El histórico arquero defendió al Virrey y sacó el pecho por aquel grupo que supo ganar todo.
En una charla exclusiva con Infobae, Oscar Córdoba tocó diferentes temas vinculados a su paso por el club. Sus declaraciones:
Maradona fue clave en su adaptación a Boca:
«Diego fue la persona que me recibió, que me dio su amistad, el primero que estuvo muy atento a lo que sería mi adaptación. Se puso a la orden y hasta me ofreció que me llevara su Ferrari Testarosa en uno de los primeros entrenamientos en el que me quede mirando el auto en el estacionamiento».
2001 bicampeón de la Libertadores y campeón sin recibir goles con Colombia en la Copa América, ¿fue su mejor año?
«No, el mejor año mío fue el del 2000. Salimos campeones de la Libertadores y de la Intercontinental. Me pude sacar la espina de haber perdido la final contra River en 1996 y terminé siendo figura en la final, atajando dos penales. Fue otro nivel. Lo del 2001 fue como una continuidad. Ganar otra Libertadores y lograr la Copa América sin recibir goles es muy importante. Pero emocionalmente no hay comparación con el 2000. Sobre todo por lo que significó, por lo que sentí. Había perdido una final, con ese error en la final contra River… Ganar ese trofeo fue sentirme en paz conmigo mismo».
Sus características:
«Yo no era espectacular, como Navarro Montoya o Gatti, por poner dos ejemplos. Yo era más un arquero de lectura, que intervenía cuando debía, que buscaba darle seguridad y equilibrio a los equipos».
El grupo, la clave del Boca de Bianchi y cómo se exageraron discusiones:
«Hay momentos en que la parte individual prima sobre lo colectivo y así se rompen los equipos. En Boca nunca nadie sintió que estaba por encima del equipo. Todos sabíamos y queríamos lo mismo. Todos lo teníamos muy claro».
«Todo el mundo habla de eso, no sé de dónde salió, pero yo nunca vi a un Boca roto. Que había diferencias, sin dudas. Éramos todos seres humanos distintos, pero siempre estuvimos juntos. Todo lo logramos fue por la unión».
El punto álgido, que demostró el compromiso que tenía ese plantel, se vio en la semifinal con Palmeiras en el 2001, con aquella camiseta y cantos contra los directivos y Salvestrini. Ese problema fue el momento de mayor tensión y el grupo lo sobrellevó junto, unido.
Bianchi y Gallardo:
«River juega distinto a Boca. Nosotros éramos más precisos y les ganamos a grandísimos rivales. River tiene otras características. Pero nosotros fuimos campeones del mundo. ¿River lo fue? No, entonces no puede empezar a compararse todavía».