Te contamos los detalles detrás de lo que fue otro encuentro del único grande.
Boa Juniors igualó por 1-1 contra Independiente Rivadavia en Mendoza y confirmó el pésimo nivel del equipo cuando sale fuera de La Bombonera. Una vez más Diego Martínez queda expuesto en estas situaciones, pero Miguel Merentiel salió al auxilio y fue la clave para el agónico empate de Cristian Medina.
Con los regresos de Edinson Cavani tras descansar y de Cristian Medina y Kevin Zenón de su participación en los Juegos Olímpicos, Boca salió a la cancha con un equipo lleno de futbolistas con pasado o presente en diferentes selecciones. Pese a eso, el equipo volvió a mostrar los mismos vicios de cada presentación de visita, padeciendo la simpleza de un rival que sólo con empuje y presión alta incomodó al Xeneize.
Boca en la primera parte casi no generó situaciones, salvo un remate de lejos de Cavani y otro dentro del área de Aguirre. Este último volvió a jugar de volante, incómodo y fuera de su rol de delantero. Posición que puso exclusivamente para sostener el capricho de un 442 que no funciona con los futbolistas que dispuso.
Independiente Rivadavia Mendoza con poco, con amagar a la peligrosidad de su ataque por las bandas en su 352, le alcanzó para no generar muchas situaciones, pero sí ser el que provocaba la sensación de dominio del juego. Esa etapa tuvieron una ocasión inmejorable, con un penal de Figal y una atajada más de Chiquito Romero desde los doce pasos. El arquero de Boca espero y le adivinó el disparo al violador Villa, quien no pudo marcar la ley del ex.
Para el arranque del complemento empezó el derrumbe táctico. Es que Martínez sacó a Aguirre y puso a Mendia, armó una línea de cinco por pánico a Independiente Rivadavia y el equipo se quedó sin la pelota. Si bien del otro lado tampoco es que generaron mucho, su intensidad y el error del planteo de Boca les permitía no sufrir y recuperar rápido la pelota.
Dentro de ese momento Boca tuvo una gran chance gracias a Merentiel, quien controló de gran manera un pase de zurda de Advincula y sacó un disparo violento que se estrelló en el travesaño. El partido parecía anulado, pero Independiente aprovechó el desacople defensivo, atacó a las espaldas de Advincula y, luego de un centro atrás, Pol Fernández salvó desde la línea el gol. Lamentablemente, del córner llegó un un cabezazo que pareció mano, pero que no lo fue y que terminó en el 0-1. Sí, una vez más al equipo de Martínez lo lastiman por pelota parada, en una costumbre pésima que no se puede superar.
Ahí, en la desesperación, el entrenador se acordó de atacar y terminó de romper a Boca con Giménez y Zeballos por Pol y Zenón. El equipo no tuvo ideas, todo fue anarquía, pero por suerte el técnico tiene a Merentiel con la azul y oro. El uruguayo en cada posesión generó peligrosidad por su deseo de ganar y su valentía para jugar al fútbol. Fue así que armó una gran acción que transformó en asistencia para Medina, quien entró sólo por el segundo palo y puso de cabeza el 1-1.
El gol en tiempo de descuento casi le alcanza para más a Boca, que de nuevo liderado por Merentiel y con un buen centro de Blanco, Giménez provocó una atajada milagrosa y con mucha fortuna del arquero de Independiente Rivadavia. Fue 1-1, otra decepción del equipo de visitante, que apenas ha ganado cuatro fuera de casa con este entrenador. Pero más allá del resultado, lo preocupante pasa por la voluntad, por los planteos, por ese miedo al otro, por sobre pensar lo que hace el rival, por pensar que se genera con los centrales y que al fútbol se gana sólo por el peso de los laterales.
Ahora se viene Cruzeiro y una serie decisiva para Boca en la Copa Sudamericana. No hay margen de error ni otro resultado, el Xeneize está obligado y debe ganar.
eduardo
11 agosto, 2024 at 11:49
aca nadie piensa en el hincha y el sufrimiento de ver jugar a boca, con jugadores sin alma, sin dinamica y sin la jerarquia para boca, respecto al violador Villa como menciona la nota boca extraña tener un jugador de esa jerarquia en ataque, me llevo esta actuacion a reflexionar porque pasa esto en principio no es por la falta de continuidad el consejo lleva 5 años en funciones y cada vez le va peor, fuera de la libertadores, muy mal en el campeonato la causa a mi entender es el fracaso de los entrenadores o que quiza el consejo
mete la pata el mejor fue Russo recibio un equipo armado y lo potencio campuzano era maradona, salvio incontrolable con una zaga de centrales que respondia, luego todo mal vino battaglia, el negro Ibarra se ganaron cosas con un poco de suerte, Almiron lo acerco a la copa pero perdimos la chance de otra libertadores y por ultimo el entusiasta Martinez haciendo un curso acelerado de equipo grande, lo concreto BOCA esta cada vez peor en lo futbolistico, en los resultados pero le esta fallando la mistica, zafamos como ayer porque jugamos con equipos mediocres, como independiente Rivadavia que solo atacaba con un jugador, no es raro que de visitante hacemos agua y en la mayoria de los partidos empezamos perdiendo no sera que los jugadores estan de punta con el consejo qui lo sa