El ex director técnico habló de esa celebración que quedó inmortalizada en el penal que anotó Giunta frente a Independiente.
Mañana se cumplirán 27 años de un título que sirvió de desahogo y para continuar la racha internacional del club. Diario Xeneize sintió la necesidad de revalidar la Supercopa de 1989 y llamó a Carlos Aimar para que nos cuente los secretos como cabeza de grupo de aquel plantel. Mirá sus mejores declaraciones.
Los secretos de aquella Supercopa de 1989 que cortó la racha de 8 títulos sin ser campeón:
«La Supercopa fue dura. Le ganamos al Racing campeón, al Cruzeiro y a Independiente con Bochini».
«En nuestro Boca había varios referentes, estaba el Mono, Simón, Hrabina, Marangoni, Giunta, Graciani. Nombres de gran peso»
«Es difícil que hoy aparezca un Giunta, hoy sale un chico y a los 4 o 5 partidos se van a Europa. No hay continuidad»
«Ese Boca tenía hombres, eso que tanto se le reclama a los equipos de actualidad».
«La gente de Boca siempre estaba esperanzada con cada campaña»
«Es especial ese título. Boca rompió una racha de muchos años de sequía con la Supercopa. Se sentía esa sequía, cada uno de los jugadores sentían esa presión año a año».
La mística de La Bombonera:
«La presión se siente muchísimo en La Bombonera».
En el medio de la nota incorporamos a Juan Simón, que contó algunos detalles desde el lado de los jugadores sobre aquel equipo:
«Veníamos de perder un campeonato increíble con Pastoriza, Cai lo primero que hizo fue consolidar el grupo. Hubo una gira en Asia y EEUU que fue clave para unirnos y que Boca vuelva a ser campeón. Aimar me dijo que me haría jugar el Mundial de 1990, algo que terminó pasando».
La actualidad de Boca:
«Veo mejor a Tevez, pero creo que puede dar muchísimo más. Aún no consiguió el nivel del 2015. Está teniendo momentos buenos».
«Este sistema le hace mejor a Boca. Con 3 volantes cubre mejor el ancho de juego».
«Gago puede ser caudillo en Boca. Ahora que se recuperó, y al criarse en el club, puede ocupar ese rol».
«El partido de Gago ha sido muy bueno, jugó un clásico que siempre es difícil y tras una lesión muy brava».
