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Torneo Inicial

La doble «G»: ¡Gago!

El equipo de Carlos Bianchi ganó, gustó y mereció golear a Vélez en la vuelta del número cinco a la Bombonera. Ribair y Blandi marcaron los goles para un Xeneize que se prendió en la pelea del título.

Una de las frases más viejas del fútbol dice: «La triple G: ganó, gustó y goleó». Hoy Boca hizo todos los méritos para que el mundo del fútbol destaque la actuación del equipo con ese dicho. Los dirigidos por Carlos Bianchi pasaron por arriba a Vélez Sarsfield, en un baile que no se veía desde hacía mucho tiempo en la Bombonera. El 2-1 final no le hace justicia al partido, el Xeneize tuvo un rendimiento extraordinario y  sólo le falto contundencia a la hora de enfrentar al arquero rival.  Los hinchas alentaron los 90 minutos y fueron protagonistas de una fiesta que tuvo como plus la vuelta de un hijo pródigo del club: Fernando Gago.

La previa no fue sencilla, Bianchi trabajó toda la semana con las complicaciones que le generaron las lesiones de Román, Pérez, Caruzzo, Marín, Riaño. A último momento tuvo que convocar a Alan Aguirre y terminó arriesgando con cambios posicionales que le dieron la razón. El Virrey demostró toda su capacidad y acertó al poner a Ribair de central, a Ledesma por el centro, a Erbes de lateral y a Gago de titular.

De entrada Boca demostró que tenía que dar una prueba de caracter ante su gente, Insúa recuperó una pelota y se la dio a Ledesma, Vélez cortó con infracción y, tras una gran pegada de Gago, Ribair Rodríguez marcó el primer grito de la tarde al minuto de juego.

Mirá el gol del uruguayo:

La incursión de Joel Acosta por la derecha le dio a Boca por primera vez en el campeonato fluidez para ir por esa banda y no cargar su juego por la izquierda. Con presión y el buen manejo de Gago y Sánchez Miño, el equipo de Carlos Bianchi era muy dominador frente a Vélez. Pero como a lo largo de todo el campeonato, en la primera jugada del rival, y con mucha fortuna para ellos, el Fortín igualó por medio de Rescaldani.

Mirá el gol de ellos:

El empate no lo achicó a Boca, al contrario, ya que con el empuje de la gente, el equipo mantuvo el nivel y fue con más énfasis contra el arco de Sebastián Sosa. Llegada tras llegada, el equipo de Carlos Bianchi arrinconaba a Vélez pero no lograba convertir en la red su superioridad. Fue ahí que el protagonismo pasó a Bandi, el delantero era de lo más flojo del equipo, pero tras una gran jugada en ataque, y un rebote en Martínez, demostró por qué es un goleador y puso el 2-1 a favor del Xenize.

Mirá el gol de Blandi:

En el complemento Gigliotti saltó a la cancha debido a un problema muscular de Blandi (contractura en el aductor) y Boca se mantuvo como amplio dominador del juego. El Xeneize inclinaba la cancha y no podía aumentar el marcador, dejando vivo a Vélez  en el resultado y generándole alguna esperanza de llegar a un inmerecido empate.

Jorge Baliño fue el árbitro del encuentro y fue la primera vez que le tocó dirigir a Boca. El juez tuvo un partido para el olvido al permitir el exceso de juego brusco por parte de los jugadores visitantes. Si bien Vélez terminó con diez por la expulsión de Cerro, los de Liniers debieron haber terminado con menos fútbolistas el encuentro.

Por la falta de eficacia en el arco visitante, por un árbitro que ayudó a que el Fortín respirara más de lo debido, Boca se fue complicando sólo un partido que mereció ganar por más de tres goles de diferencia. Ahí, en cada intento de Vélez de igualar, creció la figura de Ribair Rodríguez como un candidato de oro a ser el nuevo acompañante del Cata Díaz. El uruguayo pareció encontrar su lugar en la cancha y fue una verdadera pared en la que el equipo se apoyó para imponer su juego ofensivo.

El pitido final fue un desahogo, Boca ganó con cierto sufrimiento pero con gran justica. El equipo ganó, gustó y disfrutó de la doble «g»: Gago. A

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