Riquelme tuvo su partido despedida: una noche circular y llena de amor

Te contamos los detalles detrás de lo que fue un momento mágico para el único grande.

Juan Román Riquelme tuvo su merecido partido homenaje con el que se le puso cierre de oro a la época más gloriosa de Boca Juniors. El máximo ídolo recibió constantes ovaciones por una Bombonera explotada de gente, que fue a dejar su garganta para brindarle cariño al 10 y a todos sus invitados.

El partido sirvió para que Carlos Bianchi pudiera recibir un par de furiosas ovaciones, unas que fueron cantadas con toda la emoción contenida por años de espera. Es que el Virrey cuando cerró su tercer ciclo no pudo despedirse de la gente, ya que había pedido que le dejen un encuentro más para decirle adiós a La Bombonera, pero la dirigencia de aquel entonces le dijo que no.

La noche también sirvió para el reencuentro con futbolistas que hacía muchísimo tiempo que no pisaban el templo, como Rodrigo Palacio, Éver Banega, Gustavo Barros Schelotto, Óscar Córdoba, Manteca Martinéz, Walter Samuel, entre otros. Ni hablar del mismísimo Blas Giunta, quien hace unos años le negaron entradas para ver a Boca y que ayer vivió una de las ovaciones más sentidas de los hinchas.

También fue una jornada para que la gente de Boca le muestre su grandeza y su amor a los campeones del Mundo con Argentina, haciéndole sentir su eterno respeto y cariño a Lionel Messi, Ángel Di María y Lionel Scaloni. Ni hablar de Leandro Paredes, hijo pródigo que sorprendió al salir en un momento del segundo tiempo con la ropa de Boca, desatando la locura de La Bombonera.

El cierre de la noche fue sensacional, con un discurso precioso de Riquelme en el que homenajeó a todos sus compañeros y entrenadores que ha tenido en su carrera. Pero que además se dio el tiempo para darle un mensaje especial a José Pekerman, Coco Basile, Carlos Bianchi y Lionel Messi. Todo mientras tuvo un gesto bellísimo de ponerse una camiseta con el apellido de Maradona, cerrando el círculo de la despedida del Diego en la que él hizo lo mismo con el 10 de Román.

En Boca habrá muchos partidos en este semestre, también se vendrá un nuevo mercado de pases y otra fase eliminatoria en la Copa Libertadores. Todas cosas importantes que al hincha le apasionan y preocupan, pero que no dejan de ser situaciones que se repetirán a lo largo del tiempo. Lo de ayer fue un momento especial y que culminó con la etapa más brillante de la historia del club. Fue una noche para agradecer, para disfrutar y ser parte de algo histórico. Nunca más habrá un Riquelme ni tendrá otra despedida. Nunca más habrá otra chance para justificar un encuentro así plagado de leyendas y de personas que le hayan dado tanto al Xeneize.

Ya está, se terminó por lo alto la era de oro. Ahora le quedan a los que viene entender que si hacen las cosas bien, si defienden con pasión esta camiseta, podrán acceder en un futuro a la eternidad de amor que Riquelme, Bianchi y todos los que estuvieron ayer en La Bombonera se grabaron a fuego en su corazón.