Una Bombonera renovada

Te contamos todos los detalles sobre cómo quedó la casa de todos los bosteros luego de varias mejoras.

El cambio de gestión empieza a notarse en algo tan simple e importante como es la renovación de La Bombonera. La llegada de Jorge Amor Ameal al poder, y la designación de Carlos Navarro como presidente del Departamento de Obras, generó que hoy el hincha de Boca se encuentre contra Independiente con el templo más lindo que nunca.

Los cambios son varios, se hicieron con poco tiempo y casi sin gastar dinero. El más evidente es el de la pintura del estadio, que ahora tiene por fuera la típica bandera azul y oro de Boca. La misma se hizo sin tener que invertir nada, ya que se logró por medio de un sponsoreo con dos empresas: una que aportó la materia prima y otra que dio la mano de obra.

Otro de los cambios importantes es el del regreso de la popular a la tercera norte. Sí, de a poco se está transformando la Platea K, que se inició en el 2007 por un pedido del Ministerio de Seguridad a Mauricio Macri, a un sector más masivo. Ya se quitaron 500 butacas, acomodando a esos abonados a otro lugar. Se estima que con el tiempo toda la tribuna estará sin asientos, ganando más de 3000 lugares. También se obtuvieron otros 500 espacios para los activos al achicar el sector de prensa y corporativo.

Quizás el cambio que más generó controversia, pese a ser una nimiedad, es que se quitó el reloj que marcaba el tiempo que llevaba Boca sin tener descensos. El mismo nació como una chicana contra River y que, para muchos, era simplemente parte de darle demasiada importancia al clásico rival. Esta dirigencia decidió sacarlo para que no haya referencia a nadie, y que todo sea solo a favor del Xeneize.

Sin dudas que otra de las modificaciones más importantes es la de la quita del blindex que separaba a las plateas del campo de juego. El mismo fue removido para darle una mejor visión al socio y para que se sienta aún más la cercanía de la gente con los futbolistas. Para evitar desmanes o ingresos, se pusieron dos pequeñas vallas separadas por un pozo bajo en el que se encontrará personalidad de seguridad. Esta medida va de la mano con una mayor severidad y castigo para el que no sepa aprovechar esta mejora, algo que la dirigencia anunció, prometiendo expulsiones inmediatas y quita del carnet para todo aquel que lance objetos o aproveche este cambio para cometer algún tipo de violencia que perjudique a la institución. El propio Pergolini así lo hizo saber en sus redes sociales:

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Si hoy venís a la #Bombonera te vas a encontrar con algunos pequeños grandes cambios. Uno de ellos es que ya no están más los vidrios que separaban las plateas del campo de juego, una gran idea de nuestro presidente Jorge Ameal. Ahora esta como ves en la foto. SE VE INCREIBLE!! Así podrán vivir la fiesta de Boca de una forma que necesita del buen comportamiento de los que se ubican ahí. Es importante entender que de la misma manera que haremos todo lo posible para que cada vez se los respete más, seremos implacables con aquellos que no sepan comportarse. Usaremos todos los elementos disponibles en nuestros estatutos para tomar severas medidas con aquellos socios que no se comporten correctamente. Hoy empezamos nuestro recorrido, demostrándole que nuestra prioridad es el socio e hincha de #BOCA. Las buenas ya empiezan a venir. MP

A post shared by Mario Pergolini (@mpergoliniok) on Jan 26, 2020 at 4:37am PST

Más allá de todas estas renovaciones y mejoras, en Boca también se inició el proceso de expansión, ya que se está trabajando en la compra de las dos medias manzanas detrás de los palcos para que, de a poco, se pueda lograr la construcción del proyecto 360 que modernizará y hará que La Bombonera pase a tener casi 80.000 lugares, de los cuales el 70% serán populares.

Mientras que la anterior dirigencia durante 8 años destrató e intentó poner a La Bombonera como algo obseleto, dándole su real valor recién sobre el cierre de campaña debido a que era lo que medía en las encuestas, la actual comisión ha conseguido con pocos recursos el embellecerla y darle al socio la ilusión de que la misma estará cada vez mejor.