Boca sumó eficacia y derrotó a Rosario Central

Te contamos los detalles detrás de lo que fue otra victoria del único grande.

Boca Juniors aprovechó al máximo su eficacia y sumó un triunfo importante ante Rosario Central. El 2-1 en La Bombonera le permite al Xeneize escalar hasta el octavo puesto y mantenerse a seis puntos del líder. Los tantos en esta lluviosa jornada los marcaron Cristian Lema y Brian Aguirre, ex jugadores de Newell’s y debutantes en el gol con la azul y oro.

Martínez apostó una vez más por la línea de cinco, sorprendiendo porque pese a lo entrenado en la semana, le dio la titularidad a Marcos Rojo en vez de a Gary Medel. Además, por primera vez le dio la chance a Aguirre que se mueva de delantero y no de volante, algo que el pibe aprovechó al máximo. Es que, gracias a una gambeta suya, el equipo generó un tiro libre en la puerta del área que Lema transformó en el 1-0 con un golazo. El defensor se hizo cargo, aprovechó un hueco en la barrera y dejó inmóvil al arquero.

Boca empezó a lastimar desde las transiciones rápidas y los espacios que dejaba un Central. Algo que se aprovechó al máximo tras un error de Central en un córner, donde arriesgó en exceso un pase, la robó Merentiel, pase largo para Zenón, pausa para Medina, remate al palo y, en el rebote, Aguirre le rompió el arco a Broun para el 2-0.

A partir de ahí se vio lo peor de Boca, pero antes de hablar del juego hay que destacar el pésimo nivel del árbitro Jorge Baliño y del VAR de Silvio Trucco. Entre los dos se comieron un pisotón de Copetti a Enzo Romero y un planchazo descomunal de Mauricio Martínez sobre Marcelo Saracchi.

Volviendo al juego, Boca con el 2-0 dejó de ser protagonista, se dedicó a defender y tampoco tuvo grandes ocasiones. Chiquito Romero fue clave tapándole un tiro a Campaz y tres a Copetti, quien también tuvo un tiro en el palo. Martínez se demoró muchísimo en los cambios y el primero fue avanzado el complemento cuando hizo entrar a Medel por Rojo. El equipo no respondía, volvió a meterse atrás contra Estudiantes y el técnico planteó un esquema aún más defensivo con un 541 tras los ingresos de Martegani y Miramón en lugar de Aguirre y Zenón.

Minutos después ingresó Leandro Brey por un Chiquito Romero que sufrió una lesión en su hombro tras un choque con Copetti. Ahí apareció otra polémica, con una jugada en la que nadie entendió que cobró Baliño. Ya que no pareció falta de Lema, el árbitro hizo el juez de que se tiró el delantero de Central, y el juez terminó dando tiro libre en la medialuna del área cuando – si hubo falta – pareció adentro. Ahí Campaz se aprovechó que el juvenil arquero de Boca dio un paso para la izquierda y la metió junto al palo para el descuento.

En el cierre Brey le sacó una pelota imposible a Marco Ruben que evitó el papelón de Boca y de Martínez. Esta fue agónica y tras un rebote que se transformó en un remate en el área chica. Luego llegó la última polémica, con un despeje de Advincula que, en el envión del rechazo, terminó impactándole una patada a Copetti. El VAR y Baliño no lo consideraron y se desató la locura en la visita.

Boca ganó, pero otra vez dejó una mala sensación en cuanto al juego y, en especial, al planteo y la actitud timorata de Diego Martínez. Baliño debió echar a dos de Central y luego no cobró un penal para la visita. Lo que más vale fue el triunfo, escalar en la tabla, estar momentáneamente en zona de Libertadores por tabla general, pero queda muchísimo por trabajar.