Padre e hijo Bosteros: los Perotti fueron la octava familia en lograrlo

En la historia de Boca Juniors ya ha habido otros casos en el que se comparte una línea de linaje que atraviesa la generaciones. Conocé los otros casos.

Cuando Diego Perotti ingresó en la cancha para ayudar a Boca a vencer a Estudiantes hizo algo más que debutar en el club. El Monito llevó a al apellido de su familia a sumarse a un récord de pocos: ser la octava pareja de padre-hijo que juegan con la camiseta azul y oro en toda la historia.  Diario Xeneize realizó un informe en el que detalla cada uno de los casos, mirá:

Los Cerezo: 

Luis Cerezo (FOTO), un uruguayo que fue miembro fundador de Boca Juniors y que luego sería Presidente del club (el segundo detrás de Baglietto), se destacó como zaguero izquierdo entre 1905 y 1916. En total disputó 84 partidos y marcó un gol.

 Oscar Cerezo, se desempeñó como delantero, pero apenas jugó 5 partidos, en los que marcó tres goles, entre 1929 y 1930.

Los Costa:

Domingo Ángel Costa fue un férreo marcador central que podía estar por la izquierda o la derecha. En Boca jugó 24 partidos, sin gol, entre 1920 y 1923.

Bartolomé  Costa (FOTO) siguió la tradición de su padre y se desempeñó como zaguero zurdo en el Xeneize. En total jugó 13 encuentros, al igual que su padre sin gritar tantos, entre el 48 y 49.

Los Marinelli:

Héctor Indolfo Marinelli era un lateral derecho que apenas jugó cuatro partidos en Boca Juniors, pero que se dio el gusto de poder ser parte del plantel campeón de 1965.

Carlos Ariel Marinelli era un exquisito enganche que llegó al Xeneize proveniente de las inferiores de Argentinos Juniors y que la rompía en las juveniles de la Selección Argentina. Solo llegó a jugar 11 partidos en el club durante el 2004. Lamentablemente nunca logró llevar a la primera división todo su talento.

Los Trobbiani:

Marcelo Antonio Trobbiani fue diamante en bruto surgido de las inferiores Xeneizes. Un volante que se desempeñaba por el centro, pero que tenía una técnica envidiable para su posición. Era un crack, que en total disputó 222 partidos en Boca Juniors en los que marcó 45 goles. Ganó dos títulos (Metropolitano de 1976 y 1981) en sus dos etapas en el club entre 1973 y 1982.

Pablo Marcelo Trobbiani nació en España y, al igual que su papá, salió de la cantera del club y jugaba de cinco. La gran diferencia entre ambos era el talento: el joven apenas disputó cinco partidos, con ningún gol, en 1996.

Los Álvarez:

José Luis Álvarez fue un puntero derecho que surgió de Boca Juniors. Su debut fue 1975, en medio de la afamada crisis de profesionales que vivió el fútbol argentino. En total disputó 19 encuentros, y marcó un gol (Chacarita), desde su bautismo con la azul y oro hasta 1978.

Pablo Sebastián Álvarez (FOTO) es recordado por muchos hinchas Xeneizes por ser aquel juvenil que Carlos Bianchi mandó a patear un penal contra River en las semis de la Libertadores 2004.  En total jugó 39 partidos en Boca, sin marcar goles, entre el 2003 y el 2005. Ganó dos títulos: el Apertura 2003 y la Sudamericana 2004).

Los Gatti:

Hugo Orlando Gatti es una leyenda de Boca Juniors. Uno de los mejores arqueros y grandes ídolos que alguna vez tuvo el club en toda su historia. Ganador de seis títulos (Metropolitano 1976 y 1981; Nacional 1976; Libertadores 1977 y 1978 y la Intercontinental de 1977) y de una extensa trayectoria que consta de un total de 548 partidos en el club.

Lucas Cassius Gatti – su segundo nombre es en honor al gran ídolo de Gatti: Mohamed Alí – se distanció mucho de su padre: apenas jugó dos partidos entre 1998 y 1999. Se desempeñaba como volante central y luego su carrera siguió más entre escándalos familiares que en las canchas de fútbol.

Los Escudero:

Osvaldo Salvador «Pichi» Escudero jugó en Boca durante 1981,  pese a haber vivido una sola temporada con la camiseta azul y oro, al wing le alcanzó para quedar en el recuerdo de los hinchas por sus gambetas y desequilibrio. Con el Xeneize jugó 56 partidos y marcó 10 goles en el Metropolitano que se ganó con Maradona en cancha.

Damian Ariel Escudero, es un volante ofensivo zurdo que también puede jugar como delantero que. Al igual que su padre, comparte el apodo de «Pichi» y su buen paso por Vélez.  Su gran nivel demostrado en sus primeros años le valió una transferencia a Europa que, quizás por haberse ido siendo muy joven,  no disfrutó al tener continuidad. Los dirigentes boquenses intentaron repatriarlo a la Argentina por creer en su talento. Por lo que invirtieron una gran suma para traerlo, algo que  no funcionó:  solo disputó 16 encuentros, sin anotar tantos,  entre sus dos etapas en el club durante el 2010/11 y 2013. Al inicio de este año se decidió desprenderse definitivamente de su ficha al venderlo por muy poco dinero al Vitoria de Brasil.

Los Perotti:

Hugo Osmar Perotti, más conocido como el Mono, fue un talentoso jugador que surgió de las inferiores del club y que jugó 196 partidos, con 41 goles, defendiendo la camiseta de Boca. Delantero, rápido, pontente, pícaro, fue parte del plantel que ganó la Libertadores del 77 y figura en el Metropolitano de 1981 en el que marcó varios tantos claves. Su carrera en el club duró desde 1977 hasta 1984.

Diego Perotti, su hijo, es el último refuerzo que ha incorporado el Xeneize al club. El Monito, también se formó en las divisiones menores del club, pero al no encontrar lugar pasó a Morón y luego a Europa. Tras varios años en gran nivel en el Sevilla de España, regresó a la argentina para cumplir su sueño de jugar en la Bombonera. Algo que cumplió el domingo pasado en, el hasta ahora, único encuentro con la azul y oro.

 

 

Gracias a Historia de Boca por sus excelentes estadísticas y fotos.