¿El futuro en peligro?

Te contamos todos los detalles sobre la posible salida de dos de los talentos más prometedores de la cantera.

Las inferiores de Boca Juniors siempre están en la observación, aunque lamentablemente, casi siempre en los últimos años es por una crítica negativa. Es que más allá de las apariciones de Nicolás Capaldo y Marcelo Weigandt, generalmente los chicos que aparecen no suelen rendir como se esperaba y, los más prometedores, suelen irse casi sin tener acción en la primera división, como pasó con Leonardo Balerdi o Facundo Colidio. Este último caso podría volver a repetirse con Exequiel Zeballos y Santiago Ramos Mingo, quienes son seguidos de cerca por gigantes del fútbol español. Acá, en Diario Xeneize, te explicamos cada caso:

RAMOS MINGO

Santiago Ramos Mingo es un marcador central zurdo cordobés de la categoría 2001. El defensor, que en noviembre cumplirá 18 años, tuvo en el club a su hermano mayor, Franco (1997), también zaguero, y que se fue como libre a Toronto para jugar en la MLS. El que sí sigue es su otro hermano, Matías (2000), arquero de la cuarta y quien fuera parte clave de un par de títulos internacionales con la reserva. Todos llegaron desde el club Atalaya y tuvieron toda su etapa formativa en el club. Él, por su parte, venía siendo titular en el equipo de Schiavi y hasta hizo la pretemporada con la primera, llegando a debutar en un amistoso de pretemporada ante Chivas en este 2019, y fue incluido en la lista de la Copa Libertadores donde fue al banco contra Athletico Paranaense.

Entonces, ¿cuál es el problema Ramos Mingo? En Boca piensan que su padre, entrenador de fútbol y representante del chico, quiere cobrarse revancha por lo que pasó con Franco años atrás y que, por eso, plantea llevárselo como libre. El Xeneize le ofreció contrato al juvenil en varias oportunidades desde hace casi dos años, pero ante esta postura familiar de no firmarlo, se decidió bajarlo de la reserva y que actúe en su división. Es por eso que Gustavo Alfaro no recurrió a él cuando tenía necesidad de centrales, llevando a los entrenamientos de primera al juvenil Nicolás Valentini (2001) en su lugar.

Los rumores apuntan a que el Barcelona de España sería uno de los clubes interesados en Ramos Mingo. Este supuesto ofrecimiento lo habría acercado Adrián Rouco, representante de Tevez, a la familia del defensor. Habrá que esperar si la puja sigue y este juvenil, uno de los más destacados y prometedores, decide irse de la peor manera de la institución que lo formó y que esperaba mucho de él.

EXEQUIEL ZEBALLOS

Zeballos nació en Santiago del Estero en el 2002, le dicen Chango y es un extremo por izquierda que llegó de la mano de Diego Mazzilli. Gambeteador, gran pateador de tiros libres, de penales, con gol y muchas asistencias, es para muchos la gran promesa de Boca Juniors. De hecho, varios aseguran que es el mejor proyecto desde Carlos Tevez en adelante. Este año firmó contrato profesional, siendo el primero de su categoría en hacerlo. Pero, debido a que está brillando en la Selección Argentina Sub-17 que disputa el Mundial de Brasil 2019, emisarios del Real Madrid y del Barcelona ya lo observaron de cara a una futura compra.

A diferencia de Ramos Mingo, el problema con Zeballos pasa por Boca y no por el jugador ni su entorno. El primer tema pasa por su cláusula de salida de 12 millones de dólares, cifra más que accesible para cualquier equipo europeo que desee apostar por un jugador de su enorme potencial. El otro pasa por el cuidado del juvenil, ya que pese a todas sus virtudes, aún no ha debutado en la reserva y esa lejanía de la primera puede hacer que se tiente con emigrar.

A Zeballos no se lo valora como corresponde. Quizás, influenciado por su ex compañero Gustavo Pinto – entrenador de la sexta división y quien ha llegado a poner en el banco al juvenil – Rolando Schiavi sólo llevó al delantero a realizar parte de la pretemporada con la reserva, pero sin darle chance de saltar a la cancha aún cuando su equipo transita por la mitad de la tabla de la Superliga. Es que, el nivel del extremo  expone una decisión casi injustificable y que queda contrastada con la del cuerpo técnico de la selección Argentina, que puertas adentro incluso ha afirmado que para ellos el equipo es «el Changuito y 10 más».

Zeballos y Ramos Mingo son parte de un futuro de Boca que hoy corre peligro por culpa de propios y de terceros.