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Torneo Final

Jaque sin mate

Boca fue superior al puntero del campeonato pero falló en los momentos de definición. Lanús no fue el de otros partidos y apostó a la contra. Guillermo Barros Schelotto volvió a la Bombonera como entrenador. Ceballos, no le cobró un claro penal al Xeneize.

Riquelme corrió, presionó al defensor y le quitó la pelota. Un segundo después, y como si en su mente la jugada que él iba a realizar hubiera ocurrido hace una eternidad, le soltó como un rayo la pelota a Blandi para que enfrente a Marchesín. El delantero, aquél que más caliente y sensible tiene el pie en este momento, gambeteó al arquero y, cuando tenía el arco a su disposición, hizo estallar el palo. Sólo un ejemplo, el más importante y contundente, para mostrar que Boca tuvo en Jaque a Lanús , aunque sin el Mate para poder llevarse los tres puntos.

En la previa el partido parecía una gran prueba para ver cuál era el nivel real de Boca en este momento de la temporada. Si bien el resultado final marcó tablas,  la sensación es que el equipo de Bianchi continúa con su mejora futbolística.

Salvo las espaldas de Albín y Fernández que Regueiro atacó con confianza, o un exceso de la defensa por jugar en línea cuando el equipo está en ataque. Boca defendió muy bien contra el que era, hasta esta fecha, el mejor equipo ofensivo del Torneo Final.  Esta vez, si bien demostró la seguridad de siempre, Orion no fue el responsable del cero en su arco.

El contrapunto es la labor ofensiva, salvo la primera parte y los últimos quince minutos de Riquelme, Boca sufrió muchas ausencias presentes por parte de sus jugadores de mitad de campo para delante. Haciendo que Román sea la única carta de ataque que tiene el equipo. Esto se agravó con el bajo nivel de Clemente, la intrascendencia que acompaña a Erviti en los últimos partidos, y el nulo poder de ataque de Albín. Los delanteros no estuvieron finos ni encontraron conexión entre ellos. Aún así, el Xeneize tuvo más opciones de gol que Lanús.  Como algunos remates del diez, el palo de Blandi, y una de Sánchez Miño que erró por ser muy zurdo.

La actuación de Federico Bravo, el juvenil volante central que ayer jugó su segundo partido de titular, es otra noticia para alegrarse. Rápido en las coberturas, siempre intentando pasársela a un compañero, y de a poco, soltándose para mostrar su técnica. Sin dudas, el mejor de Boca ayer.

Durante la semana pasada muchos medios hicieron foco en que Boca había vencido al Barcelona de Ecuador gracias al árbitro brasileño Marquez. A partir de este lunes, ¿ocurrirá lo mismo con el arbitraje de Ceballos y el clarísimo penal que no le sancionó al Burrito Martínez por falta de Araujo?

La mejora es incuestionable, Boca ya lleva siete partidos sin perder, los goles rivales cada vez son menos, la posesión comienza a ser una característica del equipo, Riquelme va mejorando su ritmo, en ataque siguen apareciendo situaciones para desequilibrar, pero sin dudas, habrá que seguir esperando que Bianchi pueda terminar de darle forma a un Xeneize que dejó en jaque al puntero del Torneo Final.

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