Boca derrotó a Platense y se reencontró con el fútbol

Te contamos los detalles detrás de lo que fue otra actuación para el único grande.

Boca Juniors derrotó por 3-1 a Platense en Vicente López y consiguió su segundo triunfo consecutivo en la Liga Profesional 2021, ambos de la mano de Sebastián Battaglia como entrenador. Los tantos del xeneize los marcaron Norberto Briasco, Diego González y Cristian Pavón.

Battaglia empezó a imponer su sello en este segundo partido. Lo hizo antes que corra la pelota con la titularidad de Aaron Molinas, la vuelta de Alan Varela, de Diego González y de Agustín Sández. También por el esquema, ya que optó por un 4312 clásico, dejando de lado el 424 de Russo o el 433 que se usó contra Patronato. También lo hizo cuando inició el juego, ya que se vio un crecimiento en el juego interno, en las sociedades, en la velocidad de traslado al actuar a dos toques, en la presión alta ante la pérdida y en un equipo que suma mucha gente dentro del área para terminar las acciones.

Todos estos elogios fueron creciendo con el transcurso del juego, en especial luego de la apertura del marcador. El gol de Norberto Briasco, el primero desde que llegó, que fue luego de una pelota que dividió Izquierdoz y que, ante la duda del central y el arquero, el delantero de la selección de Armenia aprovechó para definir de globo y desde afuera del área.

Ese gol potenció a Boca y al propio Briasco, que a partir de ahí, y demostrando lo importante que es lo mental en el fútbol, jugó un partidazo en el que dejó de lado cualquier duda sobre su potencial. Norby empezó a controlar perfecto, a ser decisivo en la gambeta, en la asociación y en el desequilibrio. Lo mismo ocurrió con el resto, ya que todos entraron en una dinámica de pases encadenados que lideró Molinas, pero que tuvo en González, Varela, Rojo, Sández y Ramírez como socios.

En ese lapso Boca tuvo un tiro al travesaño del Pulpo, anulado por un inexistente offside, y otro de Sández que pegó en el ángulo luego que enganchara para la derecha. Por su parte, Platense se encontró con un empate agónico en la primera parte luego de un resbalón de Izquierdoz en un córner.

En el complemento, lejos de caerse, Boca salió a mejorar todo lo visto en la primera parte. Las situaciones empezaron a ser más constantes, el dominio de pelota también, y el Pulpo González fue quien le dio justicia al marcador a través de un gran remate acomodado y de primera que colocó en el segundo palo.

El 2-1 no bajó el rendimiento, ya que Boca siguió atacando y siendo superior. El problema ocurrió cuando Platense, ya jugado, dejó espacios y, ante la falta de precisión y cierta impaciencia de los jugadores del xeneize en el último cuarto de la cancha, no se podían terminar las jugadas y eso le permitía al local recuperar rápido para tratar de llegar al empate.

Battaglia volvió a poner a Almendra, para que sume minutos otra vez tras la lesión de tobillo que tuvo en la pretemporada. También ingresaron Medina, Campuzano y Pavón. Justamente estos dos últimos, sobre el cierre del partido, armaron la acción del tanto definitivo. Fue cuando el colombiano tomó un rebote en la puerta del área y abrió para Kichan, que previo enganche y remate al segundo palo, puso el 3-1 y su primer grito desde que regresó al club.

Boca ganó, se reencontró con su fútbol e ilusiona de cara a cerrar el semestre de la mejor manera. Lo hace porque Battaglia logró empezar a imponer ideas y aciertos, como se vio en el juego, pero también en lo importante de los cambios que realiza y cómo estos afectan al resultado. ¿Qué viene? Racing en La Bombonera, donde habrá que dar otra prueba para este nuevo proceso.