El Xeneize cayó en sus errores una vez más y se dejó perder ante un Rosario Central que le bastó con querer ganarlo. El campeonato quedó oficialmente perdido y ahora solo resta empezar a sumar para salir de esto.
Crónica de una derrota anunciada. Como un dejavú eterno, Boca fue su peor enemigo y volvió a caer. El equipo de Carlos Bianchi se repitió en sus falencias y dejó escapar otro triunfo para terminar sufriendo un nuevo traspié. Otra vez hubo momentos de superioridad y de claridad para llevarse un triunfo de Rosario. Pero aún empezando ganando, el Xeneize falló en el área y se refugió en la propia para que Central lo supere solo con intensidad y deseo. Una nueva frustración que duele en el alma.
Gigliotti estaba en duda y salió enchufado a buscar su recuperación. El delantero se mostró activo y decisivo, ya que marcó el solitario tanto con el que Boca se retiró al vestuario ganando 1-0. Pero como a lo largo de todo el campeonato, en el inicio del complemento el equipo volvió dormido y comenzó a encender las alarmas de que la historia terminaría mal.
Las ocasiones despilfarradas por Gigliotti y Gago (travesaño) le dieron vida a Central y achicaron a Boca. Definitivamente el equipo dio un paso atrás y le regaló a los rosarinos el control del partido. Ahí Abreu, que ya había avisado un par de veces en offside, habilitó a Niel para la igualdad. Minutos después – y en medio de un cambio inentendible del Virrey de Pérez por Erbes – llegó el segundo de Donatti.
Boca falló en su área y dejó perder la chance de cerrar el partido. La falta de gol de este equipo se volvió a sumar a una fragilidad imperdonable en lo mental para una nueva caída.
Ahora habrá que pensar en realmente cambiar la ecuación y buscar la salida para este momento. Boca debe buscar sumar puntos y terminar el semestre con tranquilidad, ya no queda otra.
cristina sikos
2 abril, 2014 at 20:30
Expliquelo a los jugadores ,porque a Bianchi no lo entienden