Te contamos los detalles detrás de lo que fue otro encuentro para el único grande.
Boca Juniors cayó por 4-3 contra Belgrano en Córdoba en una derrota cara para el equipo. El Xeneize arrancó perdiendo, levantó, tuvo al Pirata para el cachetazo pero tuvo un sinfín de errores que hicieron que los locales lograran una ventaja que no se pudo igualar. Además, Exequiel Zeballos sufrió una lesión que preocupa para el futuro inmediato.
Almirón rotó para este partido pero mantuvo el esquema. Lamentablemente para el técnico Belgrano se puso muy rápido arriba en el marcador a través de una pérdida de Campuzano, un remate de Sánchez en el que Javi García dejó corto el rebote y en el que Passerini no falló.
Boca no sintió el golpe y empezó a crecer desde el juego colectivo, en especial por las incursiones de un Blondel que le puso un pase bárbaro a Barco, quien en vez de cabecear, buscó controlar de pecho en el área y perdió el duelo con el arquero. Luego el lateral recuperó alto, alargó con Merentiel y el uruguayo puso un gran centro que Benedetto definió con calma por el segundo palo para el 1-1.
Con el empate el equipo siguió insistiendo y también empezó a pesar por izquierda, ya que Saracchi también recuperó, tiró una gran pared con el Pipa y le puso un centro bárbaro que Merentiel transformó en el 2-1. Ahí parecía que Belgrano terminaría nocaut, ya que Benedetto tuvo el tercero tras gran pase de Blondel, pero su definición de lujo de emboquillada pegó en el travesaño.
Increíblemente, Boca empezó a tener un comportamiento autodestructivo en los últimos minutos, ya que Belgrano aprovechó un córner donde Benedetto perdió la marca y terminó ayudando a Barinaga a derrotar a García. Luego vino una pelota que Valentini regaló por un mal control y que otra vez Passerini definió con calidad. Por último, en otro tiro de esquina, Rolón controló con una pierna y definió en el aire con la otra, poniendo el 4-2 con el que finalizó la primera parte.
En el complemento Almirón mandó a Zeballos por Campuzano y pasó a un 424. El Changuito arrancó bien a pura gambeta y fue clave con un gran centro que Merentiel remató en el área para el 4-3. Lamentablemente, Exequiel a los pocos minutos chocó con un defensor e inmediatamente se agarró la rodilla, siendo reemplazado entre lágrimas.
Lo de Zeballos fue un golpe anímico, Almirón rápidamente lo reemplazó con Janson, pasó a Medina por derecha y el medio quedó con el Colo y Equi. Luego el técnico puso a Rojo por Valentini y a Bullaude por Fernández, cambiando de nuevo a Cristian de derecha al medio y pasando al ex Godoy Cruz a la banda.
Boca no tuvo ideas, dejó de generar sociedades con los laterales y se dedicó a tirar centros, sin tener desequilibrio por el centro y siendo previsible. El equipo mereció más, pero pagó muy cara una derrota que llegó por muchas distracciones.
Ahora el domingo se vendrá Talleres por la Copa Argentina, partido clave para ir a la semifinal e intentar que el equipo se acerque a otro título y clasificar a la Libertadores. Habrá que levantar, dejar de fallar y ganar confianza en el juego.
