Tevez: «Quiero ser presidente de Boca»

El ídolo Xeneize dejó un manual de cómo funciona su mente y su corazón. Un diálogo humano en el que reveló sus secretos y abrió su corazón. Un imperdible desahogo del delantero.

En diálogo con Animales Sueltos (América), Carlos Tevez brindó una extensa entrevista llena de detalles sobre su vida. Estas fueron sus mejores declaraciones.

Su tan destacada humildad por los medios y si expone a sus compañeros:

De chico no tuve el autógrafo de mi ídolo. Entonces, ahora que yo soy el ídolo de muchos, ¿cómo se lo voy a negar? Si me iba llorando a mi casa cuando no me lo daban. Me enoja que digan que expongo a mis compañeros, yo siempre fui así. Si ellos no lo hacen no es mi culpa ni la suya.

Yo no entiendo que la gente hable de mi humildad. Yo soy así desde que empecé a jugar al fútbol, me lo inculcaron mis viejos.

El triunfo y la derrota. ¿Cómo convive con eso?

En las derrotas me encierro en mi mismo. Es un momento único en el que hay que digerirlo solo. Por ahí me equivoco y un compañero puede necesitar un abrazo. Pero yo en ese momento no quiero eso.

En la derrota me caliento muchísimo. Porque trabajo para estar lo más bien y ganar siempre. Me caliento conmigo. No sirve echarle la culpa al otro cuando pierde. La culpa es de uno.Creo que aprendí muchísimo del golf a no enojarme cuando me quieren sacarme del partido. En el West Ham estuve 4 meses sin jugar. Ahí aprendí a jugar al golf y a conocerme interiormente.

Tener hambre de gloria es lo principal que uno tiene que tener. Estar enojado es tener mil pulsaciones por hora y no ganar. Tener hambre de gloria es querer demostrar que uno es el mejor.

Cuando vos te preparás para ganarle a tu rival, no es que el rival no se prepara para ganarte. Si yo me preparo para el domingo estar de la mejor forma, sé que tengo una ventaja. Si te ganan, tenés que dar la mano. Cuando perdés tenés que saber que no alcanzó lo que hiciste. Eso te hace crecer.

El triunfo hoy es la única cosa que cuento. Podés ganar o perder, pero lo único que importa hoy es ganar. Perder te tiene que dar fortaleza para poner los pies en la tierra y seguir trabajando.

Sus planes para el futuro:

Yo quiero ser presidente de Boca. Pero me tengo que preparar, con el nombre sólo no alcanza.

El barrio y sus amigos:

Tuve la inteligencia de ir incorporando todo lo que el barrio me decía. Me enseño a caminar la calle, a ser un tipo correcto. Soy muy confiado en mi mismo. Tuve mucha vivencia, soy agradecido a dónde nací. Ahí está mi varita.

Yo me junto dos veces por semana en el barrio con mis amigos. Y ellos no me dejan pagar nada. Y sólo 3 tienen trabajo… (se emociona). Para mí no cambió nada y para ellos tampoco.

De chico no tenía plata y con mis amigos hacíamos una tortilla con un kilo de papas. Hoy tengo millones en el banco pero ellos siguen estando.

Yo tengo a los amigos de toda mi vida. No entran más. No tuve amigos del campeón. No los dejé entrar en mi vínculo.

Su anécdotas en West Ham:

Yo en Inglaterra andaba sin registro. A la tercera vez que me pararon fui preso. No podía usar el auto y mi mujer me llevaba al entrenamiento. Un día me peleé con mi mujer y me fui con el auto a la clase de golf que estaba a 4 cuadras. En el club de golf se enteraron que no podía conducir y llamaron a la policía. Terminé esposado en el volante. Que Fuerte Apache ni Fuerte Apache. ¿Sabés cómo estaba? (Risas) No me entendían nada en Inglaterra. Estuve sólo en una celda. Llamé a un abogado, me dijo que no declare y me fui a las 2 horas. Entendí que no podía joder. Tuve que hacer trabajo comunitario. La primera vez tuve que limpiar un contenedor. Después agarré un trabajo fijo. Entrené con Cristiano Ronaldo y después me fui a hacer plantitas, una cosa así.

