Joel Acosta regresó a Boca Juniors en silencio y sin muchas expectativas por parte de los medios. Pero a base de su esfuerzo se fue ganando la consideración de Carlos Bianchi. Hoy irá al banco de suplentes soñando con ingresar a la Bombonera.
En su momento fue catalogado como el mejor jugador de las inferiores de Boca. Joel Acosta era el talento más sobresaliente que jugaba en Casa Amarilla. Un delantero rápido, potente, habilidoso, que los más exagerados lo comparaban en su momento, por características, con Cristiano Ronaldo.
Desde chico que el fútbol italiano fijó sus ojos en él. Cuando ni siquiera jugaba en Reserva le llegó una oferta del Genoa que Boca rechazó sin dudarlo. El 2010 parecía que iba a ser el año de su aparición. El juvenil viajó junto a la delegación Xeneize para jugar una gira internacional. Su debut con la azul y oro fue en la derrota ante el Wellington de Nueva Zelanda por 1-2 (jugó 45 minutos). Días después ingresó por Lucas Viatri sobre el final del encuentro que terminó en empate en cero contra Independiente, logrando su primer partido oficial.
Pese a que de a poco le llegaban las posibilidades de jugar en Boca Juniors. Joel Acosta se escapó del club y se fue al Napoli para intentar seguir su carrera en el viejo continente. El club recurrió a la FIFA y el jugador debió regresar al país. Sin lugar y con un claro recelo de los dirigentes, finalmente la comisión directiva Xeneize decidió darlo a préstamo por una temporada al Siena de Italia.
Su experiencia en Europa no fue la mejor. Joel Acosta casi que no tuvo posibilidades para jugar en su nuevo equipo y regresó al club para intentar relanzar su carrera. Otra vez Boca le dio la espalda y lo volvió a dar a préstamo para que juegue en Almirante Brown, en una categoría menor de la Argentina. Fue ahí que el jugador por primera vez logró empezar a encontrar continuidad para demostrar su talento para jugar al fútbol.
Con 22 años, el nacido en Santa Fe regresó por tercera vez a Boca Juniors en silencio y expectante de ver qué pasaría con él. Muchos creyeron que Joel Acosta tendría un paso breve por el club que sólo le permitiría de puente para buscar un nuevo destino. Pero bajo la mirada de Carlos Bianchi, y ante el esfuerzo del juvenil en las prácticas de la pretemporada, fue logrando un lugar en la consideración del entrenador y ganándose un lugar en el plantel de Primera.
Tras un gran partido, con un grito incluido, en el encuentro de Reserva ante Belgrano de Córdoba (1-1) de la semana pasada. Joel Acosta hoy estará en el banco de suplentes de Primera esperando poder ingresar a la cancha con su número 29 en la espalda. El tiempo ha pasado y se ha reconvertido futbolísticamente: de ser un segundo delantero o mediapunta que habitaba cerca del área, pasó a ser un volante por derecha con mucho vértigo y llegada al gol. Quizás ese cambio táctico lo haya ayudado a vivir este presente en el que el Virrey apuesta por él y lo convierte en el refuerzo menos nombrado.
