Boca Juniors se clasificó a los dieciseisavos de final de la Copa Argentina tras vencer por 2-0 a Huracán Las Heras en San Juan.
A priori, parecía un rival muy inferior. Sin embargo, el conjunto mendocino pudo plantear un partido muy inteligente para anular las individualidades, claramente superiores, del equipo conducido por Rodolfo Arruabarrena.
Durante los noventa minutos de juego, Boca Juniors tuvo el dominio del balón pero no logró concretar las distintas situaciones que tuvo de cara al gol. Con poca eficacia y ocasiones, el Xeneize parecía perdido en el campo de juego y no pudo plasmar una buena actuación como el resto del año.
Sin embargo, con más ganas que fútbol, el equipo de La Ribera llegó a los 40 minutos de la segunda etapa al gol tras un centro de Jonathan Calleri -quien ingresó en el complemento- que Daniel Osvaldo depositó en el fondo de la red. Mostrando una remera de «La 25» al grito de «que la cuenten como quieran, loco», el ítaloargentino se desahogó desatando la locura de la mitad más uno del país.
Tres minutos más tarde, luego de un pase atrás de Marcelo Meli, llegó el segundo. Andrés Chavez, quien no estaba contando con mucha certeza de cara al gol, con un magnífico zurdazo colocó la pelota donde el arquero de Huracán no pudo llegar.
Un párrafo aparte merece el pésimo arbitraje de Sergio Pezzotta, quien no sancionó -al menos- tres o cuatro penales claros a favor de los de azul y oro. Manos y faltas sobre Daniel Osvaldo no fueron sancionadas por el referí, que no tuvo una buena noche.
Así, con más corazón que ideas, Boca Juniors logró meterse en los dieciseisavos de final de la Copa Argentina. Que la cuenten como quieran, loco.