Cuando llegué a West Ham estaba de moda Rápido y Furioso, le dije a mi representante que me ponga la máquina de humo como en la peli. Un día salí con mis amigos y en la estación de servicio mis amigos me dijeron que aprete el botón. Terminé de cargar nafta y lo apreté… La gente de la estación salieron todos corriendo con matafuegos (risas).

En West Ham me dan un auto y yo tenía que ir 2 horas antes al partido. Mi representante quería ir en taxi y yo no acepté, quería ir en auto. Yo recién llegaba y le dije que no pasaba nada, íbamos con el ‘gps que está de moda’… ¡Y no cazaba una! Además, para el primer partido el técnico quería que me ponga un traje y nunca había usado uno: imaginate a mí haciendo el nudo de la corbata. Seguía en el auto y me crucé a un camión que pensé que eran los rivales que iban a la cancha, entonces lo seguí porque un policía me dijo «yeah» cuando le dije si iba a West Ham. Pasaron 10, 20, 30 minutos y mi viejo se puso nervioso. Agarré y le hice luces, le toqué la bocina al micro para que pare y le preguntaba como podía si iba a West Ham. El conductor no sé cómo me entendió y me dijo que no, que estaba a 20 minutos para el otro lado y que siga a la policía. Imaginate el técnico, era mi debut y llegué re tarde. ¿El micro? Iba a otro partido, como si fuera a la cancha de Independiente y yo iba a la de Boca.

El respeto y la Argentina:

Me sorprende que la gente te quiera pasar por arriba con el auto. En Inglaterra no podía ir a más de 80km en una autopista.

Antes me agarraba un policía y yo le decía «¿Qué hacés?», me reconocía, me pedía una foto y no pasaba nada. Esas son cosas que tenemos que cambiar, nosotros que somos una especia de ‘ejemplo’.

Yo cuando hice la gallinita en la cancha de River me salió el bostero de adentro. Pero después pedí disculpas, está la nota. El respeto es importante. Podés ser hincha de River, de otro club, y yo no te voy a faltar el respeto. En Inglaterra y en Italia me paso lo mismo. Los otros clubes me querían, no me odiaba ninguno. No podés respetar al otro si no se baja un cambio. Hay que bajar mil cambios para ser respetuosos. Vivimos a mil los argentinos.

El valor de seguir mejorando:

No es que vos naciste sabiendo jugar al fútbol. Eso lo tenés que alimentar. Si no sabés patear de zurda, lo tenés que entrenar. Si pateás 50 pelotas de zurda, vas a patear mejor que con la derecha.

Messi no metía un tiro libre. Lo entrenó y ahora lo hace. Cristiano Ronaldo era el primero en llegar y el último en irse. Queda en uno.

Si yo prefería el baile, seguir de joda con mis amigos, no sería el que soy yo ahora. Entreno, como bien, tomo agua, me acuesto temprano, me levanto temprano y entreno bien. Depende de uno. En Inglaterra no concentran. Los jugadores saben que tienen que cuidarse para jugar. Acá te saltan a la yugular.

La Bombonera:

Hoy llego al entrenamiento, veo La Bombonera y sé en el club que estoy. Antes de chico, con la fama no me daba cuenta. Hoy me paro en la cancha, me paro y sé que soy un represente del hincha de Boca. Como en todo trabajo, hay veces que no quiero entrenar. Pero veo La Bombonera y me hace ver dónde estoy.

El ritmo físico:

Llegué en una época de vacaciones en Europa. Tengo 60 partidos encima, el cuerpo lo siente.

Messi y la Copa América:

Estaba convencido que ganábamos la Copa América. Estos pibes (Messi y el resto) se mueren por la camiseta. La gente no lo sabe.

Si vos sos Messi, y tenés la crítica que tenés, no venís más. Obvio que le llega la crítica a Messi. Le llega a la familia, que son los que más sufren. Podés decir que no jugó bien, pero no podés decirle cagón o lo que dicen algunos periodistas. Tienen (los medios) que dar un mensaje, como nosotros los jugadores.

Fue un golpe muy duro perder la Copa América. Pasé momentos duros, pero con la Selección la pasé brava.

Todavía ni nosotros sabemos por qué perdimos la Copa América. Si salíamos a jugar al 20% de lo que veníamos jugando era otra cosa.

