El Xeneize empató 0-0 con Belgrano y sigue sin sumar de a tres. El equipo sigue sin jugar bien, y desperdició muchas oportunidades claras de gol. En el comienzo del partido Nicolás Blandi anotó un gol clarísimo no convalidado por el árbitro Pompei.
El partido comenzó bien por el lado Xeneize, al minuto y medio de juego, Juan Román Riquelme ejecutó un tiro libre casi perfecto que se estrelló en el palo, en el rebote, Nicolás Blandi la empujó, y antes de que Gastón Turus la despeje, la pelota ingresó claramente en el arco Pirata, pero no para el árbitro, que no convalidó un gol que podría haber cambiado el rumbo del partido.
El partido continuó con muchas imperfecciones de ambos lados. Boca inclinó un poco la cancha en los primeros minutos de juego. Parecía que el equipo estaba bien parado dentro del campo. En el minuto 29 Juan Román Riquelme se retiró de la cancha con una molestia en el isquiotibial izquierdo. Por él ingresó Juan Sánchez Miño.
Sin el capitán Xeneize en cancha, las cosas se complicaron un poco, Boca perdió intensidad y claridad en el juego. El primer tiempo finalizó sin más emociones.
Al comienzo de la segunda mitad, el Pirata se animó más, y a los 9 minutos, Fernando Márquez probó a Agustín Orión, que estaba atento y respondió sin dar rebote.
Con una Bombonera ardiente, y la gente cantando con todas sus fuerzas debido al poco fútbol que entregaban los dos equipos dentro del campo de juego. Leandro Marín intentó con un tiro de media distancia que se fue cerca del palo derecho a los 17 minutos. La gente empujaba a un Boca sin ideas, como ya es costumbre.
Carlos Bianchi mandó a la cancha a Lisandro Magallán por Matías Caruzzo, que se fue con una molestia. Después del cambio, vino una de las jugadas más claras de Boca en todo el partido. Sánchez Miño metió la pelota dentro del área para que la cabeceé Walter Erviti, y Olave la despejó. Después de esa jugada, el mencionado Erviti saldría de la cancha por el debutante Gonzalo Escalante.
Faltando un poco más de 5 minutos para que finalice el partido, «Pol» Fernández se perdió un mano a mano clarísimo, y tiró la pelota por afuera del palo derecho. En un tiro libre en tres cuartos de cancha, Magallán metió un cabezazo que se fue muy cerca del palo derecho. Y la última la tuvo César Carranza, que de una contra, sacó un fuerte remate que pudo contener Agustín Orión.
El partido terminó sin goles, y es otro empate con sabor amargo. La impotencia se empieza a hacer presente en el equipo de la Ribera. Boca sigue sin encontrar el rumbo. La presión cada vez se siente más y el equipo sigue sin reaccionar y ni los jugadores, ni el cuerpo técnico tienen la respuesta para mejorar esta situación.
