El joven talento que surgió en Boca Juniors habló por primera vez ante los medios y contó su infancia, sus sueños y sus pasiones.
En una entrevista exclusiva con el sitio oficial de Boca Juniors, Luciano Acosta dejó sus primera palabras como futbolista. Mirá sus mejores declaraciones:
Su vergüenza ante los micrófonos y el día que le cambió la vida:
Es mi primera nota. Esto me pone más nervioso que jugar en la Bombonera.
Carlos me vio un día y me pidió que me cambiara a la Reserva, fui al otro día, y me llamó Marcelo Herrera para la Primera.
Sus orígenes en el fútbol y la importancia de su barrio:
Empecé jugando por jugar, como todo chico que le gusta el fútbol… Iba para divertirme, mis padres me llevan y juegan para ganarse un trofeo.
Lo más lindo que hay es jugar en el barrio.
Todo no fue fácil para Acosta, en las inferiores siempre estuvo tapado por Leandro Paredes. Él contó su esfuerzo y su empuje para llegar a este momento:
A veces me venían los bajones y quería dejar pero siempre tenía a mi familia apoyándome para seguir adelante. Se complicaba, pero había que seguir luchándola hasta que se dé.
Es un sueño que siempre tuve de chico y yo lo iba a cumplir.
El cariño del hincha y el hecho de que lo eligieran de figura en dos partidos consecutivos:
Para mi es un sueño que me elijan figura de dos partidos ya.
El apoyo de Bianchi y el plantel:
Siempre tratan de aconsejarme, y de decirme las cosas bien y yo las tomo muy bien. Sé quiénes son, qué ganaron, y yo trato de tomar los consejos y llevarlos a la cancha o a la vida cotidiana.
Que Carlos Bianchi me tenga en cuenta también es como un sueño para mí, y que hable muy bien de mí me pone muy contento, me da más ganas de seguir, de salir al otro día y jugar mejor, de seguir entrenando. Me ponen muy contento sus palabras.
Pese a llegar a Primera, Acosta no se olvidó de sus compañeros de inferiores y, en especial, de los que juegan en la Cuarta y sufren por no llegar a debutar:
Hablo todos los días con ellos y a veces me cruzo de vestuario con los chicos de la Reserva.
Les mando mensaje a los que están en Cuarta y les digo que no hay que aflojar, que tarde o temprano les puede tocar, que aprovechen las oportunidades porque, la verdad, son muchas las oportunidades que nos dan y que le sigan dando para adelante.
La presión de jugar en Boca y sus nervios en la previa del debut en el Superclásico de verano ante River:
Nervios siempre hay… Estás jugando en Boca, el club más grande del mundo.
Me levantaba a cada rato. No lo podía creer, los llamaba a cada rato a mis viejos para ver si era verdad o no. Pero una vez que entre a la cancha traté de dar lo mejor.
Acosta mide 1,60 y cuenta las dificultades que tuvo que sobrellevar para llegar a la primera:
No hice tratamientos pero una vez fui a una doctora y me dijo que no iba a crecer más así que dejé de medirme y de pensar en eso, y me dediqué a lo mío. Trato de aprovechar otras cosas y voy al gimnasio para ponerme bien físicamente.
Trato de aprovechar otras cosas que no me dio la estatura.
Los defensores son bastante grandes, el miércoles me tocó Furios y era muy grande.
Sus ídolos:
Tevez, Román y después viene Messi.
Su diálogo con Tevez:
Siempre hablo a través de mi representante con Carlos y él me apoya en todo, es muy buena persona y me manda saludos desde allá.
El sueño de jugar con Riquelme y su relación con él:
Román acá me da muchos consejos y trato de aprender de él, siempre me alienta para que vaya para adelante y para que esté ahí, al lado de él. Es todo un sueño para mí, nunca me imaginé jugar al lado del mejor y que se me cumpla así tan rápido es muy emocionante.
Su primera camiseta y los tatuajes, su otra pasión:
La primera camiseta fue para mi familia, tengo una de cuando ganamos un torneo en México y estoy armando mi museo.
Empecé con mis dos primeros tatuajes que son los nombres de mi mamá y mi papá. Me los hice para mi cumpleaños, hace dos años y son en árabe porque mi mamá no me dejaba tatuarme los nombres de nadie, ni de mis hermanos. Entonces fui y me los hice en árabe y cuando llegué a mi casa, le dije a mi mamá que era amor y paz. Y ahí la zafé, hasta que después sí le dije la verdad. El siguiente fue la pelotita con el “Todo llega”, es una frase que me acompaña siempre. Me lo hice esperando el debut y por la vida, y todo llega a su debido tiempo, cuando tiene que llegar. Después me hice esta frase “Amo lo que tengo y lucho por lo que quiero”, más adelante le agregué el papiro. También es parte de la vida y del fútbol. Y, él más reciente, es la fecha del debut debajo de la pelota. Dolió mucho ahí.
Mirá los tatuajes:
