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Editorial

¡Gracias, Ledesma!

Este mediodía el volante retiró sus cosas del club ante la noticia de que no concentrará este fin de semana y que Boca Juniors no le renovará su contrato. Un histórico se va por la puerta de atrás y sin despedirse de la gente.

La metodología de la falta de respeto sigue vigente. Los dirigentes volvieron a ganar en la batalla de la impunidad y la destrucción de los valores. Pablo Ledesma se va de Boca Juniors sin poder despedirse de la gente y con la camiseta del club que realizó las hazañas más grandes de su carrera.

Es oficial. Esta mañana el volante realizó el entrenamiento a la par de sus compañeros y, tras la noticia de que no tendría chances de jugar este domingo contra Gimnasia de La Plata, fue al vestuario a retirar sus pertenencias. Su contrato vence en diciembre y la comisión directiva decidió que no quieren contar con él. Su amistad con Juan Román Riquelme y aquella famosa conferencia de prensa son las excusas para una determinación que escapa a cualquier análisis futbolístico.

Pablo Ledesma no es uno más en la historia del club. Es uno de los 30 futbolistas con más partidos en Boca Juniors. Ganó 8 títulos, de los cuales cuatro son internacionales. Le metió goles a River Plate, incluyendo el más rápido de un futbolista Xeneize en la historia de los Superclásicos y uno de penal que silenció a todo el Monumental. También gritó ante Gremio en la final de la Copa Libertadores y ante el Milan en el Mundial de Clubes. Su esfuerzo nunca estuvo en duda, más allá de un mejor o peor nivel. Este no merecía ser su final.

La realidad marca que Pablo Ledesma no venía en gran nivel, también que cometió un error que fue público. Es por eso que la discusión de si debía o no continuar puede generar un interesante debate futbolero entre los hinchas de Boca. Lo que no debe ser duda es si está bien o mal la forma en la que lo despiden.

Por respeto, por historia, por sus méritos personales a la hora de defender la camiseta, el volante debió tener la oportunidad de salir este domingo a La Bombonera a despedirse de la gente. La falta de educación y respeto de la dirigencia no coinciden con el histórico sentir y vivir de los hinchas de Boca. Aún en la diferencia, incluso cuando el jugador ya no puede continuar en el club, siempre primó la memoria. Por todo eso, ¡Gracias, Ledesma!

2 Comments

2 Comments

  1. andres

    4 diciembre, 2014 at 13:39

    Ademas de pensar por que se fue Ledesma, estaría bueno que los hinchas de boca hagamos una fuerte autocrítica de lo que pasa en el club, y por que pasa todo lo que esta pasando. Me preocupa la pasividad.

  2. Alicia Petersen

    4 diciembre, 2014 at 13:53

    La historia de Boca esta plagada de estas injusticias. Que el tiempo luego un poco las acomoda. Porque los dirigentes a la larga pasan y el hincha ni los recuerda. En cambio a los jugadores, no se los olvida. Alguna vez se fue Mouzo y todos sabemos quien es Mouzo, pero nadie recuerda quien estaba en la CD en ese momento. Lo mismo con Marcico, o con Bermudez, y tantos, tantos, tantos más. No digo que se queden por el recuerdo de lo que fueron. Si no rinden, basta. Es natural que dejen el club. Pero que el club se digne a despedirlos como merecen: por lo que lograron con nuestra camiseta

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