Ataque de nervios

Los comandados por Guillermo Barros Schelotto repitieron errores del pasado y sumaron su segunda derrota consecutiva. ¿Se podrá terminar el año en la cima?

Boca sufrió un ataque de nervios y cayó por 1-0 frente a Central en Rosario, perdiendo el invicto que arrastraba como visitante desde el campeonato anterior. Una vez más, como ya ha pasado incluso en ciclos anteriores al de los Mellizos, el Xeneize falló ante un partido de intensidad y pierna fuerte, entrando en el juego del rival y perdiendo la claridad para desarrollar el juego que lo llevó hasta el liderazgo absoluto del campeonato.

Fue en una de las primeras acciones del partido, en un córner que pudo haber sido evitado por Gino Peruzzi, que llegó el gol de Marco Ruben. El delantero aprovechó una pifia de Martínez en el primer palo y, de cabeza, anticipó a Oscar Benítez y a Pablo Pérez para derrotar a Agustín Rossi.

Lejos de calmarse, los nervios de los Mellizos y del capitán Pablo Pérez se trasladaron al resto de los jugadores. Fue así que Paolo Goltz vio la roja tras un intento de patada que el cuarto árbitro le advirtió a Patricio Loustau. El central no lastimó a su rival, pero la intención de hacerlo ya le hacía meritorio de la sanción. Afortunadamente para él, la expulsión llegó por doble amarilla, por lo que solo tendrá que cumplir una fecha de suspensión. A partir de ahí, estando 0-1 y teniendo un jugador menos, Boca entró en un espiral de dudas que expusieron la falta de juego e ideas para sacar adelante este tipo de encuentros.

Los inventos no funcionaron y las respuestas desde el banco nunca llegaron. Esta noche se pudo ver a Junior Benítez y a Pavón como centro delanteros, también a Barrios de marcador central y – una vez más – a Cardona como extremo. Cuando el esquema pesa más que los nombres suceden estas situaciones; que además exponen a los suplentes, quienes no parecen ser de la confianza del cuerpo técnico, y a los juveniles, que ni ante la ausencia de muchos titulares logran sumar minutos. Más allá de lo que pase de acá a que termine el 2017, todos deben hacer una auto crítica para evitar que estas cosas sigan sucediendo.

Rossi fue clave sosteniendo la escasa diferencia con cuatro tapadas, algo que le dio cierta esperanza a Boca debido a un par de ocasiones de Espinoza y a un remate de Cardona que reventó el palo. En esta ocasión el azar no ayudó al Xeneize, que se pudo haber llevado un punto pese a tener una de sus peores versiones.

Para el próximo fin de semana habrá que cambiar la cabeza, serenarse y tratar de buscar la idea que más se adapte a lo que hay disponible. A partir de enero se podrán incorporar jugadores que ayuden a sostener el plan principal del cuerpo técnico, pero hoy lo más importante es que Boca termine el 2017 arriba del resto.