Boca ganó en Mar del Plata y empieza a soñar con el Torneo Clausura 2025

Te contamos los detalles detrás de lo que fue otro encuentro del único grande.

Boca Juniors derrotó por 2-0 a Aldosivi en Mar del Plata y sumó su tercer victoria al hilo en el Torneo Clausura 2025. Cuarto partido sin derrotas y tercero en el que no se sufren tantos en contra. Los gritos de este triunfo, que dejan al Xeneize en zona de playoffs y puntero en la clasificación a la Libertadores del 2026, los hicieron Lautaro Di Lollo y Rodrigo Battaglia.

Miguel Ángel Russo apostó a mantener la base de los últimos partidos, pero con la inclusión de Ayrton Costa por la lesión de Marco Pellegrino. Boca en Mar del Plata arrancó muy bien, rompiendo la presión alta de Aldosivi con juego rápido y transiciones que nacían por pases filtrados o gambetas desde afuera para adentro. Lamentablemente, en ese lapso el equipo no tuvo claridad a la hora de decidir en tres cuartos, desperdiciando 3 o 4 jugadas que debieron ser gol o una situación contundente.

Luego de un parate por un golpe que sufrió Ayrton Costa el nivel de Boca cayó. Aldosivi empezó a ser más efectivo en su presión y el Xeneize más lento en sus desplazamientos, tanto con o sin pelota. Esto produjo que el juego cayera en la mediocridad, una que se resaltó por el pésimo estado del campo de juego y el clima, ya que una gran neblina empeoró la visibilidad.

Lo importante de Boca estuvo en su capacidad de adaptarse y sacar jugo de los malos momentos. Fue así que, sobre el cierre del primer tiempo, Carlos Palacios fue al piso a cortar una contra tras un tiro de esquina a favor, recuperó la pelota, la condujo y tiró un centro preciso para que Di Lollo sólo tenga que cabecear al fondo del arco. Así, con el 1-0, el Xeneize cerró una primera parte en la que fue de más a menos, pero que terminó ganando con justicia.

En el complemento se vio más de lo mismo, con Aldosivi siendo excesivamente intenso en lo físico y Boca sin capacidad de volver a lastimar. Con el paso de los minutos, y ante las malas decisiones de Miguel Merentiel y Brian Aguirre, Russo reemplazó a los dos para darle lugar en la cancha a Alan Velasco y Exequiel Palacios. El chango, en una acción que quedó aislado, forzó un tiro de esquina que terminó siendo clave. Ahí, gracias a la pegada de Leandro Paredes, Rodrigo Battaglia entró sólo y puso de cabeza el dos a cero.

Antes, Marchesín había tapado una buena pelota en la única llegada clara de ellos, una que tuvo polémica porque en Boca reclamaron una infracción en la previa. Ya con el 2-0 Russo puso a Alarcón por Palacios – de buen partido – y sobre el cierre cambió de arquero por la lesión de Agustín, dándole minutos de nuevo a Leandro Brey.

Boca ganó, se hizo fuerte en un terreno hostil, con un pésimo campo de juego, con un clima que no ayudaba y en un partido en el que su rendimiento no fue el mejor. Lo hizo con inteligencia, con ganas, siendo poderoso por arriba y generoso para correr. Es la tercer victoria al hilo, una más sin recibir goles ni casi sufrir situaciones en contra, generando un contexto que se asemeja a lo que todo el mundo desea y que por fin permite tener un minuto para soñar con pelear este certamen.