
El entrenador analizó el pase a octavos de Boca tras eliminar a Ind. Del Valle en el repechaje de la Copa Sudamericana. El xeneize se medirá en octavos contra Cruzeiro.
Boca Juniors hizo los deberes en lo que en la previa era un partido y una serie durísima tras el horror dirigencial de no anotar a tiempo a los refuerzos y el entrenador debía apostar con chicos con poco rodaje de cara a la serie contra los ecuatorianos.
Sus mejores frases:
«Un partido duro, una final. Entendíamos que iba a ser así, más allá de que había obtenido un muy buen resultado y muy trabajado por las circunstancias que nos tocó vivir y por los imprevistos que nos tocaron», señaló Martínez en rueda de prensa sobre las dificultades que afrontó el equipo sin los refuerzos.
Luego, sobre el partido de ida, continuó: «Creo que había sido un muy buen resultado, pero no significaba nada». «Enfrentamos a un equipo que juega bien al fútbol, que tiene claro su modelo de juego, que lo lleva adelante en la cancha que le toque», destacó, sobre Independiente del Valle.
Sobre el desempeño de Boca, analizó: «Cuando entramos en partido después de esos primeros minutos de mayor división, creo que el equipo empezó a sentirse cómodo, empezó a poder encontrar ese juego interno con el ascenso de Ceballos, con Saralegui que encontraba también esos lugares que son difíciles de defender a los costados de Ortíz. El equipo progresaba por el lado de Lauti (Blanco) y Luis (Advíncula). Era una final, la verdad que era una final».
«Resalto y rescato la tranquilidad que mantuvo el grupo y ante adversidades giramos todos para el mismo lado. Muy feliz por la actuación de los chicos también, porque les tocó crecer de golpe»
