Te contamos los detalles detrás de lo que fue otro duelo del único grande.
Boca Juniors sumó una victoria importantísima de manera agónica en Paraguay al derrotar por 2-1 al Sportivo Trinidense. Los goles de Nicolás Figal y Edinson Cavani le permiten al Xeneize sumar tres puntos que, sumados a la derrota de Fortaleza en Bolivia, lo hacen depender de si mismo para clasificar como primero del grupo en la Copa Sudamericana 2024.
Fue un partido complicado para Boca. Primero por el pésimo estado del campo de juego del estadio de Cerro Porteño que fue la sede que eligió Trinidense para este juego. La CONMEBOL, siempre celosa para buscar excusas para multar al Xeneize por cualquier situación, sigue permitiendo que otros equipos presenten este tipo de escenarios que lo único que hacen es desprestigiar el fútbol del continente.
Más allá del campo de juego, Boca tuvo un partido en el que fue dueño de la pelota pero sin crear muchas situaciones. Sportivo Trinidense jugó todo el partido con un plan claro: cerrar espacios, intentar presionar la salida, retroceder al no poder y buscar la transición para lastimar. En ese contexto el Xeneize tuvo la primera clara con una media vuelta de Cavani que se fue ancha, porque el 10 no logró enganchar bien la pelota.
Uno de los momentos clave del partido pasó cuando el árbitro chileno Cristian Garay no cobró un penal muy claro por mano dentro del área. La jugada tuvo a Blanco como protagonista, quien desbordó y, tras un enganche, el defensor paraguayo se levantó del piso y levantó su brazo desviando la pelota. El juez no sancionó nada, pero peor fue lo del VAR colombiano liderado por Yadir Acuña y Heider Castro, que aún con la contundencia de cada una de las repeticiones, decidieron no llamar al pito principal para que vea la jugada y sancione lo evidente.
A partir de ahí hubo un momento de desconcentración y Trinidense equiparó un poco el desarrollo. El juego de ellos fue claro, pelotazos frontales, dividir y llegar desde atrás con los volantes atacando el espacio. Tras un aviso de un rechazo del arquero, se produjo una acción muy parecida en la que tras un saque de arco – que vino de un córner clarísimo para Boca que el línea no cobró – Figal salió alto a cabecear, le ganaron, Blanco tardó en salir, Lema quedó mal parado, Pol no relevó bien y Andrada le ganó a Chiquito Romero en el mano a mano.
El 1-0 fue un golpe durísimo para Boca, en especial porque así se cerró el primer tiempo. Mientras, las noticias que llegaban desde Bolivia eran de una derrota categoría de Fortaleza con Always Ready, exponiendo aún más el resultado de un Xeneize que estaba complicándose mucho en el grupo.
Para el complemento Boca salió buscando con otra velocidad en los pases y con Zenón jugando a pierna cambiada por derecha en muchas ocasiones. A favor del Xeneize llegó la doble amarilla para Andrada, quien se había sacado la camiseta en el gol recibiendo una tarjeta y, tras una falta a Advincula, y otra muy burda con agarrón sobre Equi Fernández cortando su progresión con la pelota, le costó la roja y el dejar a su equipo con diez cuando no se había llegado al cuarto de hora del segundo tiempo.
Martínez reaccionó y mandó a la cancha a Langoni por Pol Fernández. Boca siguió con el 442, pero cargando mucho el juego por derecha con Zenón, Advincula y Luca. Acción que ayudó a que Blanco tuviera aún más espacios para seguir lastimando por izquierda. Justamente el lateral terminó siendo una vez más clave, con un gran centro de segunda jugada de córner en la que Figal anticipó de cabeza y puso el 1-1.
Ya con un poco más de justicia en el resultado y embalados por el empate, Trinidense protestó una posible falta de Advincula que podría haberle costado la roja por doble tarjeta. Pero el árbitro Garay ni siquiera sancionó infracción, quizás sabiendo que en la primera parte le sacó una amarilla injustificable al peruano que lo dejó condicionado.
Luego vino otra polémica, con un penal que Garay cobró sobre Langoni. El VAR en esta ocasión llamó de manera inmediata al árbitro, que en una sola toma, anuló su decisión y, pese a que era córner para Boca, dio bote a tierra y posesión para los paraguayos.
Los minutos pasaban, los de Trinidense no paraban de hacer tiempo y el técnico de Boca mandó a Fabra a la cancha por Lema. Boca siguió intentando y tuvo una muy clara con un jugadón de Zenón que Cavani casi define de taco. El problema para el Xeneize porque el reloj apremiaba y el árbitro adicionó pocos segundos. Afortunadamente, en un tiro libre en la puerta del área, Edinson se hizo cargo como el crack que es y la clavó en un ángulo para darle al azul y oro un triunfo vital.
Ahora, con esta victoria importante Boca quedó segundo en la zona a dos puntos de Fortaleza. Pero la próxima semana los brasileros deberán venir a La Bombonera, por lo que si el Xeneize gana ese duelo y el último en casa contra los bolivianos, el equipo de Martínez pasará como líder a la siguiente instancia.
