El defensor de Boca Juniors habló sobre su vuelta al club tras su paso por Rosario Central. Destacó su rol en el plantel y la importancia de conseguir regularidad.
En diálogo con el Diario Olé, Lisandro Magallán tocó varios temas relacionados a la actualidad del Xeneize. Estas fueron las mejores declaraciones que realizó.
La dificultad de estar en Rosario alejado de su familia:
Un poco, porque allá estaba solo. Con el grupo me llevaba espectacular, pero cada uno tenía su familia y se hace un poco duro en el día a día. Me tuve que aprender a cocinar, ja.
El crecimiento que le aportó ir a Central:
Fue recontra positivo. Desde lo futbolístico y también en lo personal. Agarrar el bolso e irme solo a buscar un lugar en otro club y en otra ciudad me hizo crecer mucho como persona. Esas cosas te forman la personalidad.
Las lesiones y la continuidad en Central:
Pude jugar, pero por lesiones no pude hacerlo tanto como esperaba. Estuve en varios partidos igual, y sentí que pude hacerlo bien.
Un garrón, no me lesioné nunca y en un año tres veces. Encima tuve un desgarro y después dos esguinces por traumatismo, uno contra All Boys y otra entrenando. Increíble.
Abreu, su excompaero y un gran maestro:
Es imposible. Aprendés mucho con él, porque es un jugador con mucha experiencia y terriblemente profesional. En los entrenamientos o en los reducidos pedía que lo cuidáramos, que tenía que jugar el fin de semana. Pero él nos iba fuerte, ja. Y de arriba no hay receta posible, gana siempre.
Su rol dentro de Boca:
Me siento parte de un grupo de trabajo que quiere buscar objetivos colectivos. La meta de todos debe ser ésa.
No me siento ni titular ni suplente y creo que es un sentimiento compartido por todo el vestuario.
¿Es el comodín de Bianchi?
No lo veo así. Quiero estar a disposición de Carlos para cuando me diga que tengo que jugar y poder rendir, nada más.
La necesidad de ser regulares:
Los partidos se ganan haciendo goles y evitando que te los hagan. Somos once y todos debemos contribuir para lograr ese equilibrio