El arquero le fue muy mal al volante en la práctica provocando que el juvenil tenga que retirarse para hacerse estudios.
Fue un mal día para Boca. Todo empezó con los Barras agarrándose a los tiros y causando dos muertes, varios heridos y la suspensión del partido ante San Lorenzo por el Triangular de Invierno. A la tarde todo siguió en la misma sintonía, durante el entrenamiento, Agustín Orion le pegó una patada inentendible a Leandro Paredes y lo lesionó.
Todo se desarrollaba con normalidad en la práctica que tuvo que improvisar Carlos Bianchi para suplir el partido que se suspendió contra el Ciclón. Paredes recibió un buen pase de Jesús Méndez y enfrentó a Orion. El enganche pisó la pelota e intentó definir con gran calidad, aunque sin éxito porque el arquero se la tapó. En el rebote, el pibe giró para abrirse buscando un hueco para dar un pase, y desde atrás, el subcapitán de Boca, quizás enfadado por el intento de lujo del juvenil, le pegó una patada llena de calentura y mala intención que le provocó un esquince de tobillo al a su compañero. Haciendo que tenga que irse del entrenamiento ayudado por otros jugadores porque no podía pisar.
Nadie puede discutir el gran nivel que demostró Agustín Orion desde que que llegó al club. Pero eso no quita que tuvo una actitud que deberá ser sancionada. Por bronca e irresponsabilidad, casi le fractura el tobillo a un compañero. El arquero deberá tener mesura con sus reacciones y comportarse como un verdadero profesional.