Siete fueron las caras que, sea por refuerzo, regreso o primera vez, refrescaron a Boca en este arranque del 2016. Mirá cómo le fue a cada uno.
Diario Xeneize analizó cómo le fue a los jugadores del equipo de Rodolfo Arruabarrena que llegaron – o volvieron – para aportarle a Boca en este 2016. Mirá:
Leonardo Jara: el polifuncional exjugador de Estudiantes de La Plata demostró por qué está catalogado así. En casi 80 minutos de juego se destacó jugando de lateral por derecha, volante por esa misma banda y como número cinco. Sólo le faltó pararse de marcador central para exhibir todo su catálogo de posiciones. Criterio, dinámica para ser pase y una gran pegada que lo tuvo cerca del gol.
Jonathan Silva: el lateral izquierdo se mostró muy seguro y con personalidad. Siempre intentó asociarse por su banda y ser un apoyo en el ataque. Duro en la marca, también mostró una buena pegada en un centro bárbaro que Pablo Pérez desperdició sobre el cierre del primer tiempo. Sólo jugó un tiempo.
Alexis Messidoro: con sólo 18 años el juvenil nacido en José C. Paz fue la gran figura del partido. Golazo y asistencia. Gambetas, lujos, pases y mucha comprensión del juego. De aquel chico que jugaba para hacer lucir a su socio Guido Vadalá a este delantero o enganche que gana sólo los partidos. En 45′ demostró que tiene mucho para ser figura de Boca.
Pedro Silva Torrejón: el nacido en Labouye, categoría 1997, ingresó en el segundo tiempo para jugar de lateral por izquierda, puesto en el que apenas hace meses actúa. Sobrio, seguro en la marca, no sufrió el debut en lo defensivo. Le faltó soltarse un poco en ataque, pero ya tendrá tiempo.
Nahuel Molina Lucero: es el más chico del plantel (categoría 1998) y no se notó. Siendo lateral por derecha, no se mostró incómodo al jugar de volante por esa banda. Siempre intentó jugar y asociarse a dos toques para darle dinamismo y juego externo al equipo.
Federico Carrizo: el Pachi volvió a Boca luego de un breve paso por el Cruz Azul y el destino lo premió con un gol de cabeza para el 3-0 final. Todo parece indicar que en esta segunda etapa jugará en el puesto que más cómodo se siente: de volante por izquierda. Su única mancha fue un pase atrás mal dado que pudo ser el 1-2.
Iván Leszczuk: fue el que menos jugó, pero se dio el gusto de entrar unos minutos que compensaron ese fatídico 2015 en el que perdió mucho terreno por culpa de una dura lesión. Es enganche, categoría 1996, y tiene una gran pegada. Seguramente en el futuro verá más cancha.
