Te contamos todos los detalles sobre cómo va quedando el área formativa del club más grande del continente.
La llegada de Juan Román Riquelme a la vicepresidencia de Boca viene de la mano del manejo del fútbol para el 10. Dentro de sus tareas está el encargarse de las divisiones inferiores, donde hoy se dieron los primeros cambios fuertes que ya mueven la estructura de cara al 2020, con salidas e ingresos en puestos claves.
Oscar Regenhardt, quien supo ser un pésimo coordinador en este 2019, fue removido de su cargo y, aún sin confirmar, le dejaría su puesto a Carlos Fernando Navarro Montoya. El Mono ya estuvo vinculado a las inferiores durante la era de Raffo, cuando fue director técnico y campeón de la quinta con la categoría 1996.
Otro que no está más es Rolando Schiavi, que tras cuatro años al comando de la reserva, se decidió que no se le renovará el contrato. Su puesto en principio será para Sebastián Battaglia, quien a su vez será ayudante de Miguel Ángel Russo en el equipo profesional. Esa doble tarea es similar a la que intentó Guillermo Barros Schelotto de manera fallida con el Pata Pereyra, quien no llegó a dirigir la tercera porque Daniel Angelici no se animó a correr al Flaco de su cargo.
Fuera de estos nombres rutilantes estuvo la sorpresa, ya que este lunes fueron despedidos cinco de los seis técnicos de las juveniles. Héctor Bracamonte, Sergio Saturno, Leonardo Testone, Víctor Marchesini y Luis Luquez recibieron un llamado de Raúl Cascini, a quién todavía no se le conoce cuál será su cargo en Boca, en el que él les comunicó de manera escueta que no contarían con ellos para este proyecto.
Los únicos que mantuvieron su cargo fueron Gustavo Pinto, el peor de todo el plantel de técnicos, y Jorge Martínez, quien hacía dupla con Leonardo Testone. El Negro parece decidido a seguir en el cargo pese a la salida de su compañero. ¿Por qué ellos dos se quedaron? Esta medida parece estar atada a la decisión de Riquelme de quedarse solo con la gente que ya conoce, aún si su capacidad parece ser menor a los otros entrenadores despedidos, todo de cara a iniciar un proyecto centrado en profesionales de su confianza en el que puedan responderle con seguridad.
Habrá que ver cómo Juan Román Riquelme suplanta a Luquez y Saturno, técnicos que durante años demostraron tener mucha capacidad para ayudar a Boca, pero que ahora fueron el daño colateral de un cambio de gestión total. Para entenderlo: no había una modificaciones de autoridades a nivel institución en el Xeneize de tal magnitud desde hace casi dos décadas, por lo que todos estos movimientos son en parte lógicos.
Con algunas salidas cuestionables, otras acertadas, y con una forma para realizar los despidos incorrectas, Boca empieza a cambiar en inferiores; área que necesitaba crecer y que es fundamental para la salud económica y deportiva del club. Seguramente en los próximos días lleguen los anuncios y se sepan cómo quedará el staff y el plan general de Román para la cantera.
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