriba a su rival, aunque no alcanzó para clasificar a la final.
Tras esa serie, Alfaro quedó en el ojo de la tormenta por realizar declaraciones en las que se prácticamente se despedía con anticipación del Xeneize, declarando que «quería terminar el año e irse a su casa a recuperar su vida». Además, el nivel del equipo bajó considerablemente, y dejó muchos puntos en el camino, claves para conseguir el objetivo de terminar el año como líder del campeonato.
¿Sus números? 50 partidos dirigidos: ganó 27, empató 16, y perdió 7, obteniendo un 65% de los puntos disputados. Además, con él al mando, el Xeneize convirtió 71 goles y le marcaron solo 28, demostrando uno de las características de su ciclo: la solidez defensiva y el enorme papel de Esteban Andrada, que mantuvo su valla invicta en 29 de esos partidos.
De esta forma, Gustavo Alfaro se despide de Boca Juniors con un título (Supercopa Argentina), y el sabor amargo de saber que su ciclo pudo haber sido mucho más fructífero de haber tomado otras decisiones en momentos clave. ¡Éxitos en lo que venga, Gustavo!
Vitalicio
9 diciembre, 2019 at 00:01
Si que te vaya bien pero bien lejos de la Boca
Hector
9 diciembre, 2019 at 00:09
Siii lejoooos
sergio
9 diciembre, 2019 at 00:58
Bueno GUSTAVO que problema te haces si te recibiste de periodista laburo no te falta seguro que en esos programas pedorro que se la pasan alabando a los descendidos te contratan.
También llévate al Binguero que todavía no nos dijo nada del TAS.
Y espero que cuando te encuentres le des un abrazo a tu amigo diureticogallanto.