El ahora ex entrenador tuvo un ciclo repleto de altibajos, con buenos resultados pero un funcionamiento que se fue resquebrajando con el correr de los partidos. A continuación, un repaso por toda su segunda etapa.
Se terminó el segundo capítulo de Miguel Ángel Russo como DT de Boca. En esta etapa, que culmina con un solo partido ganado en los noventa minutos sobre catorce encuentros disputados, el técnico obtuvo dos títulos. la increíble remontada en la Superliga 2019/20 y la Copa Maradona 2020. También, logró eliminar dos veces consecutivas a River en menos de tres meses, algo que no se pudo conseguir durante el lustro 2014-2019.
En cuanto a los números, claramente estos casi 20 meses al frente del equipo masculino de Boca se pueden dividir en tres etapas.
La primera parte abarca el comienzo arrollador del verano 2020, que incluyó la vuelta olímpica aquel inolvidable 7 de marzo ante Gimnasia, el arranque en la Copa Libertadores y la primera fecha de la fallida Copa Superliga. También, se puede contabilizar el retorno tras el parate de seis meses por la pandemia, que incluyó el cierre de la fase de grupos del torneo continental y el inicio de la Copa Maradona. En total, disputó 16 encuentros, con 13 victorias, 3 empates y cero derrotas.
En esa vuelta a la competencia ya se empezaron a vislumbrar algunas falencias en el juego, que se fueron maquillando con resultados. Sin embargo, a la salida de Junior Alonso en el medio del parate se le sumó la partida de Pol Fernández, que no quiso renovar el contrato y fue «colgado» por la dirigencia. Eso rompió algo en el equipo, y se empezó a notar a partir del 15 de noviembre, en la primera derrota de Russo, ante Talleres, sobre la hora y por 0-1 en La Bombonera. Desde allí y hasta el final del semestre se puede ver la segunda parte, donde se desencadenaron 5 victorias, 6 empates y 5 derrotas. En ese lapso, se obtuvo la Copa Maradona (por penales ante Banfield, superando a River en la tabla del grupo clasificatorio a la final) y se avanzó hasta las semifinales de la Libertadores, donde un Santos efectivo eliminó a un Boca que caminó toda la serie.
En la tercera parte se profundizaron aún más los problemas estructurales que tenía Boca como equipo. Jamás pudo encontrar una línea de juego, y los pocos pasajes de buen fútbol se dieron con la repentina aparición del mediocampo conformado por Medina, Varela y Almendra. La temporada 2021, con competencia en Copa de la Liga, Copa Argentina, Copa Libertadores, arrojó un total de 11 partidos ganados, 13 empates y 6 derrotas (no se contabilizan los dos encuentros dirigidos por Sebastián Battaglia, donde jugó la Reserva).
Más allá de los números fríos, hay dos cuestiones importantes a la hora de leer el ciclo: los resultados fueron buenos, pero los últimos diez meses fueron difíciles en cuanto al juego. Boca consiguió superar rondas en eliminaciones directas, pero jugaba decididamente mal. Tanto, que en los últimos partidos hasta le costaba patear al arco.
En cuanto a series mano a mano, el saldo es positivo: consiguió ganar 7 llaves (Internacional y Racing por Libertadores, Banfield por Copa DAM, River por Copa de la Liga, Claypole, Defensores de Belgrano y River por Copa Argentina) y perdió en 3 oportunidades (Santos, Racing por Copa de la Liga y Mineiro, injustamente por medio del VAR).
La otra gran constante a lo largo de su ciclo fueron las definiciones por penales. Por esa vía, consiguió pasar de ronda en cuatro oportunidades (River por duplicado, Internacional y Banfield), mientras que cayó en dos ocasiones (Racing y Mineiro).
En total, la segunda etapa de Miguel Russo en Boca consta de 62 partidos dirigidos, con 29 victorias, 22 empates y 11 derrotas. Su porcentaje de puntos ganados es del 58,6% sobre los puntos en juego. ¿Podrá su sucesor superarlo en cuánto a títulos y resultados?
Nicolas RIO NEGRO
17 agosto, 2021 at 13:08
El resumen de su paso por boca…? Y bueno. Contando los dos torneos y los mano a mano con riber bueno. Haciendo un balance general. No ganamos la copa, contra Santos somos lastima, no jugamos a nada….
Creo que fue bastante malo.nde los peores de los últimos años. Los equipos de arrua barrena, guillermo , jugaron mucho mejor .
Ya esta. Es así.
Hernán
17 agosto, 2021 at 13:24
Para mi, desde los resultados, fue bastante bueno: ganó 2 de 3 campeonatos (uno se lo sacó a riber en la última fecha), en el restante llegó a la semifinal (cayó en los penales con Racing); en la copa fue semifinalista (pierde con Santos) y en otra le afanaron descaradamente. En los mano a mano con riber lo eliminó 2 veces en 3 meses, sigue con vida en la Copa Argentina. Lo malo fue este campeonato, donde nunca presentó dos veces el mismo equipo.
A nivel juego, arrancó muy bien con ese doble 5 entre Campuzano y Pol Fernández, pero increíblemente la dirigencia la desarmó. Luego cayó el nivel de juego pero siempre encontró la forma de ganar. El bajón se dio en este campeonato. Yo creo que se explica por todos los cambios que hubo en el plantel. Creo que lo más negativo fue no haberle dado continuidad a Varela, Medina, Molinas y Weigandt, cuando tenían todo para ser titulares. Lo mejor fue haber eliminado a riber. De mi parte todo el respeto del mundo para Miguel.
Nicolas RIO NEGRO
17 agosto, 2021 at 15:09
Sabes lo que pasa Hernan. Yo tb creo que a nivel resultados, en torneo local, fue satisfactorio, bueno 👍, como quieras catalogar.
A nivel, proyecto de equipo, a nivel juego, torneos internacionales. Creo que fue muy malo. Nunca encontró al equipo, ponía jugadores que no penden jugar, como gonzalez, jugadores en puestos que no sienten, en fin. Boca juega muy mal, y el primer responsable es el dt .el arma el equipo.
Boca juega mal. Cada día peor. No se puede mirar para otro lado , y decir que está estamos bien. Con este dt íbamos caminos al desenso y eso es imposible para nosotros.
Russo, no está a la altura de lo que necesita Boca.
Guillermo
17 agosto, 2021 at 15:28
Coincido con Hernán, totalmente.
Russo erró al desarmar el medio que tenía con los pibes. No confió en ellos, se jugó por jugadores con experiencia sin ninguna justificación, al menos para los que lo vemos desde afuera.
Si hubiera mantenido lo que tenía, más la defensa nueva que armó ( Izquierdos-Rojo fue un acierto) sumados a Weigandt y Sandez/Barco y Ramírez y arriba Briasco/ Pavón/ Zeballos y Vázquez, creo hubiera sido otra historia. Después volvían Salvio y Orsini. Y tenía a Campuzzano, Rolón, González, Molinas, Fernández para cubrir el medio. Y a Zambrano, López, Advíncula para la defensa. Es un plantel más que razonable para el medio argentino. Y estoy dejando afuera a Fabra, que quizás es recuperable.
Pero se empeñó en no poner juveniles, no sé la causa, pero era un cortocircuito evidente con el consejo de fútbol. Y así la cosa no podía funcionar .
Hubo fallos a nivel humano también. Antes de empezar la nueva temporada las figuras centrales que se anunciaban para el próximo equipo eran Cardona y Villa….y los dos demostraron no estar al altura de lo que se esperaba de ellos.