Te contamos los detalles detrás de lo que fue otra actuación del único grande.
Boca Juniors tuvo un paso atrás en su arranque en la Liga Profesional 2024 al caer por 1-0 contra Atlético en Tucumán. El Xeneize volvió a experimentar un planteo errático de un entrenador que tardó demasiado en revertir su error, quedándose sin tiempo para la reacción.
Martínez cayó en los mismos fallos que contra Fortaleza, cayendo en los inventos cuando busca rotar el equipo titular. Una vez más insistió en Frank Fabra de volante y con un segundo central incómodo, como fue el caso de Lautaro Di Lollo. El pibe, tras jugar dos partidos de lateral por derecha, tuvo su primera titularidad en su puesto jugando a pierna cambiada cuando el entrenador podría haber optado por Figal, quien actuó como 6 en la gran mayoría de partidos de su carrera.
Boca también entró dormido, como le viene pasando con titulares y suplentes, y rápidamente se encontró 0-1 abajo. En esta ocasión lo salvó el VAR, que llamó a Pablo Echavarría para que observe la posición de Coronel, quien estando en offside, molestó la trayectoria de Chiquito Romero a la hora de ir a buscar el rebote luego de una buena tapada que había tenido el arquero.
Si bien en esta ocasión el reglamento salvó a Boca de la desventaja, el equipo no reaccionó, siguió incómodo, errando pases fáciles en salida y sin ningún tipo de capacidad para crear. El Xeneize quedó largo y con Langoni y Merentiel siendo los únicos que intentaban algo con arrestos individuales. Fabra se tapó con Blanco y Medina tuvo un partido para el olvido.
Atlético aprovechó los fallos colectivos, las grietas estructurales por el planteo improvisado y, en una contra, llegó un desborde sobre Advincula y un centro muy despacio que cruzó el área, que Chiquito Romero no cortó ni alertó a sus defensores, y en el que Equi Fernández tenía la posición controlada, pero se durmió y permitió que Coronel ponga el 1-0 casi sin despeinarse.
Pese al mal rendimiento del equipo no hubo cambios para iniciar el complemento, Martínez insistió con los mismos nombres y esquema. Obviamente no resultó y las variantes aparecieron tras el cuarto de hora, con los ingresos de Saralegui y Janson, quienes suplieron a Delgado y Fabra para que Boca pase a un 433.
Si bien en el equipo estuvo muy lejos de rendir bien, con la lógica de los cambios, cortando un poco la improvisación del 4231 y de Fabra como volante, Boca dejó de sufrir en defensa, pasó a ser dueño de la pelota y forzó a los tucumanos a plantarse en una posición totalmente defensiva que generó histeria en su entrenador Sava.
Boca tuvo un par de chances, con un cabezazo de Janson que tapó el arquero, un remate de Advincula que bloquearon al límite con la espalda y un disparo de Merentiel que una vez más provocó la estirada del 1 de los tucumanos. Sobre el final Martínez puso a Zufiaurre por un flojo Medina, pero el pibe no tuvo casi oportunidades, el equipo se quedó sin puntos y con la sensación de que, además del partido, se perdió un tiempo valioso a la hora de variar el sistema que pudo haber cambiado el resultado.
Martínez tras el Superclásico está mostrando fisuras a la hora de regular las cargas y potenciar a aquellos que no vienen jugando. Hoy volvió a caer en el capricho de querer transformar a Fabra en algo que no es, en vez de poner otro delantero o utilizar a un Taborda que fluctúa entre ir al banco o no ser convocado. El miércoles es un duelo clave por la Sudamericana y otra ocasión para intentar quedar como líder del grupo ante Fortaleza.