Con más sacrificio que fútbol, el Xeneize se quedó con 3 puntos importantísimos para seguir mirando a todos desde la cima del campeonato.
Apenas habían pasado 90 segundos desde el pitido inicial de Pablo Lunati, cuando Pablo Hernández madrugó en un córner a toda la defensa de Boca y colocó un centro bajo en el fondo de la red. Nadie en La Bombonera podía creer lo que estaban viendo pero el conjunto de Astrada ganaba desde el vestuario por 1 a 0.
Ese golpe temprano hizo que Boca tomara la iniciativa en todo el primer tiempo. Sin claridad, acorralaba al Bicho en su propio campo de juego. Ledesma se movía constantemente por la banda derecha y se juntaban con Roncaglia para poder llegar al final del campo de juego para tirar centros a Silva o Cvitanich. Riquelme intentaba ordenar a un equipo que no mostraba un orden habitual pero todos esos esfuerzos se esfumaban en cada ataque que el Xeneize no llegaba a concluir. Las jugadas más peligrosas vinieron casi siempre de pelota parada. Schiavi, Cvitanich y Roncaglia tuvieron chances claras de gol en sus cabezas, pero el arquero y la mala puntería hicieron que Argentinos se salvara una y otra vez.
A los 44 minutos del primer tiempo, Román ejecutó un córner que Silva logró conectar pero Ojeda con grandes reflejos logró desviar pero el rebote le quedó a Insaurralde y éste lo fusiló para sellar la igualdad antes de terminar el primer tiempo. La igualdad a esa altura era más que merecida pero Boca tenía que salir a ganarlo en el complemento para recuperar la punta que estaba en manos de Arsenal.
El inicio del segundo tiempo se vio empañado por el mal arbitraje de Lunati. Cobró cosas que no eran, dejó pegar y no imponía su voz de mando dejando que cualquier jugador reclamara lo que fuere.
Ninguno de los dos equipos lograba llegar con claridad a los arcos rivales pero el local con el ímpetu de ser puntero intentaba de todas formas llegar a la victoria.
A los 20 minutos de la segunda etapa, Riquelme ejecuta de manera brillante un tiro libre que Cvitanich, en posición dudosa, cabecea en soledad al primer palo del arquero visitante.
A partir de allí, el conjunto de Falcioni se dedicó a circular la pelota para consumir minutos y sumado a la expulsión de Berardo, el visitante se resignó a conseguir la igualdad.
Los cambios que planteó Astrada, en ningún momento funcionaron, ya que el equipo carecía de alma para ir a buscar un empate.
Llegando casi al final del encuentro, Silva tuvo en sus pies el gol para sellar el resultado pero increiblemente con todo el arco a su disposición, pateó a la posición de Ojeda, que fue de lo mejor del visitante, y el rebote fue a dar contra el palo y Ledesma no pudo capturar el rebote para convertir.
Con 4 minutos más de tiempo para recuperar, Argentinos intentó llegar a la igualdad mediante centros aprovechando la altura de muchos de sus jugadores pero no logró inquietar a Orión.
Cuando Lunati, de mala actuación, pitó el silbato cuando Chávez se dirigía al tercer gol, el equipo respiró aliviado por haber conseguido una importante victoria que lo dejó en lo más alto del campeonato y ahora tendrá que poner todas sus energías cuando el miércoles visite al Fluminense en Brasil, para sellar su pase a octavos de final.
