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Transferencias

Russo y los técnicos que han tenido más de un ciclo en Boca

Analizamos cómo les fue a los DTs que pudieron tener al menos dos pasos al comando del único grande.

Miguel Ángel Russo es nuevamente el técnico de Boca Juniors luego de su paso por el club en el 2007, año en el que con un Juan Román Riquelme brillante, logró obtener la Copa Libertadores. El entrenador con este paso se suma a una corta lista de 12 entrenadores que han tenido más de un paso por el club. Es por eso que Diario Xeneize te contará quiénes y cómo les fue cuando repitieron cargo en el Xeneize. Mirá:

Enrique Sobral

Sobral empezó como masajista, luego pasó a ser entrenador de boxeo y terminó siendo técnico de fútbol. Hay que aclarar que en esa época, fines de la decáda del 30 e inicio de la del 40, el rol de DT no tenía tanta trascendencia en el juego como ahora. Luego de un 1938 correcto, el club decidió volverlo a convocar para 1940, año en el que logró ganar el campeonato, y siendo el técnico que vivió la inauguración de La Bombonera. En su caso tuvo un mejor segundo ciclo que el primero.

Mario Fortunato

Salió campeón como futbolista del club con tres trofeos, pero una temprana lesión lo llevó a ser entrenador, donde se transformó en el que más tiempo estuvo al comando de Boca Juniors, aún por encima de Carlos Bianchi. En total tuvo cuatro ciclos, superando por uno al Virrey y de José D’Amico. Ganó 4 títulos, todos en su primera etapa, logrando el último campeonato de la era amateur en 1930, el primero del profesionalismo en 1931, más el bicampeonato de 1934/35. Su segunda vez en el club fue la peor, estando apenas menos de dos meses en el puesto. La tercera y la cuarta fue superior, aunque sin poder conseguir el éxito de su inicio.

Ernesto Lazzatti

Gran ídolo de Boca, siendo un volante que obtuvo 10 títulos como jugador. Una vez retirado se probó el buzo del Xeneize, pero su primer ciclo lo culminó sin poder sumar otra vuelta; vale aclarar que pese a eso logró una epopeya, ya que en 1949 fue la única vez que se estuvo cerca del descenso, algo que se evitó en la última fecha contra Lanús. Él agarró ese plantel y, apenas meses después en 1950, logró dejar al equipo subcampeón. Ya en su segunda etapa se sacó las ganas y le dio otra estrella al club, consiguiendo el campeonato de 1954. No le gustaba que le dijeran técnico y prefería que lo llamen como un «administrador del fútbol», algo que hacía realmente bien y que generó que durante años lo intenten convencer de volver a un rol que no aceptó.

José D’amico

Su caso fue muy extraño, ya que llegó como preparador físico de Carlos «Lucho» Sosa, pero terminó siendo interino de él en 1960 para tener su primer ciclo. Luego, con el arribo del técnico responsable del primer título mundial de Brasil Vicente Feola, volvió a encargarse de la parte física, para regresar a ser el técnico que lo sustituyó, consiguiendo el campeonato de 1963. Su tercer ciclo ya fue sin tener que reemplazar a alguien y en 1968, donde no tuvo grandes resultados.

Alfredo Di Stéfano

Fanático de Boca, pero identificado con River Plate. Esta leyenda del fútbol mundial, y del Real Madrid en especial, cumplió su sueño de chico y llegó al Xeneize para ser entrenador. En ese primer ciclo consiguió el Nacional y la Copa Argentina de 1969. Más de una década después, Antonio Heller lo llamó para que regrese, aún cuando la Saeta había tenido otro paso por el Millonario como técnico. Le tocó dirigir en 1985, iniciando con buen nivel, aunque sin lograr una constancia que lo convenza para seguir en el cargo.

Juan Carlos Lorenzo

El técnico más grande de la historia del club después de Carlos Bianchi. El Toto, pese a que muchos lo desconocen, fue jugador del Xeneize, donde sumó tres títulos en los 31 partidos (con 9 goles) que disputó. No hay dudas que como entrenador tuvo en su primer ciclo la gloria, sumando cinco títulos, entre los que se encuentra la final contra River del Nacional 1976, el Metropolitano de ese mismo año, el bicampeonato de América 1977/78 y la Intercontinental de 1978. Su segunda etapa estuvo lejos de ser brillante, ya que no pudo ayudar a que Boca salga del mal nivel que tenía en la temporada 1987/88, retirándose con esa experiencia que no representó su gran trayectoria en el banquillo.