La desigualdad de la Argentina:

No entiendo la desigualdad, hay mucha. Hace 10 días fuimos con Boca a Formosa. Estuvimos en un hotel 5 estrellas, le conté eso a mi mujer porque me llamó la atención. Imaginate un hotel así en Fuerte Apache… Yo soy muy observador de mi país, me gusta conocerlo. Llegamos a Formosa en el avión, llegamos al hotel y atravesamos un paredón… Era Las Vegas, con casino, todo. Del otro lado estaba la gente,  que se cagaba de hambre. No podemos vivir así.

Yo hice 4 o 5 tuits desde allá. La gente del interior muere por Boca. Lloran, nenes, señoras grandes. Notros podemos hacer algo, aunque sean cosas pequeñas, por ayudar.

Yo quiero ir a hospitales a estar con los nenes en cada visita al interior. Pero pido que nos manden unos patrulleros para que haya control, para que la gente se contenga y un intendente me dice «dale, ¿puedo irme a sacar una foto con vos». No quiero que un político haga política conmigo.

En 10 días deja de ser noticia lo de las inundaciones. Pero esa gente igual necesita pintar la pared, arreglarla, tener electrodomésticos. El problema no pasó.

Su maduración:

Estoy preparado para los problemas. Si me agarrabas a los 20 años, sería diferente. Me hago cargo de lo que digo. Estoy preparado para hacerlo.

La familia y su importancia:

Vuelvo a Argentina por mi familia. Por mi señora, mis hijas, mis hermanos, mi vieja. Tener a mi viejo todos los domingos en la cancha es impagable. Así como estamos, no cambiaría a la Argentina. Quiero vivir acá. Comer con mis amigos me baja.

Es importante que la gente aprenda a disfrutar lo más importante de la vida: la familia. La salud es muy importante. Hay que agradecerle a la vida levantarse sano. Hay mucha gente discapacitada y en terapia intensiva que no son tomados en cuenta.

Salió de abajo con su mujer y luego recorrió el mundo. ¿Dónde se miraron y dijeron qué hacemos acá?

Cuando fuimos a ver al Papa fue muy emocionante. Los dos nos miramos y nos dijimos ‘qué hacemos acá.

Su mujer:

Mi mujer es un sostén muy, muy grande. Hoy llegamos a la madrugada de San Juan, entrenamos temprano y llegué agachado por un dolor en la cintura tras 3 días sin verla a mi casa. Ella, a pesar de todo, me recibe con la comida, me entiende como sólo ella puede.

Mi señora es la que sostiene todo ésto. Uno es humano, al ser tan ídolo, te tenés que bajar y ahí está ella cuidándome.

Los valores que les da a sus hijos:

Florencia tiene 10 años. Caty tiene 5 y Lito tiene meses. A mis hijos les hago entender que yo me rompo el culo entrenando para ganarme la plata. Obvio que le voy a dar todo a mi hija, es lo normal. Pero cuando hay que bajarla, lo hago.

A mi hija le digo que tiene que valorar mucho lo que tiene, porque a mí me cuesta. Se lo hago notar. Por suerte mis hijos tienen a sus primos, a sus abuelas, que ayudan mucho en que aprecien las cosas.

Criar a mis hijos no es fácil. Cuando estoy sólo puedo firmar todo y sacarme fotos. Pero cuando estoy con mi hija no lo respetan, no entienden que es el momento para estar con ella, o comer tranquilo con mi familia.

Yo a mis hijos les inculco los mismos valores que mis padres a mí. Cuando te comprometés con algo lo tenés que cumplir. Tu palabra es lo más importante en este mundo. Yo nunca firmé un contrato con mi representante, sólo la mano y hoy somos amigos.

¿Tuvo ganas de dejar el fútbol?

Cuando me peleé con Mancini se me había ido las ganas de jugar al fútbol. Me daba igual ganar o perder. Cuando se pierde ese cosquilleo se pierde la esencia de cada uno. Cuando uno no está metido en el partido trato de buscar ese cosquilleo, de cuando era chico en el barrio, para motivarme.

¿Es sacrificio lo que hace?

Sacrificio es lo que hacen mis viejos, mis amigos y los laburantes que se levantan a las 5 de la mañana y vuelven a las 7 de la tarde. Yo hago lo que me gusta. Si salís a la calle y le preguntás a la gente si le gusta lo que hace, el 60 o 70% te dicen que no. La gente que labura y no sabe si llega a fin de mes es la que hace sacrificios.