Superioridad estéril

Boca Juniors empató 0-0 con San Lorenzo en la Bombonera en un partido olvidable. El equipo de Carlos Bianchi fue superior, pero volvió a fallar en la definición.

Riaño tiene una pelota picando en el área chica, si la mete se convertirá en héroe por una noche y seguramente se llevará un aplauso cerrado por parte de la Bombonera. Los hinchas gritan como reacción lógica de cómo termino la jugada, pero no es por un gol, reclaman un supuesto penal que el árbitro Abal no vio. Entre protestas y angustias el delantero de Boca se transformó en un nuevo ejemplo del principal problema de este equipo: la mala definición.

Una vez más Boca Juniors falló y dejó escapar dos puntos más en la Bombonera. No alcanzó con ser mejor que San Lorenzo o tener las mejores ocasiones de gol. Una superioridad estéril fue lo que volvió a exhibir el equipo de Bianchi, en un empate que no dejó consuelo alguno por la poca creatividad del Xeneize para aprovechar los hombres de más.  Orion fue clave, es cierto, al tapar un pie a mano a Correa antes de la expulsión de Romagnoli. Pero más allá de la enorme atajada del uno de Boca, la figura del partido fue Torrico, que tuvo tres o cuatro intervenciones que protegieron el cero del Ciclón.

Otro empate y una frustración que se encadena a muchas, ¿cuándo acabará?