César Luis Menotti

Otro que fue campeón como jugador en Boca y que pocos recuerdan, ya que apenas jugó en 1965, siendo importante para la obtención del título. Ya como entrenador, y pese a ser el motivo que lo llevó a ser famoso a nivel mundial por el título de Argentina 1978, en el Xeneize no pudo estar a la altura de su fama. Su primer ciclo fue en la temporada 1986/87, donde tuvo un inicio brillante que ilusionaba con el título, pero luego tras declarar tener un problema de salud, se fue de manera desprolija al Atlético Madrid; elección que no le fue favorable, ya que fue despedido por malos resultados. En su vuelta al país dirigió a River, pero aún así, tuvo un segundo ciclo entre 1993 y 1994. Esta etapa tuvo similitudes con la primera, ya que tuvo un gran arranque que se fue desinfilando, consiguiendo alcanzar la final de la Supercopa contra Independiente. Terminó yéndose al perder un Superclásico por goleada.

Silvio Marzolini

Leyenda absoluta de Boca, y considerado por muchos uno de los mejores laterales izquierdos de la historia, como jugador obtuvo seis títulos. Su paso como entrenador también fue bueno, siendo el responsable del equipo que logró el Metropolitano de 1981 con Maradona a la cabeza. De nuevo con Diego como dirigido, regresó en 1995 para pelear un campeonato que se escapó por el Apertura.

Óscar Tabárez

El técnico que consiguió la mayor diferencia en Superclásicos de la historia, el responsable de que Boca vuelva a ganar un título local luego de 11 años con la obtención del Apertura de 1992. El charrúa perdió la final de 1991 por las polémicas citaciones a la Copa América, pero también fue parte de los títulos internacionales con la Copa Masters de 1992.  Su segunda etapa fue complicada, ya que debió reemplazar a Carlos Bianchi, teniendo un mal primer semestre y un buen segundo, donde estuvo a nada de robarle el título a un Independiente que parecía imposible de alcanzar. Lamentablemente debió irse, ya que el Virrey regresaba para sumar más gloria. Él, por su parte, aún sigue siendo el máximo responsable de la selección de su Uruguay natal.

Alfio Basile

El Coco tuvo un primer ciclo brillante, ganando todo lo que disputó con la obtención de una Copa Sudamericana, dos Recopas y un bicampeonato local. De hecho, estuvo muy cerca de conseguir el primer tricampeonato en la historia del club, pero decidió irse a la Selección en medio del certamen, siendo reemplazado por un Ricardo La Volpe que hizo perder esa gran chance. Su segunda etapa lo tuvo a Carlos Bianchi de mánager, pero ni así logró que el equipo encontrara el juego deseado, por lo que debió abandonar muy rápido su puesto.

Carlos Bianchi

El mejor entrenador del fútbol argentino y, por ende, de Boca Juniors en su historia. Nadie ganó lo que él, no solo por cantidad, sino por calidad. Su primer ciclo tuvo un bicampeonato en el que estuvo 35 partidos sin perder, la Libertadores 2000 en la que eliminó a River en cuartos, el Apertura 2000 y la Intercontinental 2000 superando al Real Madrid. Si bien eso parecía imposible de superar, en su segundo ciclo logró otra triple corona con el torneo local, Libertadores y Copa del Mundo en el 2003, ciclo que casi es aún más grande cuando cayó en la final del máximo torneo sudamericano por penales contra el Once Caldas, instancia a la que llegó luego de eliminar al clásico rival en semifinales. Toda esa gloria quedó opuesta con esa tercera y humana etapa; ahí padeció el destrato de la dirigencia y la falta de presupuesto, saliendo anteúltimo del Torneo Final 2013 por pelear la Libertadores, algo que remontaría al otro año al salir segundo del campeonato argentino Que lo hayan echado por mensaje de texto como hizo Daniel Angelici fue uno de los peores gestos que un Presidente alguna vez pudo tener con un ídolo de la institución.

En definitiva, la historia marca que no hay una verdad para juzgar sobre cuál es la tendencia a la hora de segundos ciclos para los técnicos en Boca. Hay casos muy positivos como el de Bianchi, D’amico, Lazzatti y Sobral, también malas experiencias como las de Basile, Fortunato, Di Stéfano y Lorenzo, y otras correctas como las de Marzolini, Tabárez y Menotti. Ahora le toca a Russo escribir otra página, en la que él y la mitad más uno sueñan que sea llena de gloria.

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