Te contamos los detalles detrás de lo que fue otro encuentro del único grande.
Boca Juniors superó a Talleres de Córdoba por penales y se metió en los cuartos de final de la Copa Argentina 2024. El Xeneize, que había empatado por 1-1 en tiempo reglamentario gracias a un gol de Brian Aguirre, tuvo que llegar al onceavo disparo desde los doce pasos para lograr el objetivo en Mendoza.
Fue otro partido difícil para Boca. Más que nada por las propias falencias, aún siendo superior a Talleres y teniendo en cuenta que ambos equipos tuvieron muchas bajas por lesiones o convocatorias. Es que una vez más, ahora de nuevo con el 442, se vieron los vicios de un equipo que por momentos se vuelve tedioso por repetirse en sus conceptos. Martínez ataca desde los laterales, usa a los volantes como simples apoyos para ellos y no involucra a los delanteros. Es así que, siempre que presionan alto, el equipo sufre y arranca la nubosidad de ideas.
En la primera etapa Boca amagó a ser un equipo rápido y vertical, pero apenas Talleres corrigió algunas cuestionas tácticas, le comió el medio y dejó muy largo al equipo. En especial al ver que la idea del Xeneize de salir tocando desde abajo es permanente y sin leer al rival, lo que hace que muchas veces se complique en exceso desde errores no forzados. Pese a eso, el Xeneize tuvo la apertura del marcador a través de Brian Aguirre. El pibe robó una pelota, que pareció estar afuera de la cancha según las cámaras, gambeteó a Guido Herrera y definió entre las piernas de un defensor para el 1-0.
La alegría le duró poco a Boca, porque tras un córner en el que hubo un penalazo a Giménez no sancionado, Talleres recuperó la posesión desde el arco, la fue armando y logró la igualdad por medio de Girotti. Ahí, con el 1-1, hubo breve momento de frenesí, de ida y vuelta, de atajadas de Herrera y jugadas peligrosas para Brey, pero no duró mucho.
En el arranque del complemento ingresó Exequiel Zeballos por Brian Aguirre, quien en el primer tiempo Boca se resbaló y terminó con muchísimo dolor en su rodilla izquierda. Habrá que esperar estudios a ver si el ex Newell’s no tiene una lesión importante o sólo es un susto, pero su salida generó preocupación de manera inmediata.
En esta segunda etapa Boca tuvo un par de ocasiones, como una provocada por Zeballos y otra que Medina no definió de milagro por el segundo palo. Pero Talleres erró una increíble con Suárez y otra con Benavídez, haciendo que sea justo el resultado pese a que la pelota fue más para el azul y oro. El ingreso de Saralegui por Martegani trajo algo de frescura, pero no fue determinante para que el equipo logre quedarse con los tres puntos.
La serie fue a los penales y ahí se vivió la locura absoluta. Brey tapó uno, dio la ventaja y Pol Fernández erró el quinto que le hubiera dado el pase a Boca. Ahí llegó la tanda de a un remate, falló Medina y Talleres tuvo su oportunidad, pero elevaron el disparo. Pasó lo mismo con Anselmino y los de Córdoba volvieron a fallar su chance. Llegó el turno de los arqueros, el del Xeneize convirtió con jerarquía y Herrera abrió demasiado el tiro, desatando la locura del equipo.
Se logró el objetivo, otra vez sin brillo y con mucho sufrimiento. Pero lo importante pasa por el resultado y que se sigue con vida para intentar mejorar desde la oportunidad de seguir compitiendo.
Sergio
7 septiembre, 2024 at 23:40
Disculpa vos crees que con la competencia se mejora ???
Dejate de joder.
Es lo mismo que creer que con el ajustador vamos a salir adelante.
Todos los partido comenten errores infantiles o de mediocridad.
Yo lo que no entiende que el DcdF sabiendo tanto de fútbol no se de cuenta.
Me da bronca que a este cuerpo tecnico le vaya mal .
Pero esto es insoportable.
Facundo Ignacio Almirón
8 septiembre, 2024 at 01:21
Si le ganamos a riber puede levantar, no es imposible el fútbol es un estado anímico