Con una gran tijera de Silva, que hacía 5 fechas que no marcaba, Boca dejó los tres puntos en LA Bombonera. Sin lucir, fue superior a Colón, aprovechó las que tuvo, y se bancó jugar con 2 menos.
El equipo de Falcioni dio otra muestra de valor y coraje esta tarde frente a Colón. Ya desde el minuto inicial se mostraría quien tenía intenciones de ser el protagonista del encuentro, cuando recién superados los 60 segundos el árbitro Beligoy mostró la primera tarjeta amarilla del partido a Pablo Ledesma. Ese, el de las tarjetas del árbitro, siempre hambriento de portadas de diario cuando dirige a Boca, terminó siendo el eje del encuentro.
En cuanto al juego, comenzó siendo parejo, con los equipos intercambiando avances y con llegadas más claras para los visitantes. A los 7 minutos, un centro frontal de Moreno y Fabianesi que encontró la cabeza de Bichi Fuertes casi en la puerta del área chica fue anulado por un off side que no existió. La tardía salida de Clemente Rodríguez habilitó al centrodelantero sabalero, quien igualmente cabeceaba flojo a las manos de Orión.
A los 11 minutos, con una jugada que surgió de un lateral del sector derecho, el ex- Boca Sebastián Prediger tomó el balón fuera del área y sacó un remate que el arquero xeneize llegó a arañar para que finalmente se estrellara contra su poste derecho. HAsta ese momento, sin ser más, Colón había tenido las mejores opciones de gol.
A partir de los 20 minutos el equipo de Falcioni comenzó a manejar la pelota con mejor criterio. Crecieron las figuras de Riquelme, Erbes y, sobre todo, Ervitti, quienes comenzaron a hacerse ejes del juego azul y oro. Y a los 25, con una jugada que nace en los pies del enganche, se produce el primer encuentro entre los delanteros Xeneizes: Darío Cvitanich desbordó por la derecha y envió un centro que cayó detrás del último central y justo en la cabeza de Santiago Silva, quien la cruzó demasiado y se perdió la apertura del marcador, la cual, no obstante no se haría esperar demasiado: Fue a los 35, luego de un córner sabalero, la pelota fue recuperada por la figura del enceuntro, Walter Erviti, quien comandó la contra y, llegando a tres cuartos tocó para Ledesma quien entrando al área abrió para Cvitanich, el cual, otra vez, colocó un centro medido para la entrada de Silva, que acompañó la jugada de área a área y se arrojó en una tijera espectacular, tomando de lleno la pelota con el empeine y clavándola en el arco de Diego Pozo.
Aquí, además, comenzó el show de Beligoy, quien amonestó al pelado goleador por alguna razón que aún desde esta página estamos buscando. (¿Habrá gritado el gol muy fuerte?)
Fue unos minutos más tarde cuando, definitivamente, la noche se empezó a complicar: una pelota perdida en la mitad del campo xeneize, que quedó en los pies de Graciani a la que Juan Insaurralde se tiró con la suela encontrando el tobillo del juvenil volante sabalero. Correctamente Beligoy expulsó al central de Boca, y el equipo local se quedó con 10.
Ni lerdo ni perezoso, Falcioni sacó en la misma jugada a Darío Cvitanich para hacer el ingreso de Matías Caruzzo y así rearmar la zaga xeneize.
Sin mayores variantes culminó la primera etapa. una primera etapa en la que Boca no jugó bien, falló en la creación y que mostró su mejor faceta en el sector izquierdo de la línea de volantes.
El segundo tiempo comenzó con similar tesitura. Boca intentaba tener la pelota y demorar cada reposición, y Colón que no se atrevía a sacarse ese estigma de no atacar cada vez que viene a la Bombonera, pese a ir perdiendo y contar con un jugador más. Ni siquiera logró ese dominio con el cambio realizado por Sensii de un volante de buen pie por uno de marca: A los 7 minutos ingresó el juvenil Mugni por Adián Bastía, pero el primero nunca pudo hacerse de la pelota.
Tan monótono y al ritmo que Boca pretendía se jugó el segundo tiempo que la primera situación de riesgo en alguno de los arcos se dió a los 19 minutos, cuando luego de una combinación con Clemente Rodríguez, Juan Rom{an Riquelme se hizo el espacio para disparar al arco, obligando a una buena respesta de Pozo quien desvió la pelota al córner.
Colón intentaría acercarse con más ganas que fútbol, principalmente desde la voluntad de Moreno y Fabianessi. Y así fue que a los 30 minutos tuvo una chance clara, por una pelota que tras un rebote le quedó al volante quien la trasladó hacia el área y luego cedió a Mugni, quien en una posición incómoda pero mano a mano con el arquero xeneize, definió afuera.
A esta altura ya Colón había puesto toda la carne al asador y Sensini habiá mandado a la cancha a dos delanteros, Luque y Leandro Gonzalez, por Graciani, que ya no complicaba con su velocidad como en los primeros minutos, y Alcoba, volante y lateral respectivamente.
Pero fue a los 35 minutos cuando el partido pareció decididamente complicarse. Allí, cuando Beligoy marcó un tiro libre para Boca en el campo local, Clemente Rodríguez fue amonestado por demorarlo y, acto seguido, vuelto a amonestar por, según el gesto del impresentable Beligoy, haberse excedido verbalmente. Otra vez Falcioni metió mano en el banco y rearmó la línea de 4 sacando a Juan Roman Riquelme e incluyendo a Juan Sánchez Miño como lateral izquierdo.
Y más aún parecía que el partido se equilibraría en el marcador cuando luego de haber quedado con 9, Leandro González tuvo un mano amano con Agustín Orión, quien achicó el arco con gran velocidad y pudo desviar la pelota con su pierna derecha. Pero lo que Colón insinuó en esa jugada fue lo poco que le quedaba. No encontró la forma de llegar al arco de Boca con 1 ni con 2 jugadores de más, y pese a que Boca terminó arrinconado, no volvió a sufrir hasta el final del partido.
Para la anécdota quedará la expulsión final de Moreno y Fabianessi, sin motivo alguno.
Tres puntos que depositan a Boca, otra vez, como único puntero del torneo luego del empate agónico de Newell´s contra All Boys, y con la expectativa puesta en el partido del miércoles por la Copa frente a Unión Española
