Sin margen de error

El futuro de Boca en la Libertadores se juega hoy. Con cualquier triunfo u empate pasa Boca, si pierde por un gol de diferencia,  y no marca, se queda afuera. Silva y Ledesma son baja, por ellos jugarán Mouche y Rivero.  Desde las 19:30hs en el estadio Santa Laura y con el arbitraje de Wilmar Roldán, se jugará esta final.

La copa Libertadores es mi obsesión, tenés que dejar el alma y el corazón. Esa frase representa el sentir de hinchas, cuerpo técnico, jugadores y dirigentes. Esta sensación que debe sentir cada uno de los que lea esta nota, es lo que genera este torneo.  Ansiedad, expectativa, miedo, preocupación, esperanzas, ilusión, un coctel de emociones que se están viviendo desde que terminó el partido de ida, y que se van agrandando en cada segundo que pase. La taquicardia sensorial aumentará con el silbatazo inicial de Wilmar Roldán.

El historial ante equipos chilenos es favorable para el Xeneize, y el de la Unión Española ante equipos argentinos es negativo. ¿Cuánto puede pesar eso? ¿y que el rival sea Boca y no cualquier otro? Eso se sabrá en la cancha, el peso de la historia puede ser una variable más en este juego psicológico.

Román saldrá con la cinta y su número 10 prendido fuego en la espalda.  Boca no va a ir a especular, va a ganarse su lugar en los cuartos de final. Con juego y con esfuerzo, como en toda la historia, y como siempre lo ha hecho este equipo. Mouche estará de entrada para suplir al uruguayo Silva, su buen momento tiene que ser aprovechado. El Burrito Rivero jugará por Ledesma, su corazón y entrega serán vitales para romper con el esquema rival. Erviti llega con lo justo pero no quiso dejar rengo a su equipo. Roncaglia jugará su segundo partido después de la lesión para darle solvencia a la defensa. Ya está, la final está a un respiro de arrancar.